Entre logros, premios y planes

Nuevo año. 2022 ha comenzado al ralentí, al menos aparentemente, con muchas empresas trabajando a medio gas, en unos casos por parones navideños previstos de antemano y en otros por el aluvión de trabajadores de baja laboral por infecciones de covid. En la planta de Opel España (Stellantis) en Figueruelas, que retomó la producción de automóviles el pasado miércoles, hubo que echar mano de trabajadores en ERTE para garantizar la fabricación de los modelos, mientras en otras firmas han seguido su ritmo fabril o de oferta de servicios y en otras muchas ultiman nuevas estrategias o se disponen a poner en marcha actuaciones que marcarán su futuro.

En Inglaterra. La primera multinacional de capital aragonés, Saica, ha publicado esta semana una noticia que vale la pena reseñar. El pasado lunes, día 3, la compañía reseñó un «gran hito» conseguido por Saica Paper, su división de negocio especializada en la producción de papel para cartón ondulado. La fábrica de Mánchester (Inglaterra), conocida internamente como PM-11, había conseguido sumar ya la producción de 4 millones de toneladas de papel desde que se puso en marcha en enero de 2012, lo que da muestras del buen funcionamiento de una instalación que rompió moldes desde el principio, entre otras cosas porque significó la primera gran inversión industrial en esa zona del Reino Unido en muchísimos años. La planta de Mánchester tiene la misión de producir papel para factorías de cartón del grupo (del área de Saica Pack), entre las que destacan las ubicadas en distintos puntos de Escocia. Sacó su primera bobina de papel el 15 de enero de 2012 tras materializarse una inversión de 320 millones de euros con financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI). El concurso del centro de Mánchester permitió a Saica replicar el modelo de integración vertical que ya tenía en España y Francia y que consiste en tener presencia directa en todo el ciclo productivo a través de tres áreas de negocio distintas: fabricación de papel, recuperación de materiales reciclables (Saica Natur) y envases de cartón ondulado.

El premio. La Academia de Inventores es una ‘start up’ zaragozana nacida hace cuatro años que tiene al frente a los emprendedores Jorge Mata y Luis Martín Nuez, sin olvidar que antes estuvo la actual directora gerente del Instituto Tecnológico de Aragón (Itainnova), Ester Borao. Trabajan con chavales en ámbitos directamente vinculados a la ciencia, la mecánica, la robótica y la programación, cuentan con el apoyo de la editorial Edelvives para crecer y se acaban de hacer con un galardón que les permitirá afianzar su actividad. Obtuvieron el primer lugar del premio en el CVC Young Innovator Awards, iniciativa de la Fundación CVC en colaboración con la Fundación Tomillo que tiene como objetivo de facilitar la financiación de empresas establecidas por jóvenes emprendedores en España. El premio consiste en 20.000 euros en concepto de capital a fondo perdido, además del acceso a asesoramiento profesional directo y la integración en la red del fondo CVC Capital Partners. «Cualquier persona que tenga imaginación es inventor», defienden los ingenieros Mata y Martín al hablar de la convicción con la que trabajan, buscando dar a niños y niñas la oportunidad de desarrollar la vocación que ellos también tuvieron un día. Estos dos emprendedores ya aparecieron en la lista de los 50 jóvenes líderes más influyentes del 2020 por la ‘Panafrican Youth Leadership Foundation’.