Los bancos de alimentos se replantean su gran recogida al caer un 40% la recaudación

Los bancos de alimentos están replanteándose el futuro de su Gran Recogida de alimentos después de que este año la recaudación haya bajado hasta un 40% en comparación con 2019 en el caso de Zaragoza. Algo inaudito en esta iniciativa que, pese a todo, sigue despertando una gran solidaridad. La escasez de voluntarios, especialmente en Zaragoza, donde se contó con 1.900 ayudantes en lugar de los 3.000 que se necesitaban para estar presentes en todos los establecimientos, y la subida de los precios de la cesta de la compra, los combustibles y la luz han pasado factura. Además, el formato de las donaciones en las cajas de los supermercados y ‘online’, en lugar de kilo a kilo, no suscita tanta empatía.

«El futuro de la Gran Recogida está sobre la mesa. Yo sería partidario de combinar las donaciones en metálico con el sistema tradicional de dar los alimentos físicos, aunque ello suponga un mayor trabajo para los voluntarios fijos. La toneladas de paquetes y latas requieren un gran esfuerzo logístico para clasificarlas, verificar las fechas de caducidad, almacenar todos los productos...», reconoce el presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza, José Ignacio Alfaro, quien también es vicepresidente de la federación española de estas entidades.

Una opinión que comparte su homóloga de Huesca, Julia Lera. «La impresión es que estaremos en las cifras de 2019, unas 93 toneladas», asegura. Miles de kilos que llegan a unos 4.000 oscenses.

«La caída de los ingresos ha sido generalizada en toda España. Lo ocurrido el año pasado, donde la colecta creció un 30% pese a su formato virtual, fue algo excepcional que nos cogió a todos por sorpresa», explica Alfaro. Una explosión de apoyo en la que, reflexiona, también tuvo que ver que la pobreza que se visibilizó como nunca durante el confinamiento.

De momento solo hay datos provisionales de esta novena edición, pero Alfaro calcula que la recaudación será alrededor de un 40% inferior a la de 2019, en la que se rondaron las 450 toneladas. El Banco de Alimentos de Zaragoza, que cuenta con 148 voluntarios fijos, espera cerrar 2021 repartiendo cuatro millones de toneladas de alimentos, a una media de 15 toneladas diarias de lunes a viernes. Con ellas atienda cada mes a unas 24.000 personas a través de 160 entidades.

Fondo Europeo de Ayuda

Otro cambio que pueden experimentar los bancos de alimentos puede venir de la desaparición de los Fondos Europeos de Ayuda a los Más Desfavorecidos (FEAD) tal como se conocen hasta ahora. Actualmente hay tres repartos anuales de alimentos que se quieren sustituir por tarjetas monedero. «Es un tema que se está negociando con Bruselas. Y también se plantea que la alimentación se combine con otros productos como los de aseo personal o el calzado», apunta Alfaro. Además, la gestión de estos fondos, que distribuyen los bancos de alimentos y Cruz Roja, ha pasado del Ministerio de Agricultura al de Derechos Sociales y Agenda 2030.

A pequeña escala, los bancos de alimentos siguen fieles a su esencia de los carritos llenos de kilos, tetrabriks y latas de comida. El Parque de Atracciones de Zaragoza lleva a cabo una recogida en la que regala dos tiques por persona para subirse al carrusel o la montaña favorita. En Huesca, los alumnos de 5 a 7 años del colegio Pirineos-Pyrénées también han protagonizado una colecta que permitió que este pasado viernes conocieran de primera mano dónde van a parar los comestibles.

Para complementar las donaciones que se hicieron al pasar por las cajas de los supermercados entre el 19 y 25 de noviembre, la campaña ‘online continúa hasta el próximo 19 de diciembre.