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¿Escila y Caribdis? Seres mitológicos que mutan en dispositivos para limpiar el fondo marino

Tres estudiantes del Centro de FP San Valero de Zaragoza ganan el segundo premio del proyecto Libera Makers 2021, contra la basuraleza, con dos prototipos para buceadores y uso colectivo.

De izquierda a derecha, Miguel Esteve, Carlos Continente y Luis Monzón en el Centro de FP San Valero de Zaragoza.
Los estudiantes Miguel Esteve y Carlos Continente y el profesor Luis Monzón (derecha) en el Centro de FP San Valero de Zaragoza.
Francisco Jiménez

Escila y Caribdis son dos temibles criaturas de la mitología griega que aparecen en la 'Odisea' de Homero y que eran capaces de engullir a todos aquellos barcos y pobres marineros que se ponían a su alcance. Barcos, no, pero sí 'tragar' la basura del fondo marino es lo que pretenden los dos prototipos -del mismo nombre- creados por un grupo de tres alumnos del Centro de FP San Valero de Zaragoza, con el que ganaron el primer premio del público y el segundo del jurado en la última edición de Libera Makers (celebrada este verano). Se trata de un proyecto creado por SEO/Birdlife en alianza con Ecoembes cuyo objetivo es concienciar a los estudiantes para mantener la naturaleza libre de basura y capacitarlos para desarrollar proyectos innovadores para ese fin utilizando la tecnología.

Detrás de los prototipo Escila -un contenedor para residuos voluminosos para uso colectivo- y Caribdis -un dispositivo individual para que los buceadores puedan recoger la basura de una manera mas rápida y eficaz- están los estudiantes de Mecatrónica de San Valero Carlos Continente, Miguel Esteve y Víctor Cabrera y, coordinando dicho proyecto, el profesor Luis Monzón, que fue quien les propuso el reto. ¿Y por qué les planteó esta idea y no otra? "Soy instructor de buceo. Los buceadores somos gente muy comprometida con el medio ambiente y a nivel de usuario, que yo sepa, no existe un proyecto de estas características. Fabricar un elemento mecánico que sea capaz de recoger la basura en fondo marino es complicado", explica.

Para ellos tampoco fue sencillo. Fueron cuatro meses de 'tormentas de ideas', trabajos de documentación, diseños, desarrollo de app, páginas web... El proyecto no consiste solo en hacer los productos, hay que dejar todo bien documentado para que cualquier persona que esté interesada los pueda reproducir e incluso mejorar. "El secreto de este proyecto fue hacer algo que la gente pueda reproducir en casa con una impresora 3D y una bolsa de algodón (en referencia al dispositivo individual). Hemos donado todo nuestro trabajo: los planos, el programa para hacer modificaciones y el archivo de impresión lo hemos subido gratuitamente. En cuanto al prototipo del contenedor, que se hizo en acero inoxidable, lo dejé en un centro de buceo de Tarragona", detalla el profesor de Mecatrónica. 

Los dos prototipos son independientes, reutilizables, de dimensiones reducidas, baratos de fabricar y fácilmente replicables. Estas son sus características:

  • CARIBDIS. Es una herramienta individual diseñada para que los buceadores la puedan llevar anclada en el cinturón de lastres con la misión de que puedan recoger la basura del fondo marino de una forma más rápida y eficaz. Se compone de dos tapas de plástico impreso en 3D y entre ambas piezas se sitúa una bolsa. En la tapa superior tiene un anclaje en el que se puede colocar un mosquetón y en la inferior posee una rosca que permite unirse con la superior. La posición de la bolsa entre las piezas crea un embudo que permite meter la basura y que se mantenga en el interior mientras se bucea. "La idea es muy sencilla: la bolsa tiene la capacidad de no dejar salir la basura y la puedes vaciar en el contenedor grande o bien salir con ella  y reciclarla después", apunta Monzón.
Miguel Esteve con el dispositivo Caribdis.
Miguel Esteve con el dispositivo Caribdis.
Centro San Valero
Rosca de botella de plástico impreso en 3D del proyecto Caribdis.
Rosca de botella de plástico impreso en 3D del proyecto Caribdis.
Centro San Valero
  • ESCILA. Es un contenedor (de 60 centímetros de diámetro) para introducir grandes cantidades de basura del fondo del mar, que cuenta con sistemas de sujeción y anclajes para subirlo y bajarlo de manera grupal o con la ayuda de una boya o barco. También contiene dos tapas: la primera está hecha con una lámina de acero unida a un mallado para filtrar el agua -y se puede desmontar del contenedor para sacar el interior y retirar la basura- y la segunda tapa se ha realizado a través de impresión 3D.
Contenedor de acero inoxidable para introducir grandes cantidades de basura del fondo del mar.
Contenedor de acero inoxidable para introducir grandes cantidades de basura del fondo del mar.
Centro San Valero

Más de 600 alumnos de 41 centros educativos de Formación Profesional de todo el país se presentaron a la edición de Libera Makers. Quedaron 20 finalistas y se premiaron tres proyectos, más el galardón del público. El equipo aragonés fue uno de los agraciados con dos de ellos y no es la primera vez que el centro zaragozano es galardonado. "El Grupo San Valero siempre colabora en este tipo de eventos; para los profesores nos viene muy bien porque podemos acercar a los alumnos a una realidad y estos hacen una aportación a la sociedad", indica Luis Monzón.

Insignias digitales de San Valero

El premio tiene una aportación económica para el centro educativo (con ella compraron herramientas de medición) y un diploma acreditativo para los alumnos de los organizadores de Libera Makers. Y, no menos importante, también San Valero ha "recompensado" a estos tres estudiantes con una insignia digital (que reconocen a los chavales que han destacado con sus proyectos en el área social, de aprendizaje y servicio; y que conectan el mundo académico con el profesional).

Carlos Continente, de 21 años, resalta lo relevante que este nueva experiencia le ha reportado a nivel personal y la gran satisfacción que le produce ayudar a la limpieza del fondo marino. Mientras, Miguel Esteve, de 19, señala la motivación que supuso trabajar en equipo. No obstante, ambos estudiantes hacen hincapié en que la gente haga uso de los prototipos que han creado. "Si se difunde el proyecto Escila y Caribdis y vemos que hay demanda, lo suyo sería fabricar más contenedores y repartirlos por diferentes centros de buceo. Estamos dispuestos a ello", aseguran.

De momento, alguna persona ha contactado con ellos (tienen una web y una aplicación de móvil) para preguntarles alguna duda con los prototipos. Luis Monzón recuerda que Libera Makers busca motivar a los alumnos. "Que cuando salgan al mundo laboral estén concienciados con la naturaleza y creen algo relacionado con ella si ven una oportunidad de emprendimiento", dice. Por su parte, los alumnos lanzan un claro mensaje en el vídeo promocional: "Esperamos que todos juntos podamos hacer de este proyecto una realidad y contribuir todos al medio ambiente". Pues eso.

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