tribunales 

Sacrifican unas reses bravas en una finca de Alfajarín

Trabajadores de Medio Ambiente acuden con la Guardia Civil al lugar para ejecutar una orden judicial 

Trashumancia de reses bravas de Teruel a Jaén.
Trashumancia de reses bravas de Teruel a Jaén.
Tomás González

El departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón empezó ayer a sacrificar parte de las 400 reses bravas de una finca situada en Alfajarín por una orden judicial del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 1 de Zaragoza, por la falta de controles sanitarios.

Trabajadores de la DGA estuvieron acompañados por efectivos de la Guardia Civil en el lugar. Asimismo, acudieron el pasado martes a la vivienda del ganadero José María Arnillas y no estaba. Pero luego se negó a firmar la notificación al acudir al cuartel.

Después de que un letrado de la DGA comunicara a la juez la imposibilidad de cumplir la sentencia dictada en 2017, ayer regresaron con su orden judicial para aplicarla.

Críticas de la hija 

La hija del ganadero, Begoña Arnillas, quien figura como dueña de la finca, criticó ayer que hayan empezado el sacrificio de las reses bravas con dardos y algunas agonicen. «No es un tema sanitario sino administrativo», señaló.

El Juzgado de lo Contencioso intentó que las partes negociaran un acuerdo desde 2017, pero ha sido imposible por sus graves diferencias por la regularización de la vacada.

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