La covid agudiza una falta de recursos crónica en Aragón en una Atención Primaria al límite

Los centros de salud asumen el 85% de la carga asistencial en la ola más dura y en situación de saturación permanente. De muro de contención de la pandemia pasaron a gestionar la campaña de vacunación y el seguimiento y rastreo de casos.

CENTRO DE SALUD LA JOTA ( ZARAGOZA ) / ATENCION PRIMARIA / 18/01/2022 / FOTO : OLIVER DUCH[[[FOTOGRAFOS]]]
Centro de Salud La Jota de Zaragoza

Los profesionales sanitarios de Atención Primaria reconocen estar "agotados, exhaustos y desanimados" tras una pandemia provocada por la covid que se alarga ya demasiado en el tiempo y que agudiza la falta crónica de recursos que sufren. Con las bolsas de profesionales de enfermeros y médicos a cero, la situación podría empeorar en los próximos años ante la jubilación de un tercio de los facultativos, sin que se asegure la reposición de efectivos por el volumen de plazas mir que se convocan. En esta séptima ola en Aragón, los centros de salud asumen más del 85% de la carga asistencial, lo que agrava la situación de saturación permanente y tensiona un sistema cada vez más colapsado.

El coronavirus irrumpió en marzo de 2020 como un virus desconocido al que hubo que hacer frente sin casi medios ni información. Los ambulatorios se blindaron desde el minuto 0 de la crisis sanitaria para evitar su propagación. Se instalaron mamparas, plásticos o sillas para mantener una distancia prudencial en el mostrador de información, se recomendó a los pacientes que limitaran las consultas priorizando la atención telefónica, había triaje en el acceso y zonas de aislamiento ante sospechas de coronavirus. 

Cada centro de salud se adaptó como pudo a esta insólita situación. Murió José Luis San Martín Izcue, médico de Familia del centro de salud San Pablo de Zaragoza, a los 55 años por covid. En el medio rural hubo que echar mano de la imaginación y ocupar espacios que tenían otro uso para conseguir el doble circuito. Los 123 centros de salud actuaron como ‘barrera de contención’ en la lucha contra la pandemia.

Cuando esa primera onda epidémica dio un respiro, el plan de desescalada apostaba por mantener una intensa vigilancia epidemiológica. En ese momento se acuñó el término ‘rastreadores’ para definir a los equipos que seguirían la pista de los contactos de un contagiado para romper la cadena de transmisión. En el primer verano de la covid, se vio necesario que la Primaria adoptara un papel más relevante de contención y seguimiento de la enfermedad, con la realización de pruebas como una de las armas principales para luchar contra el virus.

Al inicio del verano de 2021, la Consejería presentó dos planes para mejorar la accesibilidad de la población en las consultas ordinarias, de manera que el paciente pudiera elegir si quería una consulta en persona o telefónica, como para reorganizar la Atención Continuada en la ciudad de Zaragoza, la que se presta fuera del horario ordinario. El déficit de facultativos obligó a reconsiderar un modelo que "no era sostenible". La medida suscitó rechazo vecinal y sindical al considerar que recortaba la atención sanitaria y que podría conllevar una saturación de las urgencias.

"Necesitamos elevar la autoestima de los profesionales con el apoyo incondicional de los responsables sanitarios"

"Sobrecarga" de trabajo

Desde hace un año, los equipos de Enfermería asumen la campaña de vacunación. En Aragón se han administrado más de 2,6 millones de dosis, lo que da idea del ingente trabajo que se ha venido realizando. Y que se sigue haciendo. A esto se suma la toma de muestras de PCR y test de antígenos, las consultas habituales y visitas a domicilio y otros procedimientos y trámites, como la solicitud del pin para acceder al portal de Salud Informa o la ingente tramitación de las bajas laborales. 

"Los que estamos tenemos que hacer frente a lo que hay", indica Pilar Navaz, secretaria autonómica del Sindicato de Enfermería Satse. La situación es "caótica", afirma, y "el principal problema es la falta de recursos humanos", que se agrava por las bajas por covid. Satse impulsará movilizaciones en febrero en defensa del sistema sanitario y de sus profesionales.

Una estampa ya habitual frente a los centros de salud ha sido la de largas colas de pacientes, por la dificultad añadida de contactar con muchos centros de salud. Y los profesionales aseguran, además, que esta ha sido la "peor ola" de la pandemia, que ha "desbordado" el primer nivel del sistema sanitario y que llegó en una época especialmente difícil marcada por las bajas, las libranzas del personal y el fin de los contratos covid, que obliga al personal a asumir citas de compañeros, a doblar turnos o a posponer vacaciones. 

"El sistema sanitario público aragonés sufre no solo las consecuencias de la epidemia sino también la descapitalización humana y económica durante muchos años"

Esta sobrecarga de trabajo, subraya el presidente del sindicato de médicos de Atención Primaria (Fasamet), Leandro Catalán, "ha dejado una marca muy difícil de olvidar". Y añade: "Necesitamos elevar la autoestima de los profesionales con el apoyo incondicional de los responsables sanitarios". En Atención Primaria en Aragón trabajan unos 1.400 médicos de Familia y 330 médicos de Atención Continuada, así como 275 pediatras. Hay 1.600 enfermeros además de matronas, odontólogos, higienistas, administrativos, celadores, trabajadores sociales y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE). En total, 5.000 profesionales aproximadamente.

Tal fue la sobrecarga desde la segunda quincena de diciembre, que el Departamento de Sanidad arbitró una serie de medidas para descongestionar la Primaria, como habilitar puntos para la realización de PCR en los principales hospitales zaragozanos o posibilitar que los ciudadanos pudieran declarar su positivo en coronavirus por autotest, permitiendo que se pudiera dar el alta en el mismo proceso. Los profesionales aseguran que ya ha bajado ligeramente el ritmo de actividad, aunque siguen estando "sobrepasados".

"La situación es muy grave", valora Ángel Vicente Molinero, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria en Aragón (Semergen). A su preocupación como médico se une su inquietud como ciudadano: "El sistema sanitario público aragonés sufre no solo las consecuencias de la epidemia sino también la descapitalización humana y económica durante muchos años". "La respuesta tiene que partir de los profesionales, de la Administración y de la población, que son los tres actores que tienen que decidir qué tipo de Atención Primaria", con una "dotación presupuestaria clara y explícita y una política de recursos humanos que se adapte a las peculiaridades del territorio". 

"Hay que invertir en educación sanitaria para reducir la demanda por casos banales", reitera Luis Miguel García, presidente de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (Samfyc), quien apuesta por reestructurar la Primaria: "Seguimos con un modelo de los años 80 que no tiene nada que ver con la atención del siglo XXI".

Más información sobre el coronavirus en Aragón.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión