Raimundo García-Figueras es un firme defensor de la responsabilidad que las empresas tienen en el desarrollo de su entorno. Esto hace que Ariño Duglass, la entidad de la que es director general y consejero delegado, contemple los ODS en su estrategia. Una visión centrada en la persona que ha desembocado en la Fundación Ariño Smart Hub y que pone de manifiesto la importancia que tienen allí los individuos.

Llegó a la compañía en un momento crítico. ¿Cómo han evolucionado?

El cierre de la misma estaba claramente sobre la mesa. Una empresa sin ánimo, sin visión, desajustada y, por otra parte, con un reconocimiento en su sector altísimo gracias a la labor de su fundador, Mariano Ariño, que había hecho un gran trabajo. Nos organizamos para sacar el gran reto de recuperar Ariño y mantener los mas de cien puestos de trabajo directos y otros tantos indirectos. Tuve la fortuna de liderar el cambio y hacerme con la confianza de todos en un plan a muy corto plazo y de mucha acción. Gracias al mismo, ahora somos una empresa saneada con más de 150 trabajadores, referente de pyme industrial innovadora y superviviente y con un futuro espectacular. Los que lo vivimos no olvidaremos lo que hemos conseguido.

¿Es importante contar con una plantilla comprometida?

Sin duda. Los mismos que daban por descontado el cierre de su empresa fueron los que, una vez presentado mi plan y lanzado el reto, lo asumieron con más compromiso y creyeron en el. Esto, sin la unión de los trabajadores, no lo hubiéramos conseguido. Esos mismos trabajadores con la sombra del cierre y las noticias de su empresa solo relacionadas con ERE que tenían antes de 2015 son los que ahora orgullosos son preguntados por sus vecinos y sus familias por los proyectos de Ariño Duglass en los cinco continentes.

¿Cómo han vivido la crisis sanitaria?

Con la experiencia de lo anterior, fue mucho más fácil ponernos manos a la obra entre todos y acordar algunas cosas que eran prioritarias. Lo primero, fue la seguridad sanitaria y dar prioridad a la salud personal. En segundo lugar, tuvimos claro no hacer un ERTE si había una mínima posibilidad de evitarlo. Así lo hicimos y fuimos la única empresa de nuestro sector en España que no lo hizo durante la pandemia. Pactamos con nuestros clientes, todos extranjeros parados en sus actividades, que les íbamos a seguir fabricando para cuando acabara esto. Por otro lado, los préstamos ICO demuestran lo importante de la colaboración público-privada, especialmente en situaciones excepcionales.

¿Cuál es la situación de su sector?

El sector industrial no ha sido de los mas castigados por la pandemia. No obstante, las consecuencias posteriores, especialmente desde el punto de vista logístico, han desencadenado en una subida del coste de las materias primas e, incluso, el desabastecimiento de algunas de ellas que nos ha generado un parón enorme y una situación de consecuencias todavía desconocidas. De la subida de la energía ni hablamos. Hay que tener planes de contingencia para distintas situaciones y momentos. Es el tiempo que nos ha tocado vivir y necesitamos adaptarnos de la mejor forma posible. Aragón es una comunidad que debe aprovechar su peso industrial y estratégico para salir con fuerza de estas circunstancias.

¿Cómo se plantea el futuro?

Dentro de la incertidumbre general, y a pesar de ella, vemos el futuro con moderado optimismo. Creemos que nuestro posicionamiento como empresa prémium cada vez es más reconocido dentro de nuestros mercados y eso nos permite avanzar en la búsqueda de innovación y soluciones adaptadas a ese posicionamiento.

¿Quién es Raimundo García-Figueras?

Raimundo García-Figueras es el director general y consejero delegado de Ariño Duglass. Licenciado en Económicas en Zaragoza y postgrado en Economía Industrial por la Universidad Jean Monet de Lyon, cuenta con una amplia experiencia en el mundo empresarial, siendo uno de los fundadores en Aragón y España de la ONG Ymca. Fue director territorial en Andalucía de Caja Inmaculada.