Heraldo del Campo

Seguros agrarios

Los daños que caen del cielo

Los fenómenos climatológicos adversos son cada vez más constantes y dejan más daños. Solo en 2021, las indemnizaciones de Agroseguro en Aragón superaron los 73 millones. No fue una excepción. Se lleva repitiendo en los últimos cinco años.

heladas
Recién estrenada la primavera, el termómetro se desplomó sobre los cultivos frutícolas del Bajo Cinca, una de las mayores zonas productoras de Aragón, poco acostumbrada a las heladas primaverales.
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Los agricultores siempre miran al cielo. Pero en los últimos años lo hacen con mayor preocupación, porque si el tiempo no siempre ha sido un buen aliado, desde 2017 parece haberse convertido en uno de sus mayores enemigos.

Solo hay que echar un vistazo a lo ocurrido el pasado año. Apenas había comenzado 2021 cuando llegó (casi al mismo tiempo que la festividad de Reyes) Filomena, una profunda borrasca, totalmente excepcional para medio país, que quedó cubierto por un manto blanco cuyos espesores medios llegaron a alcanzar entre 30 y 50 centímetros y que trajo tras de sí una ola de frío que se prolongó durante toda la semana dejando temperaturas extremas en Aragón, como las -26,5 ºC que llegaron a registrarse en la localidad turolense de Torremocha de Jiloca.

No habían pasado ni dos meses cuando recién estrenada la primavera, el termómetro se desplomó sobre los cultivos frutícolas del Bajo Cinca, una de las mayores zonas productoras de Aragón, poco acostumbrada a las heladas primaverales. La huella de soportar durante horas los termómetros bajo cero se tradujo en pérdidas millonarias para desesperación de los agricultores que de Fraga, Belver, Velilla, Zaidín, Osso, Torrente... -la práctica totalidad de los municipios de la ribera del Cinca- que veían como ni siquiera los sistemas antiheladas conseguían minimizar el impacto del brusco descenso de las temperaturas a pesar de estar trabajando sin descanso. Una helada "excepcional y diferente", como la calificaron los agricultores, que llegó en el momento más inoportuno, en plena floración, con los frutos ya en el árbol y, en algunas especies como la cereza, cuando apenas quedaban 30 días para comenzar la recolección.

Con el verano llego la piedra. Esa que cae del cielo, helada, y que puede llegar a alcanzar el tamaño de una "pelota de ping pong", como tan gráficamente suelen explicar los afectados. Las tormentas de granizo -tan habituales en Aragón- fueron una constante durante prácticamente todo el verano, convirtiéndose así en el riesgo más dañino para los cultivos aragoneses durante el pasado año.

Y por si no fuera suficiente, el estío se despidió con (demasiado) abundantes precipitaciones. La entrada a primeros de septiembre de una DANA (depresión aislada en niveles altos) por el oeste de la península ibérica dejó precipitaciones muy intensas y tormentas generalizadas por las tres provincias aragonesas. Inundó poblaciones y carreteras y, de nuevo, hizo mella en los cultivos.

Por si no fuera poco, 2021 se despidió además arrasando buena parte de los cultivos de la ribera del Ebro. El río volvía a mostrar su poder destructor con una avenida extraordinaria en la que los agricultores se llevaron la peor parte para evitar que la incontrolable masa de agua llegará a afectar a las poblaciones. Por miles se contaron las hectáreas dañadas.

Aunque con menor intensidad, el pasado año se contabilizaron también siniestros por sequía y, como lleva sucediendo desde hace años y cada vez en mayor número de cultivos, son cada vez más el número de hectáreas que declaran pérdidas por la presencia de voraces conejos en sus producciones.

Daños provocados por nieve, hielo, pedrisco, lluvias, fauna cinegética e inundaciones en 2021.
Daños provocados por nieve, hielo, pedrisco, lluvias, fauna cinegética e inundaciones en 2021.
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No tienen demasiadas armas los agricultores y ganaderos aragoneses para protegerse de esos daños que les caen del cielo. Cuentan, eso sí, con una herramienta, el seguro agrario, que desde hace 42 años ofrece cobertura al sector frente a los daños causados en las producciones agrícolas y ganaderas por siniestros de diversa naturaleza. Una herramienta que se ha hecho más necesaria que nunca ante unas condiciones climáticas extremas y cambiantes que, cada vez con más intensidad, y en mayor territorio provocan perjudiciales efectos sobre las cosechas.

Buena prueba de ello son las cifras que han alcanzado las indemnizaciones por siniestros durante el pasado ejercicio. Casi 74 millones de euros ha abonado Agroseguro en Aragón, donde la superficie dañada supera las 134.000 hectáreas.

Siempre ha tenido claro el sector agrario la importancia y la necesidad de asegurar sus producciones ante todos aquellos factores externos -especialmente los que tienen que ver con los caprichos del clima- contra los que difícilmente pueden actuar. Pero, son muchísimo más conscientes en los últimos años en los que el cambio climático azota sin piedad sus cultivos, un año sí y otro también.

2021 ha sido especialmente siniestro. Las indemnizaciones abonadas por Agroseguro a los agricultores y ganaderos asegurados superan los 73,7 millones de euros. Nada menos que un 24% más que el ejercicio anterior. De la cifra total, 38,9 millones de euros han ido a indemnizar a los productores oscenses, 28,5 millones de euros a los agricultores y ganaderos de la provincia de Zaragoza y 6,3 millones los han cobrado los afectados de Teruel.

Por producciones, destacan las indemnizaciones abonadas a los fruticultores asegurados, que cerraron la pasada campaña con 36,6 millones de euros en indemnizaciones, tras sufrir graves siniestros a causa de las heladas y el pedrisco durante la anterior campaña. Destacan, además los daños sufridos por los herbáceos extensivos (8,2 millones), la uva de vino (6,2 millones) y la cereza (3,2 millones). En todas estas producciones los daños por pedrisco han sido mayoritarios, aunque se ha notado también el impacto de las heladas invernales y primaverales, así como de las tormentas de lluvia o las inundaciones. En el caso de los seguros pecuarios, los daños registrados por ganaderos aragoneses se han situado en 16,5 millones de euros y el resto de indemnizaciones, -hasta completar el total- corresponde a producciones aseguradas en otras líneas de seguro, como hortalizas o cultivos forrajeros, entre otras.

El temor a las heladas primaverales se hace evidente en la contratación

Es el relato de Agroseguro y con él evidencia las históricas cifras alcanzadas el pasado año. Pero lo sucedido en 2021 no es un excepción. Se lleva repitiendo con demasiada frecuencia. Sucedió en cuatro de los cinco últimos ejercicios (2017, 2018, 2020 y 2021), que, junto a 2012, se han convertido en los de mayores indemnizaciones en los 42 años de historia del sistema español de seguros agrarios combinados.

Daños provocados por nieve, hielo, pedrisco, lluvias, fauna cinegética e inundaciones en 2021.
Daños provocados por nieve, hielo, pedrisco, lluvias, fauna cinegética e inundaciones en 2021.
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"Lo que estamos observando con carácter general es que los fenómenos meteorológicos adversos son cada vez más frecuentes, más virulentos y afectan a mayor extensión", destaca el director territorial de Agroseguro en Aragón, Juan Cruzán, que califica 2021 como un "año tremendo", con más de 136.000 hectáreas declaradas por siniestro. Una superficie "brutal", que, matiza, corresponde a cultivos asegurados, por lo que la cifra será mayor teniendo en cuenta aquella superficie afectada que no dispone de cobertura.

Mucho tiene que ver el cambio climático. Tanto, que Cruzán reconoce que para analizar la evolución de los siniestros las series históricas "comienzan a no servir" y se va haciendo cada vez más necesario echar mano a "las tendencias", porque lo que está ocurriendo en los últimos años nada tiene que ver y es "completamente diferente" a lo vivido a lo largo de los 42 años de historia del seguro agrario.

Un riesgo que parecía olvidado

Prueba de ello es el incremento del riesgo de heladas primaverales que está sufriendo Aragón. "Esto ya lo han advertido los expertos y las universidades del norte de Europa, que aseguran que se está viendo cómo el deshielo está provocando un cambio de las corrientes de aire que van a traer heladas primaverales a la Comunidades", detalla el director de Agroseguro. Unas temperaturas bajo cero en los meses de marzo y abril de las que apenas se tenía noticia en este territorio y que el pasado año dejaron al Bajo Cinca, la Litera o Calatayud prácticamente sin cosecha.

"Tenemos mucho miedo en los frutales al pedrisco, porque el valle del Ebro es una de las zonas del mundo en las que más apedrea, pero se nos había olvidado el riesgo a la helada y el año pasado tuvimos que vernos cara a cara con la realidad: el riesgo de la helada primaveral", insiste Cruzán.

Los fenómenos adversos son cada vez más virulentos, más frecuentes y más extensos

Este temor se hace visible en la contratación. Precisamente en este momento en el que está abierto el proceso para realizar el aseguramiento en los cultivos frutícolas, Agroseguro está percibiendo "la preocupación" de los agricultores, más proclives ahora a aumentar las coberturas ante los efectos que produce el desplome de las temperaturas poco antes de comenzar la campaña. "Los productores de fruta contrataban lo que se llama ‘módulo 2’ que cubre todos los riesgos. Lo que ocurre es que este módulo tiene una serie de coberturas y eran más elevadas en pedrisco y no tanto en helada porque no le temíamos tanto. Pero ahora estamos poniendo más interés en poner máximas coberturas para este siniestro", explica Cruzán. Porque, insiste, "como sucede en cualquier otro seguro, la percepción que cada uno tiene del riesgo hace que se asegure más frente aquello que incidir y perjudicar más en tu economía y en tu vida".

Esta inquietud no solo la viven los fruticultores. En cereal, cultivo que se asegura "muchísimo" frente al pedrisco y no tanto frente a sequía, también se comienza a prever una vuelta a los seguros de grandes coberturas porque la percepción actual es que "puede pasar cualquier cosa y nada está garantizado", señala.

Daños provocados por nieve, hielo, pedrisco, lluvias, fauna cinegética e inundaciones en 2021.
Daños provocados por nieve, hielo, pedrisco, lluvias, fauna cinegética e inundaciones en 2021.
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Poco, pero cuando hacía falta

La ausencia de precipitaciones no ha sido en 2021 el principal de los problemas del campo aragonés. No significa por eso que no haya habido sequía y que esta no haya figurado entre los siniestros más reclamados. Su presencia afectó el pasado año a 15.824 hectáreas.

"La sequía siempre está ahí porque nos encontramos en el valle del Ebro, una zona que no registra grandes pluviometrías", afirma el director territorial. Lo que ha ocurrido, señala Cruzán, es que la impresión es engañosa, porque aunque no ha llovido tanto como parece "la lluvia ha caído cuando tenía que caer favoreciendo una buen desarrollo del cereal". Por eso, las coberturas frente a sequía siguen siendo importantes porque siempre hay temor a este riesgo. Y lo que se vaticina no es precisamente halagüeño. Son numerosos los expertos que llevan tiempo advirtiendo que el cambio climático va a provocar una disminución de lluvias en la Comunidad, especialmente en la zona central donde se concentra gran parte de la superficie ocupada por el cereal.

Los seguros tendrán que ir adaptándose también a una realidad cambiante

Por eso, y ante estos escenarios, el seguro agrario se presenta como una "gran herramienta de gestión de riesgos", asegura Cruzán. Una herramienta necesaria no solo para los agricultores, sino "para la sociedad entera", matiza. Porque, señala el director de Agroseguro en Aragón, cuando se habla de más de 70 millones en indemnizaciones, se está hablando de "dinero que permite a los agricultores y ganaderos mantener su economía, invertir y gastar, pero también de un dinero que llega a las comarcas, en las que mueve riqueza y fija población".

Asegura el director territorial que "el seguro agrario nadie lo discute, da lo mismo la tendencia política o el subsector y las compañías aseguradoras", aunque reconoce que hay líneas a las que se les resiste una mayor penetración. Cita entre ellas algunas coberturas ganaderas y las pólizas dedicadas a cultivos como el olivar o el almendro, producciones que en la mayoría de las ocasiones no son el ingreso principal del agricultor. "Ahí tenemos que trabajar más", señala.

Daños provocados por nieve, hielo, pedrisco, lluvias, fauna cinegética e inundaciones en 2021.
Daños provocados por nieve, hielo, pedrisco, lluvias, fauna cinegética e inundaciones en 2021.
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Reconoce también que los seguros tendrán que ir adaptándose a una realidad cambiante, marcada por unas "condiciones climáticas extremas y cambiantes que causan perjudiciales efectos en les cosechas". Para ello, señala, tendrán que dotarse de herramientas técnicas y económicas que permitan hacer frente a los riesgos y continuar siendo rentables.

"En eso estamos todos", afirma, aunque asegura que no hay, de momento, un camino trazado por el que tendrán que transitar los seguros del futuro. "Estamos todos expectantes y todos tendremos que hablar para alcanzar esa viabilidad técnico-económica, porque indudablemente vamos hacia un futuro de mayor siniestralidad", concluye.

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