Coronavirus

Aragón abre una nueva etapa sin restricciones y sin mascarilla en exteriores desde el jueves

Los expertos creen que la decisión es prematura debido a la alta incidencia y el número de ingresos.

Varias mujeres con mascarilla, ayer en uno de los bancos de la plaza de España de Zaragoza
Varias mujeres con mascarilla, ayer en uno de los bancos de la plaza de España de Zaragoza
Francisco Jiménez

Aragón ha entrado de lleno en una nueva fase de la pandemia. Ayer inauguró el nivel 1 de alerta desprendiéndose de las restricciones de horarios y aforos en hostelería y ocio nocturno y desde el próximo jueves, la mascarilla dejará de ser obligatoria en exteriores. La medida, anunciada por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se aprobará el martes en Consejo de Ministros y se publicará el miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El Gobierno tomó esta decisión a finales de diciembre para frenar la expansión de la variante ómicron, y aunque su fin llevaba semanas sobre la mesa, el momento elegido –apenas unos días después de la convalidación del decreto ley en el Congreso de los Diputados– no convence a los expertos, que ven "prematuro" desprenderse de ella con una incidencia de más de 1.315 casos por cada 100.000 habitantes a siete días, 2.223 positivos en las últimas horas y 65 aragoneses en uci.

Lo importante, a juicio de José Ángel Carretero, jefe del servicio de Neumología del Hospital Royo Villanova, es que se mantenga en interiores y terrazas donde no se pueda guardar la distancia de seguridad. Aunque al aire libre "no tiene mucho sentido", sí cree conveniente mantener esta medida de protección en todos aquellos lugares en los que puedan producirse aglomeraciones.

De la misma opinión es el director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola. "No habría pasado nada por haber esperado un par de semanas más y haber aguardado a que la incidencia acumulada bajase de los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, tanto con la mascarilla como con el resto de restricciones. Las prisas, hasta ahora, han conducido a malos resultados. La gente no se da cuenta de lo contagiosa que es esta variante", aseveró.

Cree, pese a todo, que la posibilidad de contagiarse al aire libre es "pequeña". El problema está en que esta flexibilización "puede conducir a que la gente se la quite también en interiores", donde, hoy por hoy, sigue siendo imprescindible para evitar contagios.

Mientras, el epidemiólogo veterinario Nacho de Blas se mostró mucho más satisfecho. "Ya iba siendo hora, no tenía sentido. La medida fue desproporcionada y se tomó sin mucho fundamento científico", afirmó. A su entender, hubiera sido "incomprensible" que se hubieran levantado las restricciones y se hubiera limitado el rastreo y, en cambio, se siguiera exigiendo la mascarilla en la calle.

"El contagio nunca se puede descartar en exteriores, pero es mucho menos probable. Se ha perdido, eso sí, una ocasión de oro para hacer pedagogía y hacer ver a la gente la importancia de medidas como esta o el lavado de manos. En Japón llevan cien años con ellas", agregó.

Los expertos creen que la mayor parte de la población se desprenderá de la mascarilla el mismo jueves, ya que para muchos, resulta ya agobiante. Los hay, no obstante, que esperarán a que baje el número de casos y haya una menor presión en los hospitales.

En el plano político había menos dudas. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, ya adelantó el pasado jueves que tocaría desprenderse de la mascarilla en exteriores "más pronto que tarde" y el presidente de Aragón, Javier Lambán, insistió ayer en que es una medida "muy acertada" que contará con todo su apoyo. "Yo ya he dicho que no tengo nada en contra de que se retiren en el exterior. La DGA estará a lo que se decida en el Gobierno de España y, sobre todo, a lo que se vote en el Consejo Interterritorial, en el que están los consejeros de Sanidad y la propia ministra", indicó.

Los argumentos de la Orden

La publicación de la nueva Orden de Sanidad en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) sirvió para confirmar que, pese al fin de las restricciones y a las reclamaciones de los hosteleros, fumar seguirá estando prohibido en terrazas. "Existen evidencias de que cuando alguien fuma o vapea se lleva las manos a la boca y a la cara repetidamente. Si el virus está en sus manos, puede aumentar la posibilidad de transmisión", dice el Ejecutivo. También recuerda a través del Boletín que el tabaquismo "se asocia con un mayor riesgo de muerte e infección" por covid-19.

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