Conferencias 'Puentes de entendimiento' en Zaragoza: "Tras la pandemia, la mirada cosmopolita es ineludible"

Adela Cortina y Javier Gomá han inaugurado este miércoles en Zaragoza el ciclo de charlas organizado por HERALDO y Fundación La Caixa hablando sobre las lecciones aprendidas durante esta crisis.
 

Todas las pandemias se han superado y la de la covid no va a ser una excepción. De esta crisis social, económica y sanitaria, las instituciones y la sociedad tienen que aprender a afrontar el futuro con una "mirada cosmopolita" compatible con un "arraigo a lo local", una actitud que cristalizará a medio y largo plazo y no en un futuro inmediato.

Esta es una de las principales ideas en las que coincidieron este miércoles Adela Cortina, directora académica de la Fundación Étnor y catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia, y Javier Gomá, filósofo, escritor y director de la Fundación Juan March, durante la charla de inauguraron del ciclo ‘Puentes de entendimiento’. Una iniciativa puesta en marcha por HERALDO con la colaboración de la Fundación La Caixa. Durante cerca de hora y media, el auditorio del Caixaforum de la capital aragonesa se convirtió en un ágora en la que se entretejieron reflexiones y experiencias personales.

Si algo dejaron claro también ambos pensadores es que los medios telemáticos han venido para quedarse, pero no para convertirse en el "sucedáneo" ni para sustituir una añorada presencialidad que reivindicaron sin ambages. También proclamaron que es tiempo de buscar sinergias para afrontar dos problemas sociales que se han evidenciado más que nunca en estos ya cerca de dos años: la pobreza y la inmigración.

"Europa ha dado una buena lección con el tema de las vacunas, pero deberíamos haber ido más allá. ¿Qué pasa con África y América Latina?"

"Hemos aprendido poco, deberíamos haber aprendido mucho más". Con esta contundencia inició Adela Cortina una intervención en la que defendió que, frente a retos globales, es necesaria "una mirada cosmopolita, una mente abierta y ver toda la amplitud" sin dejar de preocuparse "por lo local". Mencionó que Europa ha dado "una buena lección" al trabajar conjuntamente en la adquisición de las vacunas, pero debería haber "ido más allá" y fijar su atención en lo que pasa en África y América Latina. En esta línea abogó por "acabar con los tribalismos, localismos y esa manera de cerrar puertas" y apostar por una mirada "amplia y generosa" en la que se aúnen "la prudencia y la justicia" que conducen a "la cordura".

Al papel jugado por Europa también se refirió en la presentación de esta iniciativa Sergi Loughney, director de Relaciones Institucionales del Grupo Fundación La Caixa. "El Estado del bienestar en Europa, a diferencia de otros países como Estados Unidos, y debemos sentirnos orgullosos de ello, ha sido capaz, en unos países más que en otros, de aguantar de una manera fuerte esta crisis social que se ha producido con nuevas brechas y desigualdades", dijo como presentación del debate, moderado por Mikel Iturbe, director de HERALDO. El encuentro contó con la presencia, entre otros, de la presidenta de HERALDO, Paloma de Yarza López Madrazo, y del director del Caixaforum Zaragoza, Ricardo Alfós.

Que la pandemia debe despertar este sentimiento cosmopolita por encima de fronteras y particularidades lo manifestó también Javier Gomá. Consideró que aunque hay "cínicos" que ponen en duda que la sociedad pueda progresar gracias a las lecciones aprendidas, la historia demuestra lo contrario. Este "aprendizaje colectivo" no será a corto plazo, ya que tardará tiempo en cristalizar "en las costumbres y las instituciones" y externamente primero se volverá "a la normalidad de siempre", lo que él llama "la quinta estación".

Una iniciativa puesta en marcha por HERALDO con la colaboración de Fundación "la Caixa"

"En peligro de extinción"

"Esta es la primera experiencia traumática de la Humanidad en su conjunto en que la especie humana se ha visto en peligro de extinción", subrayó Gomá. Y esta "convulsión" ha revalidado el concepto de la "dignidad del hombre" hasta ahora ninguneado incluso por la filosofía. "Existe una sola raza, la humana, y solo un principio, que es la dignidad del hombre, la excelencia de la que todos somos portadores. Ante esta evidencia el gran progreso moral es que no puedes vulnerar la dignidad sin envilecerte", apuntó.

¿Son malos tiempos para el cosmopolitismo? La pregunta la lanzó Adela Cortina con un guiño a Bertolt Brecht. Defendió que, ante una "segunda guerra fría" entre Estados Unidos y China y ante "el neoliberalismo" de unos y el "comunismo capitalista", la voz europea "de la socialdemocracia y la economía social de mercado con sus bases sociales incuestionables" tiene que dejarse oír.

"Esta es la primera experiencia traumática de la Humanidad en su conjunto en la que la especie humana se ha visto en peligro de extinción"

Del escenario mundial, la catedrática valenciana descendió al plano más local. Se mostró crítica. Reprochó que los "tribalismos están exarcebados más en lo político que en lo social" y culpó de ello a unos partidos "que piensan que ganan mucho con esa polarización". Una actitud ante la que hay que responder como "ciudadanos maduros" que "piensen por sí mismos" y "con capacidad de discernimiento", se vote a quien se vote. "Hay que evitar que se nos partidice en cada una de nuestras opiniones y se nos pongan etiquetas", reclamó.

Riesgo de precariedad laboral

El miedo aún presente tuvo su protagonismo. Cortina advirtió que está en juego la democracia liberal social y es el momento de "coger las riendas" para no perder "el afán de libertad". Gomá aludió a la paradoja de que aunque se vive "el mejor momento de la historia en términos materiales y morales", hay un malestar "que se pueda convertir fácilmente en miedo histérico e infundado".

Frente al "virtualismo", Cortina insistió en una "doble vía" en la que coexistan la presencialidad y las nuevas tecnologías. "Los ciudadanos necesitamos las relaciones personales y el cara a cara. Las empresas tienen que ser cercanas y que el ciudadano las sienta como suyas", dijo. Gomá lanzó una advertencia: "Cuidado con esa aparente comodidad del teletrabajo, porque el siguiente paso va a ser la precariedad".

Una iniciativa puesta en marcha por HERALDO con la colaboración de la Fundación La Caixa

EL BUEN CARÁCTER ARAGONÉS Y EL CHISTEL DEL CONFINAMIENTO

Cerca de una hora y media de charla dieron de sí para que Adela Cortina y Javier Gomá protagonizaran momentos distendidos y pequeñas confesiones. La catedrática recordó que, como buena valenciana, de niña solía viajar con su familia a Teruel y a los 11 años Zaragoza se convirtió en la primera "gran ciudad" que visitaba. "Me pareció el nuevo mundo", aseguró con nostalgia.

De este episodio entrañable se trasladó, en otro momento del debate, a su estancia en la capital aragonesa, en plena "batalla" por el trasvase del Ebro, para dar una conferencia. Aunque temía el recibimiento, "porque yo venía de los que piden agua", se encontró con una reacción que puso como ejemplo de lo que debe ser el "acuerdo básico" en torno al diálogo. "Lo dije desde el principio. Luego una señora pidió la palabra y cuando se levantó lo primero que me dijo fue: “Ante todo, bienvenida –relató con una sonrisa–. Y ahora hablamos de todo lo técnico que usted quiera, pero ante todo me parece fundamental esta acogida y esta relación personal".

Por su parte, Javier Gomá, que se mostró optimista ante los tiempos que corren, se lanzó a contar un chiste del confinamiento: "Estando encerrados en casa, el otro día me encontré a mi mujer. Me pareció bastante simpática". Una gracia perfectamente elegida para la ocasión. A partir de ella reflexionó sobre cómo durante esos meses encerrados en los hogares, casi como en la cueva de Platón, se pudo disfrutar del "placer pendiente de tomar posesión de uno mismo con serenidad y tiempo".

Asistentes al encuentro celebrado este miércoles en el auditorio del Caixaforum de Zaragoza
Asistentes al encuentro celebrado este miércoles en el auditorio del Caixaforum de Zaragoza
Oliver Duch

El director de la Fundación Juan March también se ganó el espontáneo aplauso del público cuando se lamentó de que internet se los "ha hurtado" a quienes, como él, trabajan detrás de una pantalla. "Internet está bien para los actos en directo, pero no en vivo. Los filósofos –lamentó con humor– estamos llenos de resentimiento. A los actores se les aplaude al acabar su trabajo y qué decir de los directores de orquesta, a los que se les aplaude dos veces". Y continuó, con ironía, que a él, después de seis horas y un párrafo escrito, le "llaman para poner la mesa o ir a la farmacia". Como compensación, las palmas acompañadas de algunas risas resonaron durante unos instantes.

Al hilo de recobrar la atención presencial en todos los ámbitos, en la charla se coló la brecha digital y su impacto en el acceso de las personas mayores a la banca por internet que se ha agravado en los últimos tiempos. A ella se refirió Adela Cortina, que recordó la campaña emprendida por un paisano suyo en protesta por una digitalización financiera que excluye a la tercera edad. Aunque solo se trató de un pequeño comentario, aseguró que le "parece razonable" su reivindicación.

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