El Gobierno contempla que España pueda albergar más de una fábrica de baterías

«Capacidad presupuestaria hay» gracias al Perte, aegura el secretario general de Industria, Raúl Blanco

El secretario general de Industria, Raúl Blanco, ayer en la jornada sobre 'Inversiones en movilidad eléctrica' organizada por Mobility City.
El secretario general de Industria, Raúl Blanco, ayer en la jornada sobre 'Inversiones en movilidad eléctrica' organizada por Mobility City.
Guillermo Mestre

Cuando se abra la convocatoria del Perte (plan estratégico de recuperación y transformación económica) para el vehículo eléctrico –«en días o semanas»– se verá qué proyectos de plantas de baterías se presentan en España. «Capacidad hay para aprobar más de uno. La dotación es de 2.975 millones. Es concurrencia competitiva. Van a competir diversos proyectos y puede haber más de uno», reconoció ayer Raúl Blanco, secretario general de Industria, en la jornada ‘Las inversiones en movilidad eléctrica’, organizada por Mobility City, de Fundación Ibercaja, en colaboración con Metys y Coche Global.

España tiene «toda la potencialidad», siendo el segundo fabricante de coches de Europa y exportando el 85%, «para albergar diversos proyectos» de este tipo, incidió. Ante la pregunta de si Sagunto (Valencia) tiene más posibilidades de albergar esa futura planta de baterías que Zaragoza, el secretario general de Industria se limitó a responder que en el Perte «no compiten territorios sino empresas, eso sí, de diversos territorios, y que el sector de automoción en Aragón, tremendamente competitivo, tiene todas las capacidades para albergar cualquiera de los proyectos que se valoren en el marco del Perte», pero insistió en que «será una decisión empresarial» por lo que desde el Gobierno no cabe sino «respetar y acompañar» a las empresas. 

«No tengo constatación oficial ni es nuestra voluntad romper confidencialidades de ningún proyecto», añadió por su parte la consejera de Economía, Marta Gastón.

Blanco reconoció que todos los fabricantes en España «están valorando la orden de bases», publicada el pasado 28 de diciembre, que «no hay precedentes» de una oportunidad como el Perte en automoción, y que «tenemos que ser muy rigurosos», así como «mantener un diálogo permanente con el sector y las instituciones europeas para que cuando se publique la convocatoria esté todo perfecto». 

Blanco recordó que los proyectos han de tener tres patas: una fábrica que suministre celdas (unidad mínima de la batería), ‘battery packs’ (paquetes de celdas) o pila de hidrógeno; una plataforma de vehículo eléctrico; y componentes de dicho vehículo. Entre las condiciones está también que participen empresas que estén presentes como mínimo en dos comunidades, que las pymes representen el 40% de las compañías participantes y que haya centros tecnológicos.

El objetivo del Perte es mantener, destacó, la «alta competitividad de las plantas españolas en 2030 o 2040 «independientemente de la tecnología que haya en cada momento». Ante el problema de falta de semiconductores, Blanco anticipó que existe un borrador de ley europea de chips, «para que Europa produzca al menos el 20% de los que necesita su industria», tras la deslocalización en los años 90 del siglo pasado. Ya hay un proyecto de microelectrónica, detalló, cuya resolución será en verano «donde España está participando activamente:se han presentado 21 empresas, se contemplan unos 400 millones de inversión y participan12 países más». 

Stellantis prima la electrificación de sus modelos

El proyecto que Stellantis presentará al Perte de automoción antepone lo que es la electrificación de sus modelos, a través de plataformas, a disponer de una fábrica de baterías. Algo que se explica porque la compañía ha hecho sus deberes al tener aprobada la construcción de dos fábricas de baterías en Alemania y Francia y estar pendiente de una tercera en Italia. Así lo dejó ver José Antonio León Capitán, director de Relaciones Institucionales de Stellantis, en su intervención, ayer, en la mesa redonda organizada con motivo de la jornada ‘Las inversiones en movilidad eléctrica».

Manuel Munárriz, director de la planta de Stellantis en Figueruelas, entre su jefa de comunicación, Isabel Poblaciones, y el empresario Zoilo Ryos.
Manuel Munárriz, director de la planta de Stellantis en Figueruelas, entre su jefa de comunicación, Isabel Poblaciones, y el empresario Zoilo Ryos.
Guillermo Mestre

El Perte, dijo, «nos tiene que ayudar a implantar esas nuevas cuatro plataformas» que en 2025 serán la base para fabricar coches eléctricos de todas las marcas de Stellantis, para lo que recordó, «la compañía va a invertir 30.000 millones». Democratizar el coche eléctrico, según León Capitán, «pasa por bajar ese sobrecoste del 50% que se está repercutiendo al cliente». «Hay que ir reduciéndolo y ganar cada año un 10% en productividad», advirtió, para no crear una fractura social con el acceso al coche eléctrico. Asimismo, consideró fundamental que la Administración invierta en infraestructura de recarga.

El director de la planta de Stellantis, Manuel Munárriz, que siguió la jornada organizada por Mobility City desde las butacas del público, reconoció, que la estrategia de Stellantis pasa por avanzar en la electrificación de su gama de vehículos en 2025 a través de cuatro plataformas modulares. Denominadas por la compañía STLA, abarcan las categorías ‘small’, ‘medium’, ‘large’ y ‘frame’ en función del tipo de vehículos y su implantación obedece a la necesidad de aumentar las economías de escala y generar márgenes de beneficios que alcancen el 10% en 2026, según Stellantis.

Respecto a la crisis de suministros –que de nuevo obliga a parar la planta de Opel/PSA en la línea del Corsa los tres turnos del viernes y el del sábado por la mañana–, Marc Riera, director de Estrategia de compras y nuevos proyectos de Seat, también ponente en la mesa redonda, se mostró confiado en que «no sea un impedimento» para esta transición hacia la electromovilidad. Eso sí, reconoció que el hecho de que en Europa se recupere la fabricación de microchips y de baterías eléctricas son elementos muy importantes.

Por su parte, Mª Luisa Soria, de Sernauto, se refirió al impacto que la electrificación en detrimento del motor de combustión puede tener entre los proveedores con «una reducción prevista de 500.000 empleos en Europa en 2040 y 63.500 en España». 

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