Rey Melchor: "Teníamos muchas ganas de volver a ver a los niños aragoneses"

Su Majestad de Oriente recorrió anoche junto a Gaspar y Baltasar cientos de miles de hogares dejando infinidad de regalos.

El rey Melchor, ayer, antes del inicio de la cabalgata de Zaragoza.
El rey Melchor, ayer, antes del inicio de la cabalgata de Zaragoza.
FRANCISCO JIMENEZ

Qué raro se me hace verle con mascarilla. Es el signo de los tiempos, supongo...

Ya me gustaría a mí poder lucir mi generosa barba blanca pero, ante todo, tenemos que ser responsables y dar ejemplo. Todo nuestro séquito cumple con lo que nos han indicado las autoridades sanitarias y, aunque este año no hemos podido abrazar a los niños, sí les hemos transmitido igualmente nuestro cariño.

Disculpe la impertinencia pero... Entiendo que son ustedes población de riesgo.

Imagínese, ¡tenemos más de dos mil años! Este largo periplo vital nos ha servido para acaudalar sabiduría, experiencia y, también, para haber atravesado y superado otras pandemias. Así que queremos brindar un mensaje de optimismo y esperanza: estos tiempos de covid también pasarán.

La mascarilla va a juego con sus guantes y su capa, ¡cómo le gusta cuidar los detalles!

Los tres Reyes, en el fondo, somos algo coquetos. Además, no olvide que yo procedo de Persia y allí tenemos unos tejidos que son pura fantasía.

Además, se ve que tiene usted ‘posibles’. No en vano, es el que porta el oro.

Hoy en día se identifica el oro con la riqueza desde una perspectiva muy materialista, pero el resto de regalos que anoche dejamos en el Belén también son muy valiosos.

Ya, pero el incienso y la mirra no se pueden revender por eBay...

Hay que atender a los símbolos, la magia y el espíritu de cada elemento. Quemando incienso se rendía culto antaño a las divinidades en los altares y no hay que olvidar que el recién nacido es el hijo de Dios.

Bien, pero la mirra sí que está desfasada...

Es una sustancia resinosa que sirve para fabricar perfumes y ungüentos. Además, se utilizaba para diluir la tinta en los papiros, lo que simboliza la sabiduría. ¿O no ha leído usted ‘El infinito en un junco’?

Sí, sí, por supuesto. ¡Que Irene Vallejo es amiga! Oiga, entre tanto presente no habrá habido mucho hueco para el carbón este año...

El cargamento de carbón ha sido más bien escaso. Eso nos alegra especialmente porque significa que los niños se han portado muy bien. Nosotros mismos nos sorprendemos de lo precavidos y prudentes que están siendo en estos meses de confinamientos y cuarentenas.

¡Pues riéguenlos de juguetes! ¿O acaso han tenido ustedes también problemas de suministros este año?

Por suerte, contamos con talleres mágicos y fábricas maravillosas en las que nunca falta de nada. No olvide que además de astrónomos somos alquimistas y tenemos facilidad para crear y transformar todo tipo de objetos.

Va a pensar usted que solo le hago preguntas incómodas, pero Melchor significa ‘rey de la luz’. Tiene un nombre poco afortunado ahora que la energía está por las nubes.

No creo que nadie piense en nosotros con una factura en la mano ni nos relacione con los megavatios/hora. Yo me quedo con las caras de entusiasmo de los niños cuando nos ven por la calle y con nuestra propia ilusión de regresar tras un año sin cabalgata.

Qué bonito fue anoche el reencuentro, ¿verdad?

Mire que conocemos niños de todos los rincones del mundo, pero teníamos muchas ganas de volver a ver a los aragoneses, que son muy simpáticos, creativos y con un humor muy socarrón. Algo tozudos, pero nobles.

Eso parece la letra de una jota.

En el folclore aragonés hay mensajes preciosos y muy relacionados con los que nosotros traemos: valorar el presente, no aferrarse a las cosas materiales y esforzarse por un futuro mejor.

No me dirá que escribe coplillas en sus ratos libres.

Con Gaspar y Baltasar algunos ripios improvisamos. ¡Es que el viaje de vuelta hasta Oriente se nos hace larguísimo!

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