Heraldo del Campo

Investigación

Los druidas del siglo XXI trabajan en laboratorios

El proyecto ‘Druida’, en el que participa el CITA, tiene como objetivo controlar la expansión del muérdago, una planta semiparasitaria, en los pinares turolenses.

Druida es uno de los once proyectos de investigación del CITA de la convocatoria FITE 2021.
Druida es uno de los once proyectos de investigación del CITA de la convocatoria FITE 2021.
CITA

En las antiguas culturas celtas, los druidas, intermediarios entre los humanos y las divinidades, eran las únicas personas que tenían acceso a algunas plantas consideradas sagradas. Una de las más habituales, y con mayor arraigo, es el muérdago, una planta asociada a diversas tradiciones y que es símbolo de prosperidad y de relaciones amorosas duraderas.

Sin embargo, esta planta tiene una cara algo menos agradable. Y es su carácter semiparásito. El muérdago crece en los árboles a los que parasita y debilita ya que no permite que el árbol aproveche todas las sustancias para su desarrollo. Así, si bien la presencia de esta planta no suele ser causa directa de la muerte de los árboles, sí que provoca que puedan verse más afectados, por ejemplo, por inclemencias meteorológicas como una sequía extrema, enfermar con más frecuencia y de manera más severa.

Además de su color verde ácido, uno de los rasgos más característicos de esta planta son sus frutos: unas bayas no comestibles que cuando están inmaduras son verdes y cuando maduran son translúcidas, de color blanco o amarillo.

La masiva expansión del muérdago en los bosques a lo largo de las últimas dos décadas ha despertado la preocupación de los gestores forestales de Aragón. Por ello, como si de druidas del siglo XXI se tratase, y armados con tubos de ensayo en lugar de con pequeñas hoces, alrededor de una decena de científicos encabezados por el investigador de la Unidad de Recursos Forestales del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA), Domingo Sancho, van a tratar de ayudar a los gestores forestales a "frenar y controlar" la expansión del muérdago en los bosques de pinos de la provincia de Teruel.

"Queremos aprovechar los compuestos del muérdago para producir materiales"

Se trata del proyecto ‘Druida’ cuyo nombre completo es ‘Amenaza, gestión y valorización del muérdago en pinares de Teruel (Druida)’. Este es uno de los once proyectos correspondientes a la convocatoria del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE) 2021. Estos proyectos están dotados con un total de 1,4 millones de euros, de los que 140.000 euros se destinan al ‘Druida’, y tienen una duración de tres años. Todos ellos se centrarán en productos y sectores estratégicos para la provincia bajoaragonesa.

"El objetivo del proyecto no es eliminar el muérdago ya que es una planta que sirve de alimento a algunos insectos y pájaros, pero si queremos averiguar posibles métodos de gestión y control de esta planta", explica Domingo Sancho. Para ello, los investigadores se basarán en bibliografía ya publicada. Asimismo, se apoyarán en el uso de drones para identificar la localización y la cantidad de muérdago existente en los bosques de Teruel, así como en sensores LIDAR y multiespectrales para estudiar el funcionamiento fisiológico de los árboles afectados.

Actualmente, el muérdago se extrae de manera manual, lo cual supone que el control de esta planta tenga un coste muy elevado. Por ello, el proyecto tratará de buscar "métodos de extracción mecánica" que pueda abaratar este coste y, por otro lado pero en este mismo sentido, se tratará de averiguar qué nivel de aprovechamiento y revalorización tiene el muérdago extraído. "Trataremos de identificar los compuestos bioactivos del muérdago pueden utilizarse en materiales biobasados", añade Sancho.

Otra de las líneas de trabajo de este proyecto consistirá en la conocer cómo puede afectar la presencia de esta planta semiparasitaria en un contexto de cambio climático, especialmente en "su relación con la aridez".

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