Consumo

¿Mató la tarjeta de crédito a la propina?

Bares y camareros constatan que la práctica está en retirada. El Banco de España confirma esa creciente inclinación por el dinero plástico.

El 'pico' de las vueltas de una cuenta solía convertirse en la propina.
El 'pico' de las vueltas de una cuenta solía convertirse en la propina.
HERALDO

Antes nadie salía de casa sin un billete, más grande o más pequeño, en el bolsillo. Pero las cosas han cambiado en cuestión de años y ahora es la tarjeta de crédito la que manda en la cartera. El dinero en efectivo ya no es un imprescindible debido, fundamentalmente, al paulatino aterrizaje de los datáfonos en el grueso de los negocios, aunque también por la aparición de aplicaciones móviles de pago y a la manía que nos ha dejado la pandemia de tocar cuantas menos cosas mejor.

"¿Qué te voy a contar? La gente nunca se ha estirado mucho, salvo algunos clientes generosos que agradecen un buen servicio. Así que la llegada del datáfono hasta al negocio más pequeño y el hecho de que ya aceptemos el pago con tarjeta de cantidades ridículas han servido de excusa perfecta, la que muchos buscaban", revela José Manuel, hostelero y propietario de un céntrico local de Zaragoza. "No digas cuál, que entonces sí que me quedo sin ninguna propina", pide entre risas.

Su percepción no es aislada. "Las propinas han ido desapareciendo poco a poco durante la última década, y está claro que las tarjetas de crédito tienen buena parte de culpa, o al menos han sido el primer desencadenante", afirma José María Marteles, presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza y Provincia. "Al pagar con tarjeta, los que quieren dejar propina, que son minoría, dejan algo aparte", sostiene. 

Pero, por contra, los 'propinadores' puntuales se evitan dejar el pico de las vueltas, esos céntimos de diferencia entre el precio de la consumición y el montante del billete con el que se paga. "Eso ya no se estila, pero es que, con la pandemia, que nos ha llevado a tocar menos dinero, aún se usa más la tarjeta y menos el dinero en metálico. En el futuro se pagará todo con tarjeta, así que, por nuestra parte, anticipamos la muerte de la propina", opina. A este cambio en la tendencia se añade la llegada de aplicaciones como Bizum, que permite que grupos de amigos paguen a escote sin necesidad de poner billetes y monedas encima de la mesa.

Marteles recuerda que sí queda "un público determinado que, aun pagando con tarjeta, luego se toma la molestia de dejar propina" cuando lo estima conveniente." Y, curiosamente, sus propinas son mayores que las habituales, hablamos de varios euros", puntualiza. "En general, quienes siguen dejando propina son personas más mayores, que tienen la costumbre de reconocer un buen servicio. Aunque no es menos cierto que en el sector de la hostelería entendemos que ese servicio tiene que ser óptimo independientemente de cualquier factor", concluye.

"La propina, reflejo de la precariedad ligada al sector, pronto no existirá en los negocios físicos"

Aunque con matices, también los camareros y otros profesionales constatan la extinción de la práctica. David Catalán, responsable UGT Aragón de Hostelería y Restauración social, observa cómo "la propina, que no deja de ser reflejo de la precariedad ligada al sector, está desapareciendo, pronto no existirá en los negocios físicos". Todo lo contrario que en la línea de negocio 'delivery' que han implantado muchos restaurantes. "Las plataformas de reparto incluyen la posibilidad de pagar una bonificación al 'rider', y me consta que no pocos clientes las abonan". Se trata de montantes de entre 1 y 5 euros. "Ellos, en cualquier caso, prefieren que se les pague en mano", recuerda.

Otro elemento a tener en cuenta es que las propinas 'digitales' sí se declaran ante Hacienda. "En la hostelería, o al menos en muchos casos que yo he conocido, no se declaran esos ingresos", asevera Catalán, al tiempo que define ese pago extra como "una compensación al trabajador por sus horas extra o por anteponer el funcionamiento del negocio a la conciliación entre el trabajo y la familia".

¿Cómo se reparten?

En algunos negocios, el conjunto de las propinas recibidas se reparte en función de la responsabilidad que asume cada uno de los trabajadores. "Es un reparto gradual -aclara el portavoz de UGT-, según su puesto, de modo que el friegaplatos es el que menos propinas cobra, cuando su trabajo es tan importante como el que descorcha una botella de vino de 30 euros. En otros establecimientos hosteleros se reparte de manera equitativa, a partes iguales entre todos los asalariados, lo que es más justo"

Lo confirma el Banco de España

La tarjeta de crédito se impuso por vez primera al dinero en metálico a lo largo del año pasado. Así lo refleja la Encuesta Nacional sobre el uso del efectivo, que detalla que el abono con dinero contante y sonante solo fue el medio de pago más habitual para el 36% de los ciudadanos españoles, frente al 53% al que ascendía en 2019. En 2014, no hace tanto, ocho de cada diez españoles llevaban siempre la cartera repleta. El panorama, siete años después, es bien distinto.

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