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Mujeres innovadoras en la educación: "El profesorado ha de adquirir un nuevo rol como diseñador de aprendizaje y coach"

Ana Mª Farré ha convertido su libro 'Mujeres líderes en la educación del siglo XXI' en una comunidad que busca generar debate. Arancha Cendoya, Mar Martín y Sofía Temprado son las tres aragonesas que aparecen en la obra y analizan los retos del modelo actual.

Sofía Temprado, Mar Martín, Ana Mª Farré y Arancha Cendoya, de la comunidad Mujeres Líderes en Educación.
Sofía Temprado, Mar Martín, Ana Mª Farré y Arancha Cendoya, de la comunidad Mujeres Líderes en Educación.
Oliver Duch

Cuesta juntarlas en un mismo sitio y a la misma hora porque las cuatro tienen las agendas completas. Ana Mª Farré y su libro 'Mujeres líderes en la educación del siglo XXI' es el nexo de unión con las otras tres educadoras, ya que en él cuenta su trabajo en materia de innovación. Todas llevan a sus espaldas varias décadas de experiencia en la enseñanza. Sofía Temprado es emprendedora y directora del colegio San Gabriel de Zuera; Mar Martín es asesora pedagógica y directora del centro Compañía de María y Arancha Cendoya es profesora de inglés y funcionaria de carrera del cuerpo de profesores de Escuelas Oficiales de Idiomas y de Enseñanza Secundaria. 

"En España se está produciendo una primavera educativa, de cambio en la educación", afirma Farré. Su libro, presentado el año pasado, está escrito antes de la pandemia de covid, pero lo considera en cierto modo "premonitorio" en temas como la necesidad del salto a la digitalización. En él ha unido su "pasión" por la educación, que le viene desde pequeña, cuando su familia fundó un colegio en Barcelona, y la "revolución del papel de la mujer en la sociedad". El origen del texto se encuentra en la falta de referentes femeninos "visibles" que veía en un mundo paradójicamente con un importante peso de la mujer.

Comunidad educativa

"Una de las cosas que yo percibo es que en muchas ocasiones la mujer en general tiene el síndrome de la impostora. Me encuentro muchas en esta profesión que tienen tan interiorizado el servicio al alumno y la familia que invierten muy poco en acciones de márketing", explica como una de las posibles razones de la falta de visibilidad. De ahí su labor de poner cara a la innovación en femenino en la educación.

Ahora ha dado un paso más. El libro ha sido la base para crear la comunidad educativa MLE (mujeres líderes en educación) potenciada a través de internet y con presentaciones como la que tendrá lugar este viernes en Barcelona coincidiendo con el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Al igual que esta conmemoración da a conocer las aportaciones de las científicas, Farré destaca la importancia de hacer este "ejercicio de visibilización" en otros campos como la educación. "Desde la infancia todos nos movemos por mimetismo, necesitamos tener referentes", señala. Considera que la iniciativa impulsada desde Aragón es pionera a nivel nacional.

Ana Mª Farré: "La educación del siglo XXI necesita un nuevo liderazgo, más transversal, que potencie el liderazgo del alumnado, de los profesores"

Con estos referentes, la autora explica que "la educación del siglo XXI necesita un nuevo liderazgo, más transversal, que potencie el liderazgo del alumnado, de los profesores. Que genere confianza y saque del equipo lo mejor". El objetivo es "que el alumno esté en el centro y no el sistema", que el profesorado "adquiera un nuevo rol como diseñador de aprendizaje y 'coach'", además de dar más protagonismo a las familias. Entre las nuevas metodologías apuesta por la digitalización, que ha "acelerado" la pandemia de covid, la educación emocional o la neurociencia, entre las líneas que dibujan las 22 protagonistas de su obra.

La pandemia y la tecnología

Sofía Temprado es directora del Colegio San Gabriel de Zuera, emprendedora desde hace 30 años al frente de la empresa MT de extraescolares y servicios educativos integrados, fundada con Ignacio Romero. Afirma que la pandemia ha supuesto una "sensibilización forzosa a mirar hacia la tecnología como un recurso positivo" ya que "antes era algo que estaba ahí, que suponía un esfuerzo tremendo". La necesidad de dar clases a distancia ha potenciado este recurso. Desde su centro de enseñanza, que tiene implantado un modelo de competencias digitales, cree que "igual que tenemos tan naturalizado tener un B1 en inglés, hay que poder tenerlo en competencia digital". Matiza que "digitalizar no es que se va a abandonar todo. La pizarra de toda la vida sigue con la tableta y el Chromecast". Preside la Fundación BIAS, especializada en la transformación y el acompañamiento para introducir metodologías innovadoras en colegios a nivel nacional.

Sofía Temprado: "Igual que tenemos tan naturalizado tener un B1 en inglés, hay que poder tenerlo en competencia digital" 

Para avanzar en las competencias digitales ve necesario "trabajar desde pequeños" y educar en el manejo de los dispositivos. "En infantil aprenden un poco el proceso de lo que puede ser una programación", pone como ejemplo del aprendizaje implantado en el centro que dirige, de la congregación Pasionista. Pese a que los más pequeños son nativos digitales también necesitan formación. "La educación está en el colegio y en las casas. Hay que pautar horarios, horas de uso de dispositivos y lo mismo pasa en el colegio", explica.

Mar Martín: "La pandemia ha producido un cambio, sobre todo, en el uso de la tecnología en el aula. Ha sido una revolución" 

Mar Martín reconoce que "la pandemia ha producido un cambio, sobre todo, en el uso de la tecnología en el aula. Ha sido una revolución". Cuando llegó la pandemia, en su centro educativo, situado en Zaragoza capital, contaban con el programa "un niño, un dispositivo" lo que les ayudó a adaptarse rápidamente. En el proceso de aprendizaje tecnológico de los escolares recalca que "hay que acompañarlos" para garantizar el buen uso fuera del aula.

La crisis sanitaria ha puesto a prueba a los equipos docentes, las familias y el alumnado. "Los niños han sufrido las consecuencias de la falta de socialización. Por eso las escuelas han permanecido abiertas todo este curso a pesar de las dificultades", destaca Arancha Cendoya. Entre los efectos más nocivos apunta el abuso que se ha hecho de móviles, pantallas y  videojuegos durante el confinamiento en los hogares. Considera "vital" la socialización, el deporte, el juego, frente a "la ansiedad, aislamiento, falta de sueño, distracciones en el aprendizaje, problemas de conducta, de socialización y de salud mental" que pueden traer el exceso de pantallas.

Hace hincapié en el "esfuerzo" que supone para los pequeños el uso de mascarilla, tener que mantener la distancia social, la ausencia de contacto físico y "la naturalidad con la que han aceptado estas restricciones", que este jueves se relajan algo con la posibilidad de verse las caras en el recreo. El mérito considera que ha sido de todos, de casa y el colegio.

Arancha Cendoya: "En Aragón tenemos grandes escuelas y colegios, grandes docentes. No tenernos nada que envidiar a Finlandia ni a los países nórdicos"

En cuanto a los retos del modelo educativo y su comparación con otros países, Cendoya afirma que "en Aragón tenemos grandes escuelas y colegios, grandes docentes. No tenernos nada que envidiar a Finlandia ni a los países nórdicos", en referencia a los sistemas a los que se suele mirar cuando se buscan modelos educativos. Prueba de ello considera la reacción en la pandemia. "Los docentes hicieron un esfuerzo muy importante ya que en 48 horas un sistema presencial pasó a ser online", apunta la funcionaria de carrera del cuerpo de profesores de Escuelas Oficiales de Idiomas y del de profesores de Enseñanza Secundaria. "Debemos estar muy orgullosos de nuestro sistema educativo y del esfuerzo hecho por docentes, familias, alumnado y por el resto de personas que componen cada comunidad educativa", señala la también asesora de Educación.

Competencias "blandas"

Temprado añade la necesidad de avanzar en las competencias "blandas" o 'soft skills'. "Hoy en los colegios hay que empezar a preparar no solo en la parte académica sino en cómo hablar en público, saber resolver problemas, saber trabajar con un compañero que tiene alguna dificultad", pone como ejemplos. En su caso, apoyado por un "modelo colaborativo" que haga que los alumnos aprendan a ponerse en "diferentes roles", señala desde el centro, que cuenta con la certificación en la metodología de enseñanza 'Flipped school' o aula invertida, el primero de España. Este se basa en trasladar parte del trabajo de la clase fuera de ella. El profesor adelanta parte del contenido del día siguiente para que luego "tenga más tiempo de calidad en el aula para resolver problemas".

Cendoya incluye en las 'soft skills' saber trabajar en equipo, la creatividad, ilusión por aprender, flexibilidad, servicio, optimismo , humildad, perseverancia, esfuerzo, empatía e Ilusión por el trabajo bien hecho.

Martín ha visto la necesidad de trabajar esas competencias en lo que tiene que ver con lo emocional. Se muestra preocupada por los efectos de la pandemia en los adolescentes. "Hay que trabajar el ser y la persona para afrontar todo aquello que está por venir en tu vida", explica.  "Si hablamos de un modelo competencial vamos despacio comparado con otros países", considera, y apunta que los constantes cambios legislativos hacen un "flaco favor" en este sentido. "La falta de estabilidad genera desde la desmotivación del profesorado hasta afectar los ritmos de aprendizaje de los chavales", advierte. Entre los proyectos impulsados en su centro, la obra de Farré destaca el dirigido a la personalización del aprendizaje en función de la capacidad de cada alumno.

Fracaso escolar

Todas las docentes coinciden en que ante el problema del abandono escolar son muchas las causas. "Nos invita a toda la sociedad a la reflexión", apunta Farré, apelando a la "comunidad educativa" en sentido amplio, incluyendo a las familias y toda la sociedad. Temprado señala la necesidad de atender la "diversidad" en el aula.

"Para paliar el fracaso escolar el papel de la familia es esencial", apunta Cendoya. "Familia y colegio están en el mismo 'barco' y han de 'remar' juntos en la misma dirección". Los docentes deben intentar "enamorar y transmitir pasión"  y combinar metodologías "más tradicionales y activas" para implicar al alumnado y que se convierta en protagonista de su propio aprendizaje.

"Hay muchísimos factores desde las ratios a los recursos. Otra clave son los profesores, hay que cuidarlos y atenderles", apunta Martín. La pandemia ha elevado el nivel de "tensión y ansiedad" en el día a día en el aula. Enseñar en la crisis sanitaria actual ha supuesto un "esfuerzo enorme" por atender y llegar a todos los chavales, afirma. Reconoce que para las familias la crisis económica ha aumentado las preocupaciones.

 "Tenemos que priorizar la educación", concluye Farré y recurre a una frase del sudafricano Nelson Mandela: "La educación es la mejor arma para cambiar el mundo".

 

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