"La competencia en modelos y plantas va a ser feroz", advierte Arturo Aliaga

Asegurar las inversiones de futuro y acompañar a Stellantis y la industria auxiliar para que la revolución tecnológica en el mundo de la automoción no suponga pérdida de competitividad de esta industria en Aragón es el objetivo de la estrategia elaborada por Idom. Fruto del encargo realizado por el Consejo Aragonés de Cámaras, esta consultora ha señalado las fortalezas y debilidades de un sector estratégico que supone de manera directa el 6% del PIB de la región, el 30,4% del empleo industrial y el 35% de las exportaciones de la comunidad. 

"El sector de la automoción está bien posicionado, pero hay carencias como el desarrollo de I+D+i que es débil", según Idom, y "más en un momento en que el sector clásico ha de combinarse con las nuevas tecnologías, así como enfocar sus desarrollos a los vehículos de emisiones cero". Por eso, a partir del análisis realizado, recomiendan "crear algún organismo de gobernanza que coordine las capacidades y decida qué apuestas deben hacerse para mejorarlas".  Otra carencia señalada por la consultora son "los problemas de conectividad en los polígonos industriales y la falta de desarrollo del 5G en la región".

Preguntado el vicepresidente del Gobierno aragonés, Arturo Aliaga, por las posibilidades que a día de hoy tiene Aragón de albergar una fábrica de baterías, se ha limitado a contestar que "la región reune todas las capacidades: agua, gas, electricidad, terreno, además de su posición a 300 kilómetros de las principales fábricas de coches en Valencia, Valladolid, Barcelona, etc, y por tanto, ser el centro de gravedad" de esta industria que se ha visto muy perjudicada, ha reconocido, por la crisis de componentes. "España fabricó 2,8 millones de coches en 2019 y acabó 2021 con 2,1 millones (200.000 eléctricos). Se ha perdido un 25% de la fabricación", ha advertido. Ayudará también tener menos dependencias tecnológicas, ha señalado Aliaga, si España es capaz de atraer esa fábrica de baterías.

"La competencia en modelos y plantas va a ser feroz" ha añadido, recordando que Aragón y España van a tener que batirse el cobre para no perder su liderazgo al ser este país el segundo fabricante de coches de Europa y el noveno a nivel mundial. En la presentación del informe de Idom, en el que han colaborado Mobility City de la Fundación Ibercaja, el Clúster de la Atomoción de Aragón o el Instituto Aragonés de Fomento, Aliaga ha recordado que "el Gobierno de España está trabajando en traer una fábrica de baterías. No puede renunciar a eso al tener una capacidad de producir tres millones de coches en España", aunque ha eludido concretar si Aragón tiene más posibilidades que otras regiones o menos y tampoco ha concretado los plazos en que podrá conocerse esa decisión. Eso sí, ha comentado, que "hubo una reunión con la ministra y la dirección de Stellantis para ver si podría haber un PERTE aragonés para asegurar esas inversiones de futuro".

Por su parte, Manuel Teruel, presidente de Cámara de Zaragoza, ha insistido en la necesidad de mantener esa "cultura industrial" que ha supuesto siempre Opel, ahora Stellantis, desde que se instaló en Aragón y la potencia que supone el sector automovílístico que por cada empleo que crea genera otros ocho y por cada euro, 1,85 euros en lo que es  expansión de toda la actividad económica que conlleva. "El sector está en una encrucijada sobre todo por el cambio hacia energías más limpias, así como por la transformación tecnológica y la revolución en movilidad y sobre todo por la velocidad a la que se producen los cambios", ha dicho.

"No podemos avanzar solos. Los fondos europeos tienen un carácter estratégico", ha señalado Marian Arilla, directora del estudio realizado por Idom, que ha anticipado que previsiblemente se publique esta semana el PERTE del vehículo eléctrico, el primero que se aprobó por el Gobierno, dotado con 4.300 millones y que movilizará inversiones privadas por valor de 19.000 millones de euros. 

"Aragón es una región líder en España y habría que reflexionar sobre la necesidad de crear una gobernanza eficiente para concretar todas esas infraestructuras de apoyo necesarias para adaptar el sector a los cambios hacia la nueva movilidad", así como a la necesidad de tener los centros de producción de algunos componentes más cerca para evitar crisis de suministro como la de microchips o la falta de materias primas. 

Los retos, ha señalado Arilla, son mejorar la productividad, retener el talento y crear un entorno atractivo para atraer inversiones y para ello, ha definido una estrategia con cinco ejes: conseguir tener empresas excelentes, incrementar el soporte tecnológico de las mismas, insistir en la formación continua del personal, mantener las inversiones y dar mayor visibilidad a un sector clave. Asimismo, ha reiterado que para dirigir esta estrategia, hace falta una gobernanza sencilla y eficiente que impulse todo esto.

"En la atracción y mantenimiento de inversiones están todas las regiones. Todas están en la misma carrera", ha indicado Arilla poniendo el acento en que Aragón está en el top 5 de las  comunidades autónomas españolas en las que el sector tiene un gran peso específico junto con Castilla León, Cataluña, Galicia, y Comunidad Valenciana. "Igual que ha hecho Aragón atrayendo a grandes empresas tecnológicas como Amazon o despuntando en el sector agroalimentario, ha de poner en valor su industria automovilística, apoyándose en otros sectores como el tecnológico y energético, además de aprovechar su experiencia de primer nivel en tecnologías del hidrógeno". 

La coordinadora del estudio de Idom ha insistido en que "el corto plazo es determinante. Hay que actuar rapido y hacerlo ya".

Por otra parte, debido a la falta de semiconductores la dirección de Stellantis ha anunciado que suspende el turno de tarde y el de noche de fabricación en la línea del Corsa.