EDUCACIÓN

Año escolar en el extranjero: "Los padres deben encontrar un equilibrio entre la experiencia académica y el presupuesto"

Un total de 1.040 chavales aragoneses estudian este curso fuera, según informa la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero. La gran mayoría se decantan por destinos de habla inglesa, como Estados Unidos e Irlanda.

Naihara Urrea en un bosque durante su estancia en Dublín, donde estudia 4º de ESO.
Naihara Urra en un bosque durante su estancia en Dublín, donde estudia 4º de ESO.
N. U.

Veinte mil estudiantes españoles de Primaria, Secundaria y Bachillerato cursan en estos momentos un año académico en el extranjero, de los que 1.040 (el 5,2%) proceden de Aragón. Son datos de la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce), que habla de cifras prepandemia tras un 2020 en el que todo se ralentizó debido a las restricciones de movilidad, el miedo a los contagios y también los "límites" de las familias a acoger a estudiantes de otra nacionalidad. "Es un programa con una tendencia creciente desde hace años; ahora ha vuelto a explotar y hay una demanda enorme. La covid no está afectando prácticamente nada porque los chavales se marchan vacunados, con sus certificados y todo el mundo estamos al día de la normativa para poder viajar", comenta Marta Galea, secretaria general de la patronal del sector.

La mayoría de los alumnos nacionales que dan el salto a estudiar fuera son de 4º de la ESO y de 1º y 2º de Bachillerato y el 90% de ellos eligen países de habla inglesa. Estados Unidos, Irlanda, Canadá y el Reino Unido son, por ese orden, sus destinos preferidos. "En EE. UU. existe un programa regulado por el Departamento de Estado por el cual el estudiante va a un colegio público y a una familia voluntaria con un precio bastante asequible (una media de 12.000 euros). También existe la fórmula de ir a un centro privado y a una familia o residencia, pero la gran mayoría prefieren la primera opción (público y familias de acogida)", detalla la directiva de Aseproce, que indica que el coste de la estancia de un año escolar en Ottawa y Dublín es a partir de los 17.000 y en Londres, de los 22.000.

En la academia zaragozana Interlink Idiomas (miembro de la Asociación) ya tienen completas las plazas para estudiar el próximo curso 2022-2023 en Estados Unidos, tal y como avanza su directora, Teresa Santafé. "Se ha disparado el interés por los cursos en el extranjero. El año pasado no dieron visados ni en ese país ni en Canadá y este se han ido muchos niños. Estudiar en un colegio público estadounidense y alojarse con una familia de acogida sale por la mitad de precio respecto a Canadá: a partir de los 10.000 euros frente a los 20.000 de la otra nación. Luego hay centros privados mucho más caros, a partir de los 30.000 o 40.000", explica.

En estos momentos, 150 chavales -el 80% de la Comunidad y de 4º de la ESO- cursan fuera a través de los programas de este centro de idiomas aragonés. Una de ellas es Lucía, una joven de Alcañiz de 16 años, que desde el pasado agosto vive con una familia de acogida en Wapakoneta, en el estado de Ohio, donde estudia 1º de Bachillerato. Según explica su madre, Esther, fue su hija la que quería conocer la forma de vida y cultura de Estados Unidos. "Está siendo una experiencia buenísima para ella. Se ha sentido muy arropada por la familia de acogida (que la escogió), por los compañeros del instituto y los profesores. Está muy contenta; es una vida muy diferente a la de aquí, pero está encantada. No vuelve a España hasta final de curso; su High School acaba las clases a finales de mayo", comenta.

"Mi hija está muy contenta en Estados Unidos. Se ha sentido muy arropada por la familia de acogida, por los compañeros del instituto y los profesores"

Asimismo, Esther afirma que el coronavirus no está suponiendo ningún problema a pesar de que su hija ha tenido que pasar un par de confinamientos por contacto estrecho con un positivo. "Allí siguen organizando todo tipo de eventos deportivos y culturales; han celebrado el baile de principio de curso, las clases discurren con normalidad....", añade.

La joven aragonesa Lucía en una escapada que hizo a Nueva York con su familia de acogida de Wapakoneta, en el estado de Ohio.
La joven aragonesa Lucía en una escapada que hizo a Nueva York con su familia de acogida de Wapakoneta, en el estado de Ohio.
Heraldo.es

También la idea de cursar 4º de la ESO en Irlanda partió de la joven Naihara Urrea, de 15 años y de Utebo (donde estudia en un colegio bilingüe). Su madre, Franceline Bustamante, recuerda que su hija siempre le trasladó el deseo de estudiar fuera y no puede estar más satisfecha con dicha decisión. "Acaba de volver este martes para Navidades y la veo feliz. Lleva desde septiembre en Dublín y en ese tiempo el avance de su inglés es impresionante. Y también es una satisfacción y tranquilidad cómo cuidan a los niños en la agencia que lo ha gestionado (Interlink Idiomas)", destaca.

En el caso de Naihara, la menor estudia en un centro privado y reside en un internado, donde comparte habitación con cuatro estudiantes de otras nacionalidades. "Cada tres meses nos van a cambiar de compañeras. Es una experiencia genial y todos me han acogido superbién: alumnos y profesores. En este tiempo, ha evolucionado mucho mi nivel de inglés. Me va a aportar muchos conocimientos y me va a ayudar en los estudios y para encontrar trabajo en un futuro. Todo cambia: cultura, idioma y personas distintas. Y no hemos tenido ningún problema con la covid", dice contenta de su estancia irlandesa y también de volver a estar con su familia y amigos hasta el próximo 8 de enero, día de regresar.

"Lleva desde septiembre en Dublín y en ese tiempo el avance de su inglés es impresionante. Acaba de volver a Utebo para Navidades y la veo feliz"

Para Teresa Santafé, marcharse a estudiar fuera es una decisión que recomienda a las familias porque aunque es una inversión "mayor" es "definitiva" frente a los cursos de verano en el extranjero, que se suelen hacer durante varios estíos. "Con ese año, el niño va a volver con un nivel alto de inglés, que le va a permitir desenvolverse en ese idioma durante toda su vida y no va a ser necesario reforzarlo continuamente", asegura.

Por su parte, la secretaria general de Aseproce señala que, junto a la adquisición de formación y experiencia en el idioma, el estudiante madura. "Es una vivencia espectacular para ellos; les permite desarrollar todo tipo de actitudes: flexibilidad, capacidad de integración y de respuesta a cualquier entorno, apertura de mente... Es decir, madura aparte de aprender un idioma", sostiene.

Alumnos más maduros

Mientras, Isabel Benito, directora de Operaciones del grupo Enseñalia en Zaragoza, advierte de que los padres deben encontrar "un equilibrio" entre la experiencia académica y personal y el presupuesto que tienen. "Muchos no se lo pueden permitir y también si tienen varios hijos les quieren dar una oportunidad a todos. Además de dominar otro idioma es un crecimiento personal a nivel de madurez y apertura mental hacia otras culturas", apunta.

Precisamente, muchos padres con los que trabajan demandan Irlanda por su cercanía y precios ("en torno a 15.000" en colegio público y con familia frente a un máximo "a partir de 27.000" en privado y residencia) seguido de Estados Unidos. "El Programa de Visitante de Intercambio J1 estadounidense es muy demandado, pero no es accesible para todo el mundo: no puedes tener un suspenso los tres últimos años, tienes que tener un nivel de inglés, hacer una entrevista de maduración, adjuntar una carta de presentación... Se buscan alumnos maduros y con un buen expediente. Son unos 12.500 euros el año sin vuelos ni material escolar. Tienes un solo acceso y salida (es decir, no pueden venir a España para vacaciones de Navidad o Semana Santa). Además, no se elige destino; son las familias quienes escogen al alumno. Es un destino académico muy atractivo y los estudiantes lo tienen idealizado por las películas, pero te puede tocar estudiar en una localidad pequeña. Pueden viajar al Texas profundo e ir en caballo", cuenta la responsable de Enseñalia a modo de anécdota, quien recuerda que hay otros programas en dicho país más flexibles (como la opción de un centro privado o un colegio público en familia a la que se le paga y donde se puede seleccionar el distrito escolar y el Estado).

"Irlanda es demandado por cercanía y precios y el programa J1 de EE. UU, también pero no es accesible para todo el mundo. Les puede tocar estudiar en una localidad pequeña"

Isabel Benito también alude a Canadá ("uno de los países bien situados en los informes PISA", subraya) y Alemania, que ve incrementada la demanda. En cambio el Reino Unido, aunque es atractivo por los internados, es una opción "más incierta" por el aumento de precios tras el brexit y la dilatación en la convalidación del curso en cuestión. Según Enseñalia, la horquilla presupuestaria oscila entre los 21.200 euros (en colegio público y familia de acogida) y los 34.000 (la opción más cara en centro privado y residencia). En lo que coinciden los padres que acuden a dicho centro es que quieren que sus hijos vivan esa experiencia. "El riesgo de la pandemia está igual aquí que ahí", concluye.

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