papiroflexia

El aragonés Jesús Artigas, campeón olímpico de papiroflexia

El plegador zaragozano se hizo con el primer puesto de la IX Olimpiada Internacional ‘online’ de Origami el pasado 7 de febrero.

Jesús Artigas, campeón olímpico de papiroflexia.
Jesús Artigas, campeón olímpico de papiroflexia.
Guillermo Mestre

Todavía incrédulo y visiblemente emocionado a la par que sorprendentemente tranquilo, el zaragozano Jesús Artigas (34) acaba de convertirse en el mejor artista de papiroflexia del mundo tras alzarse con el primer puesto de la IX Olimpiada Internacional ‘online’ de Origami. Tras más de dos meses de pruebas de plegado en las que comenzaron participando 800 artistas de todo el mundo, el pasado 7 de febrero se publicaba el nombre de los tres mejores plegadores del mundo. Artigas se imponía al estadounidense Boice Wong y al participante chino, Du Jia Lei.

“Todavía no me lo creo mucho. Pensaba quedarme entre los diez primeros. Este año mis figuras habían sido buenas y estaba contento, pero jamás imaginé que me alzaría con el primer puesto”, reconoce. No era la primera vez que el zaragozano participaba en la prueba, de hecho, ha participado en cinco de las nueve ediciones, quedando siempre en los primeros 20 puestos. Se trata de una prueba en la que los plegadores chinos y rusos siempre han copado los primeros puestos: “Estoy muy ilusionado, aunque creo que todavía no lo he pensado demasiado”.

Mientras reflexiona sobre el premio, sentado en una silla de la sala de formación de papiroflexia del Museo de Origami de Zaragoza (EMOZ), un centro único en Europa que cuenta con trabajos de los mejores artistas del plegado del papel de todo el mundo; Artigas explica cómo ha logrado otro imposible: vivir por y para la papiroflexia.

“En 2013 abrió las puertas el Museo de Origami y decidieron confiar en mí para trabajar como guía y profesor de papiroflexia en su escuela”, relata -año en el que, por cierto, creó su primera figura profesional: el casco de Asterix-. Gracias a eso, desde hace 9 años vive rodeado de una de sus mayores pasiones, decenas de sorprendentes obras de arte en papel llegadas de rincones de todo el mundo. Algunas en miniatura, otras gigantes. ¿El límite? No existe fuera del papel. “Para mí, la papiroflexia es un universo paralelo en el que entras y cabe todo lo que puedas imaginar”, admite.

¿El reto? Conseguir sacar estas piezas tan solo con un pedazo de papel y el trabajo de sus propias manos, sin cortes, tan solo plegando. La mayoría de las veces se interpretan los plegados de otros artistas, mientras que otras se trabajan -como cualquier artista- creaciones propias. De hecho, el zaragozano cuenta con casi un centenar de piezas propias y sus diagramas han sido publicados en ediciones de España, Corea, Alemania, Italia y Estados Unidos, entre otros.

Además, como explica, la papiroflexia es una disciplina milenaria en el que la constancia, la paciencia y el orden son imprescindibles, pero en la que el caos se convierte, sin duda, en el toque diferenciador que aporta la originalidad a cualquier interpretación ejecutada por el creador, como demuestran las once piezas que le han valido el primer puesto de la olimpiada. Todas ellas permanecen expuestas en el museo, ubicado en la segunda planta del Centro de Historias de la capital aragonesa.

Un universo de papel

Para Jesús Artigas, con un simple trozo de papel puede crearse casi cualquier cosa, cualquier figura que se le ocurra. Las posibilidades, asegura, son infinitas. “Cuando empecé en esto me fascinaba la idea de sacar todo esto de un cuadrado de papel, ya no es solo hacer un elefante, es que puedo elegir entre todos los modelos que puedas imaginar”, apunta. Un amor al que lleva entregado desde que tenía 8 años cuando descubrió la papiroflexia en un taller de verano en El Olivar.

Muchas de sus figuras pueden verse en la cuenta de Instagram @zaragami.origoza, en la que atesora más de 13.000 seguidores, y donde aprovecha para dar a conocer no solo sus creaciones, sino las de muchos otros artistas de la papiroflexia. Una de sus últimas interpretaciones son dos cigüeñas, que publicó el día de San Blas, el pasado 4 de febrero. “Como dice el dicho, para San Blas la cigüeña verás”, bromea. Y es que, para Artigas, cualquier momento es bueno para disfrutar del plegado de papel: "Lo hago a diario, casi a cada hora. Me aporta calma, me hace feliz y me permite desarrollar mi creatividad".

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