Medio Ambiente

Aragón reactiva el debate sobre el agua con las obras de Mularroya al 85% y las de Yesa al 78%

Los grandes proyectos hidráulicos avanzan con la vista puesta en 2023 tras años de retrasos y sobrecostes.

El embalse de Yesa, que actualmente está al 17% de su capacidad, en una imagen de septiembre
El embalse de Yesa, que actualmente está al 17% de su capacidad, en una imagen de septiembre
V. L.

Aragón reactivará esta semana el debate sobre el agua con las obras de Mularroya al 85% de ejecución, las del recrecimiento de Yesa al 78,3% y el reto de encontrar alternativas al embalse de Biscarrués tras el rechazo definitivo del Tribunal Supremo. El Ejecutivo autonómico ha convocado este miércoles al pleno de la Comisión del Agua, que no se reunía desde el estallido de la pandemia, para dar los primeros pasos hacia la actualización del Pacto del Agua. No será fácil, ya que esta "discrepancia asumida" dentro del cuatripartito sigue dividiendo a regantes, ecologistas y partidos políticos.

PSOE y PAR son partidarios de acabar las grandes obras en marcha siempre que cumplan los criterios medioambientales y judiciales, postura que dejaron patente en las propuestas de resolución del debate sobre el estado de la Comunidad. El propio presidente de Aragón, Javier Lambán, prometió una defensa "ardiente" de estos proyectos e incidió en que de los embalses y el regadío nace una de las principales riquezas de Aragón. Auguró, en este sentido, que los "campeones" en la lucha contra el cambio climático "acabarán pidiéndolos", ya que se necesitará embalsar agua para los momentos de necesidad.

Enfrente están Podemos y CHA, que insisten en "abrir la mesa a todos los temas de política del agua y no solo a una cuestión puntual". El presidente de CHA, Joaquín Palacín, instó ayer a hablar también de Yesa y de Mularroya. "Volveremos a insistir en la necesidad de los planes de restitución de Montearagón, Lechago, Jánovas y Almudévar, además de la oportunidad que supone la revisión de los saltos hidroeléctricos para disponer de la gestión en Aragón y compensar a los municipios afectados", dijo.

Podemos, por su parte, cree imprescindible asumir que el Pacto del Agua "se hizo en otro momento histórico, económico y social". "Hay que reenfocar las necesidades de la mano del conocimiento y cumplir las leyes que han ido surgiendo en estos 30 años", apuntaron desde la formación morada. Creen, en este sentido, que todo debe hacerse bajo la perspectiva del cambio climático.

Entre tanto, el recrecimiento de Yesa y el embalse de Mularroya avanzan con la vista puesta en 2023. El primero, sobre el que pesan múltiples retrasos y sobrecostes, estará en noviembre de dicho año si no hay nuevos atrasos. El presupuesto es de 285,6 millones de euros, estando un 78,3% ejecutado. Esta partida incluye el recrecimiento de la presa principal, que ya está prácticamente terminado, así como el dique de cola de Sigüés y el del Aragón.

No menos polémico ha sido el proyecto de Mularroya, cuya última sentencia en contra fue recurrida in extremis por el Ministerio para la Transición Ecológica de Teresa Ribera. En este caso, el presupuesto vigente es de 188 millones, de los que se han invertido alrededor de un 85%, y el plazo de ejecución sigue fijado para enero de 2023. Al planteamiento inicial se han sumado las medidas compensatorias prescritas en la Declaración de Impacto Ambiental.

Almudévar y Santolea

La última visita de la vicepresidenta tercera apenas despejó interrogantes más allá de comprometerse a finalizar Yesa, Mularroya, Almudévar y Santolea y asegurar que el Ejecutivo de Pedro Sánchez será "muy cuidadoso" en el seguimiento de las infraestructuras, "pero respetuoso con el trabajo que se venía produciendo con anterioridad".

En el caso de Almudévar, otra de las obras de referencia para Aragón, los trabajos están al 73,8%, con un presupuesto de 113 millones de euros y un fin de obra estimado para septiembre de 2023. En el de Santolea, los porcentajes están ya mucho más avanzados, al 92%. En los últimos meses, explicaron desde la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), se ha estado rematando la estructura del aliviadero. Los esfuerzos se han centrado, además, en la instalación eléctrica y la limpieza de fangos de la balsa de decantación construida en su día. "También se ha actuado de cara a la integración ambiental de los trabajos", dijeron.

Las obras están ya en su última fase, ya que apenas queda colocar las barandillas y la pavimentación. Asimismo, se tiene que rematar la instalación eléctrica y terminar los elementos de auscultación y control de la presa. La previsión es que estos remates estén concluidos a mediados de diciembre. "A partir de entonces se podrán comenzar las labores de llenado y puesta en carga de la infraestructura", agregaron.

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