Heraldo del Campo

horticultura

Vuelta a los orígenes para conservar la máxima calidad de las hortalizas

Hortalbar, creada por Begoña Polo tras volver a Calomarde, cultiva y distribuye hortalizas y verduras de la máxima calidad en la Sierra de Albarracín.

A raíz de la pandemia, y con el parón de la hostelería, Begoña Polo empezó a elaborar conservas para dar salida al excedente.
A raíz de la pandemia, y con el parón de la hostelería, Begoña Polo empezó a elaborar conservas para dar salida al excedente.
Hortalbar

Quedarse sin trabajo en Valencia llevó a Begoña Polo a tomar la decisión de volver a instalarse en su pueblo, Calomarde, ubicado en la turolense Sierra de Albarracín, y a hacer de su pasión su trabajo y su modo de vida. "En Valencia estaba a gusto, pero sí que es cierto que en cuanto podía, los viernes me volvía a mi pueblo y los domingos me tenía que volver a Valencia muy a mi pesar porque sentía que me faltaba algo", recuerda Polo. Así nació Hortalbar, la empresa de distribución de verduras y conservas de la máxima calidad que ella misma cultiva en su huerto.

Hortalbar comenzó con la elaboración de cajas de verduras que vendía a familias de los pueblos de la Sierra de Albarracín y a algunos restaurantes, pero esto se tuvo que parar debido a la pandemia, por lo que quienes le permitieron mantener su actividad durante los meses de restricciones fueron las familias, a las que Begoña Polo está "muy agradecida".

Esta situación provocó que Hortalbar generara excedentes de algunas hortalizas, por lo que, para aprovecharlos, Begoña Polo decidió poner en marcha algo que "llevaba mucho tiempo en la cabeza", la segunda línea de su negocio: la elaboración de conservas. "Las hago como se han hecho tradicionalmente, sin añadir ningún tipo de conservantes y con productos de la máxima calidad y en su punto óptimo", recalca Polo, quien, aunque no cuenta con la certificación, afirma trabajar siguiendo los procedimientos de agricultura ecológica en una zona en la que, por su altitud (1.300 metros), los plazos de cultivo pueden alargarse mucho más en el tiempo. "Aún así -añade-, yo siempre recojo las hortalizas y verduras en su punto óptimo de maduración, el mismo día que sirvo el pedido".

Si emprender un negocio no es fácil, hacerlo individualmente y en el medio rural aún supone mayores dificultades. Por ello, Polo pide "un mayor acercamiento de la administración a las zonas rurales, facilitar la burocracia y una legislación específica". "No podemos regirnos por la misma normativa que una empresa multinacional", señala Polo, quien tuvo la posibilidad de exponer sus peticiones ante tres diputadas de las Cortes de Aragón en la presentación de Ruraltivity, la lanzadera de Fademur.

Hortalbar distribuye sus productos -que se pueden pedir por ‘Whatsapp’ en el 670380630- en la Sierra de Albarracín, una zona con una baja densidad de población. Por ello, apunta Begoña Polo, su apuesta es por la máxima calidad: "Un negocio ubicado en una gran ciudad tiene acceso a una gran cantidad de clientes, pero aquí este número es limitado, por lo que no hay otra opción que ofrecerles los mejores productos posibles".

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