Aragón

Bielsa exige demoler las instalaciones que queden sin uso

Se trata de un ibón situado a 2.400 metros que, como tantos otros en el Pirineo, fue represado para su aprovechamiento energético. Allí siguen el muro de hormigón y la central.

El ibón de Urdiceto, represado, donde está la central hidroeléctrica revertido y cuya viabilidad se estudia ahora.
El ibón de Urdiceto, represado, donde está la central hidroeléctrica revertido y cuya viabilidad se estudia ahora.
Ayuntamiento de Bielsa

Todas las centrales recuperadas desde 2013 son explotadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro, salvo la de Urdiceto, en Bielsa, cuya viabilidad está actualmente en estudio. Los procesos administrativos de extinción deben determinar si el Estado sigue explotándolas como lo hacían las eléctricas o si lo conveniente es no revertir, al resultar inviable su mantenimiento, bien por razones económicas o medioambientales. En estos casos la CHE exigiría la demolición de las infraestructuras localizadas en el dominio público hidráulico.

Otro ejemplo es la central de Ecay (Navarra), cuya resolución de extinción en 2020 determinó que no procedía la reversión por estar en la Red Natura 2000 y no ser rentable económicamente.

El alcalde de Bielsa, Miguel Noguero, pedirá que se aplique la normativa y se proceda a la demolición de las instalaciones de Urdiceto si esta no vuelve a arrancar. Se trata de un ibón situado a 2.400 metros que, como tantos otros en el Pirineo, fue represado para su aprovechamiento energético. Allí siguen el muro de hormigón y la central.

Hace 15 años se acometió un ambicioso plan de limpieza de los ibones afectados por antiguas construcciones hidroeléctricas. Once lagos de alta montaña se libraron del cemento y el hierro gracias a un convenio en el que participaron Endesa, la Fundación Ibercaja, el Gobierno de Aragón y los ayuntamientos de Canfranc, Sallent de Gállego, Panticosa, Bielsa y Montanuy. Se actuó en los ibones de Ip, Arriel, Respomuso, Campoplano, Azul Bajo, Bachimaña, Bramatuero, Brazato, Marboré, Llauset y Urdiceto. En este se retiraron restos de viejas edificaciones y elementos utilizados en la construcción, pero quedaron las instalaciones usadas para seguir produciendo energía hidroeléctrica. "Si ese ya no va a ser su uso, queremos que Urdiceto se restituya a su estado original", señala Noguero.

Bielsa es uno de los municipios que más ha luchado para conseguir compensaciones por la reversión. Litigó pero renunció a los recursos tras las sentencias en contra. Ahora la esperanza está puesta en la vía política. Una de las soluciones pasa por obtener algún beneficio de la ocupación de monte público cuando la CHE ceda la explotación a una empresa, considerando además las servidumbres para el caudal del río.

El Ayuntamiento se ha negado a otorgar licencia de obras para mejoras en la central de Barrosa con el argumento de que no consta autorización de ocupación del monte de su propiedad, una vez revertida. "No negamos que las instalaciones ahora sean de la CHE, pero el suelo por el que pasan las tuberías es del municipio", defiende Miguel Noguero.

El Inaga está tramitando actualmente un expediente que valora la ocupación en 17.000 euros al año, y es solo sobre un 20% de los terrenos afectados. El proceso está por concluir, pero el alcalde lo valora como "un gran paso". "Si seguimos adelante, al menos nos compensará lo que hemos perdido", señala en referencia al Impuesto de Actividades Económicas que dejan de ingresar.

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