La realidad demográfica de Aragón evidencia que la despoblación, lejos de mejorar, empeora. En la última década, ocho de cada diez municipios han perdido habitantes. La expansión de la longevidad, la contracción de la fecundidad y un volumen de población extranjera menor han llevado a esta situación. 653 de las 731 localidades de la región arrojan una media de edad superior a la autonómica (44,9 años) y 83 de ellas incluso superan los 60 años.

El Instituto Aragonés de Estadística (Iaest) revela que Cuarte de Huerva, en la Comarca Central de Zaragoza, es el municipio de la comunidad autónoma más joven (34,4 años), mientras que Fuenferrada, en Teruel, es la localidad más envejecida (71,8 años). Estos datos reflejan la situación del mundo rural, donde hay 545 núcleos que no alcanzan los 500 habitantes, y 212 de ellos están por debajo del centenar de vecinos.

En la lista de los municipios con más población mayor, que encabeza Fuenferrada, aparecen también Los Pintanos (71 años), Fonfría (68,1), Torrelapaja (67,1), Rubielos de la Cérida (66,8), Obón (65,9), Las Cuerlas (65,6), Veguillas de la Sierra (65,5), Valle de Bardají (65,4) o Vistabella (65,2).

La lectura de estas cifras tan altas, según concreta Vicente Pinilla, director de la Cátedra de Despoblación y Creatividad, impulsada por la DPZ y la Universidad de Zaragoza, es que "no hay reemplazo generacional".

Importantes consecuencias

"La parte alta de la pirámide demográfica es muy ancha; y la baja, muy estrecha", asegura, lo que evidencia que cada vez hay más mayores y menos niños y jóvenes. Las altas tasas de envejecimiento, "características de las sociedades occidentales", incide Pinilla, conllevan, a su vez, consecuencias sociales y económicas, con una mayor presión sobre los sistemas de pensiones, sanidad y servicios sociales.

La esperanza de vida al nacer en Aragón se sitúa en 82,4 años. Hablar de despoblación implica abordar este problema desde variantes tales como el escaso tamaño de los municipios, el envejecimiento o la falta de menores de 16 años, mujeres o inmigrantes. Una alta media de edad, sin embargo, permite observar con rotundidad que hay relación inversa: "Cuanto más pequeño es el municipio, más alto es el envejecimiento", explica Vicente Pinilla. «Con edades más avanzadas, la previsión es que el tamaño demográfico vaya disminuyendo», advierte.

Más jóvenes cerca de Zaragoza

Para Luis Alfonso Castellano, geógrafo del Cuarto Espacio de la Diputación de Zaragoza, un análisis de la edad de la población permite comprobar que las cifras más bajas se concentran, entre otras, en localidades del entorno metropolitano de Zaragoza –como Cuarte (34,4 años), María de Huerva (35,1), La Puebla de Alfindén (36,5), La Muela (36,9), Pinseque (38,6), Cadrete (39,3), o Utebo (39,6)–, así como en cabeceras comarcales, salvo alguna excepción.

Hay además, al menos, 61 pueblos sin menores de 15 años. En su opinión, habría que tener en cuenta el índice de sobreenvejecimiento, que indica el porcentaje de mayores de 85 años sobre la población total que supera los 65, ya jubilada. En casi la mitad de los municipios (314) superan el 25%, y en seis de ellos, el 50%.

Desde el Consejo Económico y Social de Aragón (CESA) destacan que la evolución demográfica más reciente refleja cierta estabilidad en la edad media de los aragoneses, la proporción de población mayor o la tasa de dependencia, si bien estas magnitudes se han ampliado en el último decenio. La edad media ha pasado de los 43 a los 45 años entre 2010 y 2020. Asimismo, el porcentaje de población mayor de 64 años subió del 19,8% al 21,7% (en España es del 19,4%), aumentando la tasa de dependencia del 51,9% al 57,5% en la última década, lo que indica que la población económicamente inactiva se ha intensificado.

La población ha descendido un 1,3% desde 2010. El fenómeno de la despoblación, vinculado con su tamaño y con una estructura demográfica envejecida, ha repercutido en gran parte de los municipios. El 84% de las localidades aragonesas (614) han perdido vecinos. Se observa, además, el cambio mostrado por el saldo migratorio exterior con la llegada de población inmigrante en un contexto de intensificación de la actividad productiva hasta la irrupción de la pandemia. El último padrón, que aún no incluye los efectos demográficos de la covid-19, muestra una reducción de habitantes de las zonas rurales (-2.881) e intermedias (-6.619), en favor de las urbanas (19.600 personas más), con un papel destacado de Zaragoza capital (6.880 habitantes más) y un comportamiento más moderado en las otras dos capitales: Huesca (824) y Teruel (350). También han registrado un repunte Fraga (320 más), Caspe (278), Monzón (233), Cadrete (203) o Ejea de los Caballeros (201) que, en términos absolutos, han tenido un crecimiento interanual mayor (por encima de las 200 personas).

Desierto demográfico

Pese a ello, la densidad de la población aragonesa es de 27,9 habitantes por kilómetro cuadrado, solo por encima de Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura, y lejos de la media nacional y de la Unión Europea (94,0 y 106,2 hab/km²). 33 comarcas aragonesas están por encima de los 24 hab/km², y 17 se encuentran con una cifra igual o inferior a los 12,5 hab/km², por lo que se consideran ya desiertos demográficos o zonas escasamente pobladas.

En el lado opuesto estaría la Comarca Central, con 333,8 hab/km². Más del 70% de la población se concentra en municipios de más de 10.000 habitantes. Además, entre las citadas comunidades, aseguran desde el CESA, Aragón tiene el porcentaje más bajo de municipios en áreas intermedias (de 2.001 a 10.000 habitantes) y aglutina la mayoría de la población en Zaragoza ciudad (51,3%), lo que crea una importante asimetría entre la capital y el resto.