Más de 11.500 aragoneses han redactado su testamento vital desde 2003, el 62% mujeres

La mayoría de voluntades anticipadas son de residentes en el entorno urbano. Desde junio se han presentado 437 documentos de este tipo y 263 expresan su deseo de acogerse a la eutanasia.

Entrada a la unidad de cuidados intermedios del servicio de Neumología del Hospital Miguel Servet.
Entrada a la unidad de cuidados intermedios del servicio de Neumología del Hospital Miguel Servet.
Toni Galán

Más de 11.500 aragoneses, con una media de edad de 67,1 años, han redactado su testamento vital desde 2003, un documento en el que manifiestan de forma anticipada los deseos o instrucciones que se deberán tener en cuenta sobre las actuaciones médicas que desean recibir en un futuro en caso de incapacidad física o mental y dar el consentimiento para que los profesionales sanitarios actúen en consecuencia para el cumplimiento de dichas instrucciones. El 62% son mujeres, y el 82% viven en el entorno urbano. Más del 60% de las declaraciones de voluntades anticipadas que se han hecho desde que entró en vigor la Ley de Regulación de la Eutanasia (en junio de 2021) manifiestan su disposición de acogerse a este procedimiento (263 de 437).

En concreto, hay 11.592 registros de Voluntades Anticipadas en la Dirección General de Transformación Digital, Innovación y Derechos de los Usuarios del Gobierno de Aragón, según los datos extraídos desde 2003 hasta el 3 de noviembre de 2021. El Departamento de Sanidad permite solicitar una cita a través de la página web www.saludinforma.es para recibir asesoramiento individualizado.

La Consejería dispone así de un registro donde los documentos de voluntades anticipadas están disponibles para ser consultados por los sanitarios que le atiendan en situaciones en las que el firmante no pueda manifestar su voluntad respecto a los cuidados a recibir y, de esta manera, conocer y respetar así su voluntad. Los profesionales, por su parte, se comprometen a realizar una consulta al Registro de Voluntades Anticipadas para conocer si alguien ha dejado constancia de forma previa cuando se den las circunstancias. Pueden realizar este documento todas las personas mayores de edad, capaces y libres que no se encuentren incapacitadas judicialmente. En Aragón también pueden presentarlo los menores de edad, siempre que sean mayores de 14 años, con la asistencia de uno de sus padres o, en su defecto, de su tutor. Este documento se puede anular en cualquier momento. Para ello debe solicitar cita previa para voluntades anticipadas o solicitarlo por escrito adjuntando una copia de su DNI.

Testigos o acta notarial

El testamento vital se puede hacer con testigos o mediante un acta notarial. Por la primera de las opciones, que precisa de la firma de dos acompañantes mayores de edad –una de las cuales no debe tener relación de parentesco de hasta segundo grado– se han decantado, desde 2003, 9.139 personas (el 78,84%) mientras que por la presentación ante notario, en el que no son necesarios testigos, la han tramitado 2.318 aragoneses. En el registro figura además que 135 testamentos vitales se han formalizado ante una persona de la administración sanitaria, lo que representa el 1,16%.

En estos momentos, de los más de 11.500 aragoneses que han decidido dejar por escrito sus cuidados futuros, poco más de un 62% son mujeres y cerca de un 37%, hombres. La media, en ambos casos, ronda los 67 años. El documento refleja la voluntad del titular a recibir cuidados o tratamientos (algo que suscriben la práctica totalidad de los testamentos). En la lista de cuestiones que se declaran figura, entre otras cosas, el deseo a ser incinerado (que expresan 4.564 personas, el 39,37%) o a donar los órganos (5.510 ciudadanos, el 47,53%). Pero además aparece el rechazo al tratamiento hemoterápico (978 aragoneses, con una media de edad de 52,8 años) –garantizando así que no recibirán transfusiones de sangre o hemoderivados en caso de necesitarlo–, la asistencia religiosa (1.725) o el deseo a morir en casa (806) o a hacerlo en el hospital (1.878).

Es una iniciativa que consiste en donar una parte de un patrimonio o herencia para que, una vez que fallezca su titular, este se destine a programas o proyectos sociales y humanitarios.

En el documento se puede declarar también la posibilidad de acogerse a la prestación de ayuda a morir (eutanasia), si se dan los requisitos previstos en la ley, en vigor desde el pasado junio. Desde ese mes se han presentado 437 testamentos vitales y en 263 se expresa esta voluntad. En junio se suscribieron 63, y 22, el 34,92%, expresaron esta opción. El porcentaje, sin embargo, aumentó al mes siguiente, en julio, cuando se registraron 67 documentos de voluntades anticipadas, y el 62,69% manifestaba su voluntad de acogerse a lo previsto en materia de eutanasia. Un porcentaje similar se registró el pasado mes de octubre, cuando se presentaron 98 testamentos vitales y en 61 casos expresaban este deseo. Aragón fue una de las primeras comunidades en poner en marcha el Registro de Voluntades Anticipadas, en 2003, tras Cataluña y Navarra, y a la vez que el País Vasco.

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