Aragón cuenta ya con un protocolo para la atención integral para el paciente postcovid que establece los criterios para su identificación y define el modelo asistencial , que centraliza Atención Primaria, complementado en el caso de aquellos que requieran derivación a las consultas hospitalarias. Se estima que en torno a un 10% de las personas que han sido diagnosticadas de coronavirus pueden presentar síntomas doce semanas semanas después de la infección, por lo que podría afectar a unos 16.500 aragoneses, de un total de 165.699 que han sido infectados desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020.

José María Abad, director general de Asistencia Sanitaria, ha presentado este miércoles el protocolo, junto a la coordinadora del equipo de trabajo, la doctora Esther del Corral, médico internista en el Hospital Royo Villanova. Abad ha hecho referencia a que el covid es una enfermedad relativamente nueva y en torno a ella existe "mucha incertidumbre y faltas de evidencias científicas". Se han descrito hasta 80 síntomas diferentes, lo que hace que sea una patología "difícil de diagnosticar", por lo que se recurre a la exclusión, descartando otras causas. La sintomatología es múltiple, aunque la más habitual es astenia y malestar general, así como cefalea, tos, sensación de falta de aire, pérdida de apetito, diarrea, erupciones, dificultad para tragar o palpitaciones.

El documento, coordinado por el Servicio de Estrategias y Formación de la Dirección General de Asistencia Sanitaria, ha sido elaborado por un grupo de trabajo multidisciplinar que influye profesionales de las especialidades de Rehabilitación, Neumología, Enfermería, Cardiología, Medicina Interna, Medicina de Familia, Psicología Clínica, Psiquiatría y Neurología. Según ha resumido Abad, este protocolo "establece los criterios y recomendaciones para los pacientes postcovid y homogeneiza el proceso asistencial entre los distintos profesionales sanitarios". Este equipo se reunió también con la asociación Long Covid de Aragón, que incluyó aportaciones al documento. Los criterios de inclusión de los pacientes para activar este servicio específico en Primaria son la confirmación de la infección mediante prueba diagnóstica o, excepcionalmente, el diagnóstico clínico se se trata de casos entre febrero y abril de 2020 -cuando las pruebas estaban muy limitadas- y la presencia de síntomas que continúan doce semanas después de la infección y no pueden explicarse por otra patología.

Esther del Corral, por su parte, ha concretado que la covid persistente afecta a aquellas personas que no han recuperado el estado de salud inicial tras haber padecido la infección por SARS-CoV-2 y los síntomas se mantienen hasta tres meses después. Según ha explicado, los profesionales de Atención Primaria realizarán, en primer lugar, una evaluación inicial, con la historia clínica detallada y la recogida de los síntomas persistentes; seguido de una valoración funcional, que permitirá "ver el impacto sobre su calidad de vida". Tras unas exploraciones complementarias se definirá el riesgo que presenta (bajo, moderado o alto) y, con esas conclusiones, se decidirá si el control lo lleva a cabo el equipo del centro de salud o si precisan derivación al hospital. 

La coordinadora, la internista Del Corral, ha añadido que el objetivo es "diagnosticar lesiones reversibles y dar atención a pacientes de mayor complejidad". Para los pacientes con sintomatología predominantemente respiratoria (disnea y tos de nueva aparición), la atención hospitalaria se prestará a través del servicio de Neumología. En el caso de los enfermos plurisintomáticos o pluripatológicos, la unidad de referencia será Medicina Interna. En los pacientes en los que hay un síntoma predominante, se realizará la interconsulta al servicio correspondiente (Neurología, ORL, Psiquiatría…).

En estos momentos no existe ningún tratamiento farmacológico que haya demostrado beneficio en los pacientes paciente postcovid, si bien algunos de los síntomas tienen tratamiento o pueden mitigarse con recomendaciones de actuación, programas de rehabilitación o de estimulación cognitiva.

Tras la valoración inicial, se recomienda una consulta, que podría ser telefónica a las cuatro semanas para la valoración de la adherencia a las recomendaciones farmacológicas y no farmacológicas que se le han indicado en la primera visita y responder a las dudas que hayan podido surgir. Posteriormente, se recomienda una revisión presencial mínima cada tres meses hasta el alta del paciente.