Medio Ambiente

La riada inunda la huerta de Villafranca y Fuentes y obliga a cortar la A-1107 en Pina

La punta atravesó Zaragoza con 1.292 m3/s y sin provocar daños de relevancia.

La crecida ordinaria el Ebro, a su paso por Zaragoza
La crecida ordinaria el Ebro, a su paso por Zaragoza
José Miguel Marco

La crecida del Ebro inundó ayer la huerta de Fuentes y Villafranca y obligó a cortar por precaución la A-1107 en Pina. Pocas veces una avenida de apenas 1.300 metros cúbicos por segundo había causado tantas afecciones. El problema es que, también en la Ribera Baja, las motas estaban rotas a consecuencia de la riada de diciembre, circunstancia que obligó a municipios como Quinto a echar mano de tractores y excavadoras para reforzar sus defensas y evitar aún más daños a la agricultura local.

"Ha entrado el agua y ha anegado toda la huerta. En dos meses vamos a tener que empezar a regar la alfalfa y las infraestructuras y los caminos están destrozados", afirmó el concejal de Agricultura de Villafranca, Luis Fustero. Esto podría afectar a la cosecha de verano, ya que el Ayuntamiento "no puede asumir el coste de la reparación". "Nos sentimos abandonados. Ahora, lo principal sería reparar la mota para que no haya más problemas en primavera. Cualquier otra avenida ordinaria podría venir y terminar de destrozar todo. Necesitamos que las ayudas lleguen cuanto antes", dijo.

En Fuentes, la huerta también vuelve a estar inundada. "Al haber varias motas rotas ha entrado de lleno. La parte baja está totalmente anegada, prácticamente como en diciembre", afirmó su concejal de Agricultura, Raúl Miguel.

Entonces se vieron afectadas unas 700 hectáreas. Ahora se calcula que serán menos, pero esto no impedirá que se pierdan cultivos enteros de cereales y alfalfa. Tampoco se descarta que haya cogido alguna parcela de cebolla que estuviera ya preparada o sembrada. "Vienen unos meses complicados. Tenemos todo el deshielo aún por delante y, en lo que respecta a las defensas, todos los municipios estamos en la misma tesitura. Veremos si en verano se puede regar", expuso.

En el caso de Quinto ha sido clave el cordón de tierra levantado, a iniciativa del Ayuntamiento, en uno de los caminos, donde había un agujero de en torno a 70 metros. "En una situación normal, esto no tendría que haber generado ningún tipo de complicación, pero como la mota de Talavera está abierta, hemos decidido actuar", dijo su alcalde, Jesús Morales.

Esto podría ayudar a reducir el número de hectáreas afectadas, aunque, al cierre de esta edición, la punta todavía no había alcanzado la localidad. "Por suerte, los daños en riegos y caminos no serán mayores a los que ya teníamos de la última avenida", agregó.

Desactivado el plan municipal

La punta de la crecida pasó ayer por Zaragoza sobre las 9.00 con 1.292 metros cúbicos por segundo, una altura de 3,87 metros y sin provocar mayores afecciones.

Ante esta situación, el Ayuntamiento decidió desactivar el plan municipal de Protección Civil. El autonómico, sin embargo, se mantiene al menos unas horas más hasta que el episodio se dé totalmente por superado.

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