Coronavirus

Los hosteleros del Tubo, ante el cierre de las barras: "Volvemos a perder casi un 50% de nuestra facturación"

El colectivo lamentan que la medida llegue en unas fechas claves para la facturación y confía en que no haya que dar más pasos atrás.

Consumir de pie en barra vuelve a estar prohibido por el aumento de casos de coronavirus
Consumir de pie en barra vuelve a estar prohibido por el aumento de casos de coronavirus
Toni Galán

Las barras de bares, restaurantes, pubs y discotecas vuelven a estar ‘cerradas’ ante el aumento de casos de coronavirus. Se trata de un recurso que en puntos como el Tubo representa hasta un 50% de la facturación, especialmente en invierno y en los locales de dimensiones más reducidas. Aunque muchos negocios han instalado mesas separadas por metro y medio de distancia pegadas al mostrador, el ir y venir que caracteriza a las barras queda en pausa hasta que mejore la situación epidemiológica.

Raúl Siuteica, gerente del Donde Siempre, reconoce que esto supone un enorme contratiempo y recuerda que las restricciones no solo afectan a los bares, sino a proveedores y repartidores, entre otros colectivos. "Han venido de golpe, provocando un gran desconcierto en el sector. Parece que después de siete olas no hayamos aprendido nada, siguen tomando medidas que no resultan acertadas para frenar los contagios", dijo.

Ayer prepararon muchos menos pinchos de lo habitual, una rutina que mantendrán, al menos, hasta el 15 de enero, día hasta el que, en principio, estará en vigor el nivel 2 modulado. "Esperamos que esta sea la última vez que haya que tomar estas medidas y que España empiece a actuar como otros países, que están comenzando a tratar la covid-19 como una gripe", afirmó.

Locales como El Balcón del Tubo han intentado readaptarse "todo lo posible" para favorecer el consumo en mesa. No obstante, su extensa barra ahora solo permite albergar tres de reducidas dimensiones, circunstancia que se notará, y mucho, en la facturación. "Con este número de contagios lo esperábamos, y es una pena. En verano se ha trabajado muy bien. Ahora se nota tanto en el cliente de aquí como en el turista nacional y el extranjero", explicó Patricia Sánchez, encargada de este establecimientos y de otros como Doña Casta.

Este último, mucho más pequeño, podría ver reducida su facturación a la mitad. En Bodegas Almau, la caída podría ser del 40%. "Ya a primera hora se ha notado menos gente. Los nuestros son bares de pinchos", razonó Miguel Ángel Almau, propietario del negocio. Él no esperaba tener que volver al punto de partida, sobre todo teniendo en cuenta "la cantidad de gente que está ya vacunada y el porcentaje de la población que tiene la tercera dosis".

Lamentó, asimismo, que el Gobierno de Aragón vuelva a actuar contra el sector cuando el transporte público y los centros comerciales están "abarrotados". "Tampoco se está haciendo nada con los colegios, donde se producen decenas de contagios. Y además, todo se está anunciando sobre la marcha. Primero dijeron que la hostelería tendría que cerrar a las 0.00 en Nochevieja y al día siguiente permitieron hasta las 2.00, cuando ya se habían anulado la mayoría de las reservas. Noviembre, desde luego, ha sido mucho mejor que diciembre, que ha estado marcado por el miedo", dijo.

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