demografía
Aragón pierde en el primer semestre la misma población que Monzón, la mayor caída del país
La Comunidad corta la racha de tres años consecutivos en positivo por la salida de residentes al extranjero. Huesca es la única provincia que crece, Zaragoza retrocede a cifras de 2008 y Teruel registra el peor dato en 40 años.
Aragón ha perdido 17.668 habitantes en el primer semestre, la mayor caída del país en términos porcentuales, con la que se pone fin a tres años consecutivos ganando población. La causa no hay que buscarla en la mortalidad por la covid, sino en el número de personas que han decidido marcharse al extranjero.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este jueves los datos provisionales sobre población y migraciones a 1 de julio, con los que se constata que Aragón tiene 1.313.465 residentes, un 1,3% menos que a principios de año. Para hacerse una idea, sería como si todos los habitantes de Monzón, o mil más de los que residen en Ejea de los Caballeros, hicieran la maleta y se marcharan para no volver nunca.
El retroceso se debe fundamentalmente al saldo migratorio exterior, -15.874 habitantes, ya que se han ido muchos más a vivir al extranjero de los que han establecido aquí su residencia a lo largo del primer semestre. De igual modo, siguen muriendo muchas más personas de las que nacen, lo que provoca que la evolución vegetativa de -2.797.
El único dato estadístico en el que Aragón no sabe mal parado es en el balance migratorio interior, dado que hay 1.038 personas más que han optado por establecerse en Aragón de las que han abandonado las tres provincias a alguna otra del país.
Tampoco se puede decir que el balance nacional sea precisamente positivo, dado que al término del primer semestre de este año su población alcanzó los 47,32 millones de personas, lo que supone un descenso de 72.007 habitantes respecto a 2020, algo que no ocurría desde hace un lustro. En este caso, no se debió tanto a la emigración, sino que a hubo más más muertes que nacimientos.
Si se desciende al ámbito provincial, Huesca es la excepción que confirma la regla aragonesa. Con sus 221.993 habitantes ha logrado ganar en seis meses 586 vecinos, con el que no solo consolida un crecimiento sostenido desde hace tres años, sino que logra escalar hasta casi 2014, ejercicio que cerró con 222.084 residentes.
Mientras tanto, Zaragoza sufre el mayor batacazo y trunca un alza que mantenía igualmente en los últimos tres años. Según el INE, la provincia contaba a 1 de julio con 958.363 habitantes, 18.109 menos que a principios de año. Y presumiblemente la razón habría que buscarla en la fuga al extranjeros de residentes en la capital dado su peso demográfico, aunque los datos provisionales facilitados no descienden al detalle municipal.
No obstante, la provincia de Teruel registra su peor dato de toda la serie histórica que se puede consultar en el Instituto Nacional de Estadística, que se remonta a 1971. Aunque solo pierde 144 habitantes, el hecho de quedarse con 133.109 lo convierte en el registro más negativo de los últimos 40 años, como también los eran con antelación los de los últimos cinco años, pese a frenarse la sangría.
Crece la natalidad
El comisionado para la lucha contra la despoblación, Javier Allué, lamenta que los datos provisionales supongan un freno al crecimiento y confía en que los definitivos lo compensen. Como contrapunto pone los datos positivos de Huesca y el hecho de que Teruel, en el acumulado del año, sea la provincia de España con mejor índice de natalidad y con saldo migratorio positivo. "Nos anima a mantener la esperanza de poder frenar las sangrías demográficas de los últimos años", ha sostenido.
