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Claves para hacer una ruta con raquetas de nieve en Aragón

Empresarios del sector señalan que se está viviendo un ‘boom’ en torno a estos elementos para la nieve.

Un grupo de personas practica raquetas en el Pirineo aragonés.
Un grupo de personas practica raquetas en el Pirineo aragonés, en una imagen de archivo.
Jorge Mayoral

Junto al esquí de fondo, el alpino o el de travesía y los trineos, las raquetas de nieve son otra de las prácticas más habituales de esta época del año. La tradición popular desvela que fueron el punto de apoyo sobre la nieve para tramperos, cazadores y militares, tal y como cuentan en la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM), en su caso hechas de madera y cuero. En la actualidad, el uso ha cambiado y se han popularizado. No es necesario un gran aprendizaje y tienen un bajo coste. “Caminar con raquetas por la nieve es escuchar el silencio, cambia aunque sea el mismo lugar por el que se camina en verano, cuando se escuchan los ríos...”, valora Javier Cruchaga, de la FAM.

Uno de los puntos clave antes de comenzar una ruta es la planificación. “Al fin y al cabo es un medio de montaña”, apunta Cruchaga, por lo que recomienda hacer un seguimiento de los partes de aludes y nieve de la zona. Este raquetista incide en que es como una excursión, pero en invierno todo es “más difícil”. El tiempo es cambiante y la luz del día no acompaña porque a las 17.00 comienza a oscurecer.

Un grupo de personas practica raquetas en el Pirineo aragonés.
Un grupo de personas practica raquetas en el Pirineo aragonés, en una imagen de archivo.
Javier Blasco
"Es necesario saber usar el material que se lleva"

¿Qué hay que llevar? Cruchaga enumera que en el periodo de iniciación es suficiente con las raquetas, palos, ropa de abrigo y botas impermeables. No obstante, estos recursos cambian en relación a la dificultad. Junto a lo anterior, desde la FAM apuntan que sería necesario una “protección individual”, una pala y una sonda para intervenir en caso de emergencia, de avalancha. También es recurrente llevar un sistema de navegación, de tal forma que se puedan prever nieve y niebla o que se pueda alertar a partir de las coordenadas donde se localiza. En cualquier caso remarca una idea: “Es necesario saber usar el material que se lleva”. También cómo caminar: “Hay que andar en recto, no en zigzag”, recomienda Cruchaga.

Aunque sea un mismo camino, la dificultad aumenta un poco a verano. “Un recorrido que en otra época del año puede costar unas horas, se convierte en tres horas y media”, explica Pepe Giral, de Biescas Punto Zero. Las raquetas varían según la edad de la persona. “Por ejemplo, los niños las necesitan más ligeras, más cómodas”, apunta.

Algunas rutas con raquetas en Aragón

“Está siendo un auténtico ‘boom’. Este año para el puente de la Constitución no nos quedó ni una, todas agotadas”. Eso responden en Biescas Punto Zero cuando se les pregunta por el interés por las raquetas de nieve. Uno de los atractivos que destaca Giral es el paisaje blanco, “que se ve la nieve preciosa”. En su caso, plantea excursiones con salida desde Biescas, hasta la ermita de Santa Elena o al ibón de Piedrafita. “Hay una red muy amplia, de unas 5.000 rutas”, señala Giral.

Por su parte, desde la FAM mencionan que se pueden encontrar rutas para hacer con raquetas en las tres provincias: “En el Pirineo, varias zonas de Teruel y en el Moncayo, y con recorridos muy sencillos para poder pasear en familia”. Cruchaga pone como ejemplo la zona del Portalet: “Sobre todo porque no hay que portear las raquetas, sino que se puede hacer con ellas puestas desde el coche. Además, el relieve es más suave”. Y de ahí plantea dos caminos, uno hacia el Puerto Viejo y un segundo hacia Francia. Otra opción es desde el Moncayo al Santuario, que también se puede hacer con excursiones por el hayedo.

Huesca La Magia, de la Diputación de Huesca, plantea otras tres rutas en la provincia oscense. La primera de ellas se enclava en la Ribagorza, en un viejo sendero llamado “Camino dels Aranesos” de 5 kilómetros de distancia que unen Pllan del Hospital con el Valle de Arán.

Otro de los itinerarios que proponen es en el Valle de Hecho: el circuito de Gabardito. Huesca La Magia lo presenta como una propuesta idónea para aquellas personas que se inicien con raquetas, por esta razón también puede ser una opción para hacer con niños. El Refugio de Gabardito es el punto de partida y después hay que tomar la GR-11 en dirección al Pico Bisaurín. A lo largo del camino se descubren bosques de pinos y hayas y claros.

Las últimas invitaciones son en el Valle de Pineta: la ruta de Espierba y la que lleva a la Larri, ambas para expertos, no obstante, la dificultad cambia. De todos, uno de los más breves es el de la Felquera, de un kilómetro.

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