PP, Cs y PAR piden cumplir con las obras hidráulicas en Aragón y la izquierda insta a "revisar" el Pacto del Agua

Los socios del cuatripartito volvieron a evidenciar ayer sus discrepancias. Podemos aseguró que el acuerdo huele "a naftalina" y CHA dijo que está desfasado.

La ministra Teresa Ribera visita Zaragoza
Reunión de la comisión de seguimiento del Pacto del Agua con la ministra Teresa Ribera
Oliver Duch

 Las diferencias de los cuatro socios de Gobierno en materia hidráulica volvieron a primer plano con la reunión de la comisión de seguimiento del Pacto del Agua. Mientras el PAR urgió a acabar cualquier obra iniciada y el PSOE abogó por que el pacto sea "un punto y seguido" para adaptarlo al cambio climático, Podemos instó a no seguir tropezando con un plan que huele "a naftalina" y CHA habló de un pacto "desfasado" que merece "una reflexión" tras años de conflictos y obras judicializadas.

El portavoz del PAR, Jesús Guerrero, recalcó que en esta tierra, más que en ninguna, el agua es "vida y futuro"; uno de los motores principales para crear oportunidades en torno a la industria y la agroindustria. En su opinión, se necesita avanzar de una forma decidida y "concretando plazos" a la hora de hablar de infraestructuras de interés. "El Gobierno de España debe ser leal con Aragón", manifestó.

Podemos, en cambio, cree necesario pensar en 2050 y no en 1960. "No podemos planificar un Pacto del Agua basado en el siglo XIX. Necesitamos agua limpia y bien gestionada para cubrir las necesidades reales, no promesas históricas que no se pueden cumplir y asumir con los límites que tiene el planeta", subrayó la diputada Marta de Santos.

En esta línea, el portavoz de CHA, Joaquín Palacín, recordó que el Pacto del Agua tiene ya 29 años y que, desde su aprobación, cuestiones como el regadío "han cambiado". Mostró, asimismo, su rechazo al recrecimiento de Yesa. "También le hemos preguntado por el descarte definitivo de Biscarrués, pero no hemos obtenido respuesta", dijo.

Esta fue, precisamente, una de mayores críticas que hicieron los ocho grupos a la vicepresidenta Ribera. Aquí no hubo distinciones entre Gobierno y oposición. Todos, en mayor o menor medida, afearon a la titular de Transición Ecológica la falta de cifras.

Lo habitual es que, antes de la comisión, los grupos reciban un documento con el estado de todas y cada una de las obras del Pacto del Agua, pero no fue el caso.

Especialmente crítico fue el PP. Su portavoz en materia de Agricultura, Ramón Celma, pidió a la ministra "que salga de las alfombras para conocer los verdaderos problemas de los agricultores y el territorio". "Es inadmisible que se eliminen más de 30 pequeños embalses del futuro Plan Hidrológico del Ebro", aseveró. Le replicó el socialista Vicente Guillén que resaltó que Ribera aportó el "compromiso del Gobierno de España por las infraestructuras hidráulicas".

Por su parte, Ramiro Domínguez, de Ciudadanos, recalcó que los compromisos están "para respetarse", aunque admitió que han pasado 30 años y "tiene que haber mejoras". Ante la falta de unidad existente en el Parlamento autonómico, el diputado propuso a Ribera que sea ella quien haga de mediadora para tratar de llegar a acuerdos.

A su juicio, "todas las obras son fundamentales". "El regadío es el futuro de Aragón. Esta es una Comunidad árida, y el agua siempre ha sido clave para que la gente se quede en los pueblos", incidió. Como Celma, afeó que haya alrededor de 30 actuaciones que no se van a cumplir. "Algo tendremos que hacer", dijo.

Otros partidos como Vox reprocharon a la ministra que hayan pasado más de tres años desde la reunión de la comisión de seguimiento. "El balance de estos 30 años es desolador. No ha habido ningún trasvase, pero el desarrollo de las obras no ha llegado ni siquiera al 60% o el 70% de ejecución. Aragón sigue necesitando importantes inversiones para conseguir un aprovechamiento más eficiente del agua", expuso su portavoz, Santiago Morón, antes de criticar las «estrictas políticas medioambientalistas» del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

IU, por su parte, preguntó por "eternos olvidados" como los planes de restitución, la necesidad de revertir los saltos hidroeléctricos o la depuración, según detalló su portavoz, Álvaro Sanz.

A vueltas con la Mesa

La reactivación de la Mesa del Agua volvió a reabrir heridas entre los cuatro socios. No aceptarán Podemos y CHA que se aborden únicamente las alternativas a Biscarrués. El portavoz de los nacionalistas recalcó que se tiene que hablar de todo "con un folio en blanco". Se trata, según indicó, de analizar los conflictos existentes en Aragón y buscar acuerdos. "Si retiramos temas será difícil llegar a un nuevo pacto", advirtió.

En esta línea, De Santos recordó que el pacto de gobernabilidad hablaba de desatascar los conflictos existentes. "Entiendo que no habrá que forzar nada", agregó la diputada podemista en referencia a la postura de PSOE y PAR.

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