Aragón

Unos 13.000 pacientes pasan cada año por el servicio de Medicina Nuclear de Aragón

La unidad clínica multihospitalaria se creó en noviembre de 2017 y desarrolla su actividad tanto en el Miguel Servet como en el Clínico para optimizar los recursos.

Parte del equipo que trabaja en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Parte del equipo que trabaja en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Oliver Duch

La Unidad Clínica Multihospitalaria de Medicina Nuclear de Aragón se creó en noviembre de 2017, unificando los servicios que existían ya tanto en el Miguel Servet como en el Clínico, con el objetivo de optimizar los recursos, adaptar las plantillas de personal a una organización más racional conforme a las necesidades y demandas actuales y futuras, unificar los criterios de actuación y posibilitar la gestión de una lista de espera única. Al año atiende a unos 13.000 pacientes, entre diagnóstico, terapia, consultas y quirófanos de cirugía radioguiada.

La doctora Leticia de la Cueva, jefa de servicio en funciones de la Unidad Multihospitalaria de Medicina Nuclear de Aragón recordó que se trata de una especialidad médica de diagnóstico y también de terapia: "La gente la asemeja a radiodiagnóstico, pero es diferente. Utilizamos radiofármacos, que habitualmente inyectamos por vía intravenosa, que se metabolizan en diferentes órganos. Elegimos el radiofármaco según el órgano que queremos estudiar, y las imágenes nos permiten su estudio y ver cómo funciona. Podemos estudiar cerebro, corazón, huesos, tumores... Tenemos muchos pacientes oncológicos". Al mismo tiempo, según relató, desarrollan también terapia, "sobre todo de tumores y enfermedades endocrinas". La Unidad Multihospitalaria, que está formada por el servicio de Medicina Nuclear del Clínico y del Servet, "tiene una puerta de entrada única para los pacientes de Aragón". "Sus médicos les piden pruebas y nosotros les derivamos en función de lo que hay que hacerles a un servicio de la unidad o a otro, dependiendo de lo que sea mejor para la prueba solicitada", dijo.

Fundamentalmente, se hacen dos técnicas de diagnóstico: gammagrafía y PET, esta última más dirigida a la Oncología y a la Neurología. "Como ahora mismo solo tenemos un PET -en el hospital Clínico-, dirigimos a los pacientes a esa máquina". Con los fondos europeos, el Servicio Aragonés del Salud va a adquirir un segundo equipo, de última generación, que se ubicará en el Servet, y que permitirá hacer imágenes de alta resolución y mejorar mucho la capacidad diagnóstica. La previsión es que esté instalado a finales de agosto de 2023. Ahora, al disponer solo de un equipo, se deriva aproximadamente a unas 1.000 personas a clínicas privadas al año para someterse a una prueba PET. "A partir de verano del año que viene, estaremos en disposición de asumir toda la población de Aragón en estas dos máquinas PET y podremos distribuir a los pacientes más homogéneamente dentro de la unidad", concretó.

Personal del servicio, junto al equipo PET en el Clínico.
Personal del servicio, junto al equipo PET en el Clínico.
Guillermo Mestre

La doctora De la Cueva recordó, además, la ayuda que para esto supuso el poner en marcha un modelo de petición electrónica, gracias a un proyecto con el Centro de Gestión Integrada de Proyectos Corporativos (CGIPC) del Salud, que permite a los médicos pedir las pruebas necesarias a Medicina Nuclear desde la historia electrónica del paciente.

Diferentes perfiles

Medicina Nuclear atiende a pacientes neurológicos para diagnósticos de deterioro cognitivo, cardíacos con problemas vasculares, oncológicos, de traumatología o rehabilitación con problemas articulares o que se han sometido a un trasplante renal. La jefa de servicio en funciones concretó que desde esta unidad hacen un seguimiento a las 24 horas del trasplante "para ver si hay alguna complicación inmediata".

"Según el tipo de tumor ayudamos a hacer el estudio de extensión para saber si hay metástasis y dónde. Y una vez que el paciente está en tratamiento, hacemos estudios de respuesta, para que los oncólogos puedan valorar el continuar, cambiar o modificar la pauta terapéutica. Acudimos a casi todos los comités de tumores. Es una forma de trabajar muy arraigada en la sanidad, cada paciente se comenta y se toman decisiones individualizadas. Es una medicina mucho más personalizada que hace unos años".

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