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La DGA estudia qué harán los alumnos mientras sus compañeros dan Religión

Dejará de haber una asignatura espejo. Las comunidades plantean distintas actividades y hasta dejar horas libres.

Una clase de Primaria en un colegio zaragozana
Una clase de Primaria en un colegio zaragozano
J. M. Marco

Los cambios que el Ministerio de Educación planea introducir en las enseñanzas mínimas (los aspectos básicos del currículo), que deberán aprobarse por Real Decreto, implicará cambios en torno a la asignatura de Religión en todas las etapas educativas. Además de los minutos semanales, cuya extensión mínima pasará previsiblemente de los 45 a los 60 minutos, se introducirán una modificación clave en torno a la conocida como asignatura espejo, que desaparecerá como tal. Esto provocará que el estudio de la Religión deje de computar para notas medias, pero también que cada comunidad autónoma deba decidir qué hacer con los alumnos que no cursan la materia religiosa.

El departamento de Educación del Gobierno de Aragón estudia ahora cómo encajar la medida en los colegios e institutos. Fuentes de la consejería indican que “el (futuro) Real Decreto dice que se articule un espacio para que aquéllos que no elijan Religión dispongan de un espacio para realizar alguna actividad relacionada con resolución pacífica de conflictos, cooperación, autonomía... pero sin carga curricular. En Aragón se está estudiando y no se ha tomado una decisión final”.

Algunas autonomías, según adelantó ‘El País’, se están planteando mover las clases de Religión a la primera hora de la mañana o la última de la jornada, de modo que el resto de alumnos entren más tarde o salgan antes del centro. Aunque la mayoría piensan en actividades alternativas que enganchen con los proyectos propios de los colegios e institutos, como los relacionados con la cooperación internacional o el medioambiente. En este segundo grupo se encontraría, a priori, Aragón.

Los cambios en las enseñanzas mínimas implicarían la supresión de la asignatura de Valores, que aborda materias como la justicia, la paz, la solidaridad, la igualdad de género y el rechazo a la violencia. Desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar) aplauden “que las enseñanzas de las religiones no tengan asignatura espejo”, pero también “que se mantenga la asignatura de Valores y que sea común a todos los alumnos”.

La asociación, que en cualquier caso defiende que “en un país aconfesional no debería haber religión en un espacio público como la escuela, sino pertenecer al ámbito privado”, lamenta que en el nuevo currículo “se incremente el tiempo destinado a todas las religiones, que pasará de 45 minutos a 60 minutos tanto en Primaria como en Secundaria, tal y como recogen los borradores de los Reales Decretos de enseñanzas mínimas”.

Desde Fapar piden que “en las circunstancias que se presentan, el que opte por la enseñanza de la Religión pueda estudiar la asignatura, pero que el resto tenga en paralelo un tiempo de calidad de atención educativa en el que se trabajen contenidos transversales que supongan un aporte importante para la formación integral del alumnado”. Los portavoces de la plataforma también aplauden que Religión “deje de ser evaluable y, por lo tanto, deje de contar en el expediente académico y no influya a la hora de acceder a becas o pasar de curso, algo que en estos momentos sí ocurre”.

La postura de la Federación Cristiana de Asociaciones de Madres y Padres de Aragón (Fecaparagón) es bien distinta. “Creemos que sí tiene que haber una asignatura espejo, lo contrario es seguir arrinconando aún más la enseñanza de la Religión”, opina Conchita Ibáñez, presidenta de la asociación. “En Bachiller, con la nueva modificación, ni siquiera les computará para media, lo que la reduce a la mínima expresión”, critica.

Pese a todo, Ibáñez cree que “lo verdaderamente importante es que la materia se siga impartiendo, y que se abra la puerta a que se aumenten los minutos, aunque lo ideal sería que se recuperara el horario que tenía para que se le llegue a dar la importancia que merece”.

En Fecaparagón defienden que en Religión “no solo se transmite la propia religión, sino que se reforza el trabajo en valores que nos son comunes y también inteligencia emocional”. “Como familias, reivindicamos que se respete el derecho de enseñanza”, remata la presidenta de la agrupación.

Desde la Asociación Profesional de Profesores de Religión (Apprece) recordaron que, según el borrador del Real Decreto de Primaria y de Secundaria, la asignatura de Religión debe ser evaluada, "como el resto" y pidieron al Ministerio de Educación que Cultura de las Religiones (asignatura opcional) se presente como "alternativa obligatoria" al currículo de Religión. Además incidieron en que la Debida Atención Educativa también puede presentarse como una tercera alternativa, con "currículo propio y evaluable". 

Una elección aún mayoritaria

Aunque la matriculación en la asignatura se viene reduciendo desde hace años, el 65,6% del alumnado de Educación Primaria de Aragón elige la asignatura de Religión, mientras que en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) el porcentaje desciende al 55,9%. Por tanto, y pese a la tendencia, la elección de la materia sigue siendo aún mayoritaria en la Comunidad.

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