guerra de ucrania 

"Me llevé a mi madre de Jarkov porque caían muchas bombas y luego nos robaron todo en España"

Tardaron siete días en hacer el viaje desde Ucrania por Moldova-Rumania-Italia y Francia. Cuando pararon en la autopista les quitaron hasta los pasaportes. 

Instante en el que la Guardia Civil detiene al líder de la banda
Instante en el que la Guardia Civil detiene al líder de la banda
Guardia Civil

Vladislav Igorobich tiene 33 años y vivía con su madre, de 68, en Jarkov, la segunda ciudad de Ucrania, con una población de dos millones de habitantes, y una de las más castigada por los ataques de las tropas rusas desde los primeros días de la invasión. Reciben más de 80 proyectiles diarios y ya se acumulan un millar de cadáveres en una morgue, donde apenas tienen bolsas donde guardarlos. 

Las crónicas de la guerra consideran que las fuerzas rusas se han cebado en la destrucción de esta urbe del norte del país, la más asediada en la guerra después de Mariúpol porque es muy importante para las tropas de Vladimir Putin ya que la consideran la gran ciudad rusófana de Ucrania. 

Vladislav Igorobich huyó de su ciudad el pasado 25 de febrero, al día siguiente de que empezara la invasión porque ya habían sufrido el bombardeo y sabían que  se los podía llevar por delante. Cuenta a HERALDO por teléfono en un inglés iniciático que se llevaron lo que pudieron en seis bolsas llenas de la ropa que recogieron de su casa y optaron por huir a través de Moldavia

"Pasamos por Moldavia, Rumanía. Hungría, Austria, Suiza, Italia, Francia,  y España. Queríamos llegar a Murcia porque aquí tenemos familiares y podían ayudarnos", reconoce Vladislav y relata que tardaron una semana (el 3 de marzo) en llegar a su destino final, en la localidad de Los Alcázares,

Pero cuando había estaban a punto de alcanzar su destino, Vladislav y su madre tuvieron la mala suerte de que una banda de ladrones especializados en robos a extranjeros en la carretera los sorprendieron en la autopista AP-7, a la altura de la provincia de Castellón. Habían parado en el área de servicio de La Ribera de Caballes

"Nos robaron todo lo que llevábamos con algún valor como el dinero, las joyas que pesaban unos quince gramos y hasta nuestros pasaportes. Las bolsas de ropa no las tocaron pero nos dejaron sin nada", describe la víctima desde la localidad de Murcia donde se dirigieron para reunirse con su familia.            

Vladislav Igorobich describe que el grupo de cinco magrebíes de la banda se les acercaron: uno de ellos le indicó que tenían una rueda pinchada y otros se llevaron lo que pudieron del coche: 7.000 euros en efectivo, joyas, billetes de avión, las llaves de su casa de Ucrania y un teléfono móvil entre otros enseres. El valor de la sustracción superaba los 10.000 euros. 

Conoce bien la detención que se produjo de uno de los implicados en Alfajarín (Zaragoza) porque le informaron desde la Guardia Civil, con los que ya estuvo mucho tiempo en Castellón cuando pusieron la denuncia. Aun así, asume que solo hubo un detenido, no recuperaron lo que les quitaron y no sabe si tendrá que venir a Zaragoza para reconocerlo. 

A estas alturas, lo que toca es pasar página y mirar hacia adelante: "Estoy contento en España y encuentro buena gente aquí. No tengo mujer ni hijos y espero poder trabaJar donde necesitan porque puedo hacer muchas cosas", anuncia el ucraniano confiando en que el futuro no le depare más zancadillas.

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