La subida de la energía y los alimentos dispara los precios de la cesta de la compra en los hogares aragoneses

El comercio nota ya un freno en el consumo con productos hasta un 50% más caros que hace un mes.

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En puntos como el Mercado Central de Zaragoza se está notando incluso una retracción del consumo
Oliver Duch

La desbocada subida de los precios de la energía y los alimentos a consecuencia de la invasión rusa de Ucrania no da respiro a consumidores y comerciantes. La inflación interanual se sitúa ya en el 9,8% -el incremento más alto desde 1985, según el dato adelantado del IPC, publicado este miércoles-, y no hay previsión de que la situación vaya a encauzarse a corto plazo. Con los costes disparados, los hogares están viendo recortado su poder adquisitivo mes a mes, y muchos empresarios aseguran no poder más ante el aumento de la factura eléctrica y del transporte.

Productos básicos como la verdura o el pescado han multiplicado su precio en cuestión de semanas. Y aunque hay comercios que están asumiendo el sobrecoste, muchos están empezando a repercutirlo en el cliente, disparando el presupuesto de la cesta de la compra. En puntos como el Mercado Central de Zaragoza se está notando incluso una retracción del consumo. "Las dos últimas semanas ha venido muy poquita gente", reconoció Ana Belén López, dueña, junto a su hermano, de la Pescadería José Luis.

El salmón, que hace un mes vendía a 14,90 euros el kilo, roza ahora los 18 y el calamar, que tenía a 19,90, rebasa los 23. El producto fresco "se está empezando a estabilizar", pero todo lo que llega congelado lo hace "con subidas". En el caso de la judía, ha pasado de los 3 euros a los 5, y el precio del pimiento verde "ha subido un 50% en cuestión de 30 días", según comentó Julio Artigas, de la frutería Furruchagas.

Los detallistas reconocen que la situación está "muy complicada" y miran con incertidumbre al verano, estación en la que suelen disparar el consumo eléctrico para mantener frescos sus productos. "Antes, en los peores meses pagaba 80 euros de luz y ahora vamos por 200", comentó Artigas.

El problema, en todo caso, no viene de ahora. "Lo llevamos arrastrando más de un año", aclaró Antonio Langoyo. Hasta la invasión rusa, las subidas habían sido graduales, pero lo vivido en estas últimas semanas ha sido "lo nunca visto". Él duda de que, ante la gravedad de la situación, las medidas anunciadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez surtan efecto, y teme que, "con estos precios, se deje de producir". En su caso, el cerdo se ha encarecido un 20%, una subida que ha afectado a la clientela. "La gente no compra de nada. Llevamos ya diez días de parón", lamentó.

Como consecuencia, los hay que, directamente, están trayendo menos género. "Los clientes se resignan al ver las cosas tan caras, pero muchos han dejado de comprar según qué productos", explicó Artigas. En el caso de la fruta, a la crisis de Ucrania hay que añadir otros factores, como las inundaciones que se vivieron en el sur de España, lo que se nota especialmente en los productos que vienen de fuera.

Tras diez meses de incrementos de precios, el poder adquisitivo de las familias se ha visto claramente resentido. 

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