Heraldo del Campo

Alimentación

Abonados a la innovación y a la economía circular

Feltwood ha recibido uno de los bonos tecnológicos de Itainnova, un apoyo económico que permitirá a la empresa aragonesa avanzar de manera más rápida en sus desarrollos y análisis.

Parte del equipo de Feltwood, la empresa aragonesa que ha recibido los bonos tecnológicos.
Parte del equipo de Feltwood, la empresa aragonesa que ha recibido los bonos tecnológicos.
Feltwood

Itainnova ha concedido a la ‘start-up’ aragonesa Feltwood uno de sus bonos tecnológicos. Se trata de una ayuda de 10.000 euros que permite a la empresa destinar el doble de esa cantidad al "avance en análisis así como en diversos servicios y desarrollos", apunta la directora de Desarrollo de Negocio de Feltwood, Luzía Botella, quien incide en que este tipo de apoyos "es muy importante para el desarrollo y la implementación de nuestros materiales ya que, para una empresa emergente como la nuestra es imposible realizar todo tipo de ensayos de forma interna. Poder contratarlos en un mismo centro tecnológico que tiene tanta amplitud de oferta nos facilita mucho el proceso".

La responsable de Desarrollo de Negocio de Feltwood explica que "gracias a la flexibilidad que nos han ofrecido en Itainnova, a pesar de nuestros recursos limitados, hemos podido obtener resultados importantes en la caracterización de nuestros materiales y en la optimización de los procesos de producción".

Feltwood es una ‘start-up’ española, con sede en el Centro de Empresas e Innovación de Aragón (CEEIAragón) de Zaragoza, que ha creado un proceso innovador para producir materiales industriales ecológicos. Ha desarrollado una tecnología patentada para fabricar materiales industriales biodegradables a partir de residuos vegetales. El reto que esta ‘start-up’ plantea es buscar una solución a la realidad en la que "materiales no biodegradables, como el plástico, tardan cientos de años en degradarse y se acumulan en la naturaleza. Sólo en los océanos, la ingesta de residuos de plástico provoca la muerte de 100.000 mamíferos marinos al año y es que ya hay un kilo de plástico por cada tres kilos de peces. A este ritmo, en 2050 habrá más plástico que peces", estiman desde Feltwood.

Para lograrlo, en esta empresa llevan a cabo un proceso que explica Luzía Botella: "Aprovechando lo que no nos comemos de la lechuga, de la alcachofa y de muchos otros residuos agrícolas, que por supuesto no sirven para consumo humano y que en muchos casos no se pueden usar ni siquiera para alimentación animal. Mediante un proceso industrial fabricamos un material propio, denominado ‘feltwood raw’, que tras un proceso de transformación que hemos patentado, ese material se procesa y se obtienen productos finales sin añadir ningún plástico, adhesivo ni aglomerante. Nuestros materiales son una alternativa a los plásticos".

Un ejemplo de lo que fabrica la ‘start-up’ con su material.
Un ejemplo de lo que fabrica la ‘start-up’ con su material.
Feltwood
"Es muy probable que en 2022 podamos realizar una pequeña producción"

Con el material de Feltwood pueden fabricarse productos muy diversos que podrían emplearse, por sus características de resistencia, durabilidad y versatilidad en casi cualquier sector, desde la alimentación a la construcción o al de los juguetes, pero debido a un reciente "cambio estratégico" que ha afrontado la empresa, han decidido concentrarse en dos de ellos: bandejas para alimentos y cubiertos desechables. "Como el plástico nuestro material se puede moldear, y como la madera, se puede pintar, cortar, mecanizar... El producto final es renovable, reciclable y biodegradable", indica Botella.

Tres proyectos diferentes

Desde sus instalaciones trabajan actualmente en tres proyectos con diversos objetivos. Entre ellos, destaca el proyecto Agrocirc, una iniciativa que arrancó en marzo de 2020 financiado con Fondos Feader de la Unión Europea a través del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Aragón y que tiene un plazo de desarrollo de cuatro años. En este proyecto Feltwood trabaja junto a diversas empresas, cooperativas y centros de investigación de la comunidad y que tiene dos ámbitos de actuación. De una parte, la gestión eficiente de recursos naturales y de inputs mediante la revalorización de los subproductos agrícolas que poseen los socios beneficiarios; por otro, la protección del medio ambiente, con un proyecto que se basa en la economía circular, por un lado, revalorizando los subproductos transformándolos en un bioenvase (sin consumo de nuevas materias primas) para uso en el propio sector, cerrando el círculo y reduciendo el consumo de plásticos en la industria alimentaria. Con esto se cumplen los objetivos estratégicos del plan de acción España Circular 2030.

En la actualidad, recuerda que "hemos validado la tecnología en laboratorio y en nuestra planta piloto. Actualmente estamos en negociaciones con varias empresas europeas para llevar a cabo un proyecto industrial que nos permita, finalmente, escalar nuestro proceso. Es muy probable que en 2022 podamos realizar una pequeña producción", apunta Botella, que hace un balance "muy positivo" del año 2021, en el que Feltwood pasó de ocho a doce trabajadores y que afronta 2022 con las miras puestas en seguir avanzando en los proyectos que ya tienen en marcha y en arrancar una nueva iniciativa que podría materializarse en 2023.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión