Dudas en las residencias aragonesas sobre si pueden pedir el certificado covid a los familiares
Los mayores ya pueden recibir en su dormitorio a una persona vacunada durante una hora. La orden con la flexibilización de las medidas ya ha sido publicada en el BOA.
Hace ya dos semanas que la consejera de Ciudadanía, María Victoria Broto, anunció que los mayores iban a poder recibir a un familiar vacunado en la habitación de su residencia. La aplicación de esta medida, tras la publicación este miércoles de la orden que flexibiliza las normas de seguridad en el Boletín Oficial de Aragón (BOA), suscita dudas en algunas residencias que no se sienten legitimadas legalmente para pedir a los visitantes el certificado covid. Los usuarios pueden estar en su dormitorio hasta una hora con un familiar o una persona de su referencia con una ventilación natural, cruzada y permanente.
"Las residencias no podemos solicitar a una persona el certificado covid, lo único que estamos en disposición de hacer es preguntarle si está inmunizada con la dosis completa y confiar en su responsabilidad y sinceridad", señaló Emilia Bergasa, presidenta de la Asociación de Residencias de Ancianos y Servicios de Atención a los Mayores (Lares). La entidad engloba a 45 geriátricos de iniciativa social y 12 centros de día.
Bergasa recordó que la autorización pedida por la DGA al Tribunal Superior de Justicia de Aragón para usar el pasaporte covid en el ocio nocturno sigue pendiente del pronunciamiento del Tribunal Supremo y que otras instancias judiciales han tumbado iniciativas de este tipo. Lares ya ha trasladado esta preocupación al Departamento de Ciudadanía y se irán analizando "las complicaciones" que puedan surgir en los próximos días.
La orden deja claro que la persona que acceda a la habitación tiene que "cumplir el requisito" de estar vacunada. En este caso no se trata de una recomendación. Para Paquita Morata, gerente de la Asociación Aragonesa para la Dependencia (Arade) de carácter privado, la normativa de la DGA les faculta para solicitar el certificado si lo consideran necesario y señala que siempre pueden recurrir al "derecho de admisión" que también se regula. Reconoce que se pueden producir "situaciones problemáticas excepcionales".
El acceso a las habitaciones no es la única novedad de esta flexibilización, pero sí la más esperada. Además, los transportes recuperan todas sus plazas y las cafeterías de las residencias, hasta ahora restringidas a internos, acompañantes y trabajadores se abren al público. También desaparecen las restricciones de aforo en las estancias, aunque se tiene que seguir manteniendo la distancia de seguridad si hay convivientes no habituales.
