Heraldo del Campo

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Grupos Leader, una historia de éxito con un futuro incierto

La continuidad de los Leader, que cumplen 30 años, está en peligro si no pueden disponer de los fondos con los que contaban hasta ahora, dicen sus impulsores. Su reivindicación ha llegado hasta las Cortes.

La metodología Leader, una pionera iniciativa comunitaria puesta en marcha en 1991, teme por su superviviencia en Aragón.
La metodología Leader, una pionera iniciativa comunitaria puesta en marcha en 1991, teme por su superviviencia en Aragón.
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Hace 30 años, el medio rural estaba en retroceso, con múltiples problemas de despoblamiento, envejecimiento, pérdida de rentas, masculinización y deficiencia de servicios. Los padres querían que sus hijos estudiasen para poder dejar atrás una vida que se consideraba poco dignificante, porque esas tierras se retrataban -y muchas películas de la época dan cuenta de ello- como una zona casposa y atrasada.

En esta definición del contexto de la última década del siglo XX hay muchos aspectos que todavía se repiten en los cientos de municipios que se esparcen por los territorio aragonés, pero hay una notable diferencia. Y se llama Leader. No es el nombre en inglés con el que se denomina a "aquella persona o entidad que va a la cabeza de los de su clase" (según la definición de la Real Academia de la Lengua), aunque perfectamente ha cumplido esta función. Es el acrónimo de ‘Liaisons Entre Activité de Developpement de l’Économie Rural’ (Relaciones entre Actividades de Desarrollo de la Economía Rural), una innovadora y pionera iniciativa comunitaria, cuya implantación se decidió en 1991 en el seno de la Comisión Europea, que, ante el fracaso de las políticas tradicionales (de arriba a abajo) para dar respuesta a los problemas del medio rural, apostó por la aplicación, por primera vez, de una metodología de trabajo que cambiaba el sentido de la estrategia (de abajo a arriba) para revitalizar y valorizar el medio rural a partir de sus propios recursos y de sus propios habitantes.

Su éxito ha sido indiscutible en España, en general, y en particular en Aragón, que se ha convertido a lo largo de estas tres décadas en un ejemplo de gestión.

Lo dicen sus cifras. La Comunidad cuenta con 20 grupos de acción local repartidos por la práctica totalidad de las comarcas aragonesas y en los que se dan la mano representantes de ayuntamientos, comarcas, asociaciones empresariales, sindicatos de clase, organizaciones profesionales agrarias, asociaciones de jóvenes y de mujeres.

Desde la puesta en marcha de esta iniciativa hasta 2015, los grupos aragoneses generaron 9.000 puestos de trabajo directo y lograron la consolidación de otros 7.500 empleos más. Y desde entonces hasta 2021 han sido 1.588 los nuevos puestos de trabajo generados con los proyectos empresariales impulsados por estos grupos de acción local, que además han conseguido la consolidación de otros 5.078 empleos. No menos importante es que de todo el empleo creado, el 48,5% es empleo femenino, un dato que según los responsables de la Red Aragonesa de Desarrollo Rural (RADR), en la que se integran estos grupos, "tiene una importancia extrema, porque es este empleo el que fija más población en el medio rural".

Eso es el pasado, porque lo que viene por delante llega lleno de incertidumbre. La inquietud entre los impulsores de estos grupos comenzó cuando a mediados del pasado mes de abril el consejero de Agricultura les planteó su intención de modificar la estructura de los Leader, reducir su número (tan solo tres, uno por provincia) y recortar a la mitad los fondos que hasta ahora recibían. Los responsables de la RADR alzaron entonces la voz y aunque se han conseguido avances (se ha retirado la propuesta de eliminar grupos), continúan considerando el presupuesto "muy insuficiente" para la labor que desarrolla esta metodología.

No han dejado de repetir su reivindicación en los despachos de la consejería, ante los medios de comunicación, en las reuniones con los partidos políticos y, más recientemente, su presidente y su vicepresidente, José María Merino y José Manuel Penella, respectivamente, le han puesto voz en las Cortes de Aragón, donde comparecieron recientemente en la Comisión de Ciudadanía.

En sus primeros años, la metodología Leader tenía autonomía y presupuesto propio, pero con la Agenda 2000 -que convirtió la política de desarrollo rural en el segundo pilar de la Política Agraria Comunitaria (PAC)-, esta innovadora iniciativa entró a formar parte de esa línea de ayudas en las que compiten la incorporación de jóvenes, la modernización de explotaciones, las inversiones en la industria alimentaria, los regadíos...

Hasta ahora existía una entente cordial que garantizaba el presupuesto de esa metodología en la Comunidad. Aragón fue incluso pionera y ejemplo de un acuerdo alcanzado por todos los grupos políticos aragoneses para que durante el periodo 2014-2020 de la PAC los leader aragoneses continuaran disponiendo del 10% del presupuesto total del PDR, aunque Bruselas lo cifra en al menos el 5%. Dicho en cifras: casi 77 millones de euros.

Con el periodo transitorio de la PAC -los dos años en los que se mantiene la pasada programación hasta que entre en vigor la reforma en 2023-, han llegado los temores y las incertidumbres. Aragón ha sido tan eficaz en la gestión (y en el gasto) del Plan de Desarrollo Rural que ha sido necesario prorrogar el presupuesto. Sería mejor decir conseguir un adelanto del próximo programa. Y eso significa que se ha detraído una partida de 215 millones (de los 830 con los que previsiblemente se dotará el próximo periodo) a los que se han sumado otros 40 millones del instrumento de recuperación con los que Bruselas decidió engordar las arcas del Feader (fondo europeo de desarrollo rural).

Pero de esos 255 millones, los grupos Leader no recibirán el 10%, sino una cifra mucho más lejana, "tan solo ocho millones", recuerdan el presidente y el vicepresidente de la Red Aragonesa de Desarrollo Rural, José María Merino y José Manuel Penella, respectivamente. Y cuando se aplique la nueva PAC, entre 2023 y 2027, el presupuesto total que quedará tras el adelanto serán 579 millones de los que esta metodología Leader recibirá otros 55 millones.

A la RADR no le salen las cuentas. "Nos llegarán 63 millones en total, pero serían necesarios al menos 70", señala Penella, como recordó recientemente en su comparencia en las Cortés. "Con esta cuantía no se garantiza la viabilidad de los grupos, su mantenimiento y la atención a aquellas demandas que tengan nuestros promotores del medio rural", insiste el vicepresidente.

No piden más, pero tampoco se van a conformar con menos. "Queremos que se nos trate igual que hace 30 años. Eso es lo que hemos venido a decir", señalaba Penella ante los diputados, a los que pidió (y consiguió) apoyo expreso para no perder disponibilidad económica. "Es lo justo, hay una experiencia de éxito en toda España y Aragón ha sido puntera en apoyar a los Leader, por lo que no entendemos por qué ahora estamos así, cuando en otras comunidades, prácticamente en todas, mantienen el apoyo total a sus grupos", reitera Penella.

Un éxito en cifras

La importancia del Leader en Aragón la explica el presidente de la RADR con cifras. En la actualidad, los 20 grupos de acción local que se reparten por la práctica totalidad de la Comunidad integran a 1.413 socios, "lo que los convierte en el mejor reflejo de los territorios rurales", señala Merino. Y recuerda que "ninguna otra entidad integra a 617 entidades públicas, 134 del sector agroalimentario, 243 asociaciones empresariales y 258 no empresariales y fundaciones". De todas ellas, reitera, el 22,5% son asociaciones de mujeres.

Emplean a 70 trabajadores -gerentes, técnicos y administrativos, grandes conocedores del terreno que pisan-, que dinamizan y elaboran las estrategias para distribuir las ayudas a los emprendedores y pymes de cada territorio.

Y sus resultados también se demuestran con datos. Desde su creación en los años 90 hasta 2015, los grupos Leader han generado 9.000 puestos de trabajo directo y la consolidación de otros 7.500 empleos más. Desde 2016 hasta la actualidad -datos provisionales porque no se ha cerrado todavía el periodo- han sido 1.588 los nuevos puestos de trabajo y suman un total 5.078 los empleos consolidados. De todos ellos el 48,5% es empleo femenino.

Grupos de acción local y su localización en Aragón.
Grupos de acción local y su localización en Aragón.
HA

"Las cifras del último periodo pueden parecer cortas si se comparan con el plan anterior, pero hay que tener en cuenta que estábamos saliendo de una grave crisis económica cuando no vimos azotados por una pandemia que paralizó el país y la economía", afirma Merino. El presidente de la RADR se muestra orgulloso de unas cifras que certifican "el magnífico trabajo que han desarrollado los grupos de acción local, que dicho sea de paso, en Aragón han sido los más pioneros y los que más han desarrollado la ideología Leader".

Como hizo durante durante su intervención ante los diputados, Merino deja un mensaje en el aire. "Lo que ocurra a partir de este periodo será lo que marque la trayectoria y el futuro de los grupos", destaca. Pero advierte que no hay que olvidar que "el leader atiende a un sector de la población que actualmente no está atendido por ninguna otra institución y que gracias a él se reabren panaderías y comercios, se mejoran restaurantes, se instalan empresas y se revitalizan servicios que de otra forma sería imposible llevar a cabo".

Un futuro que dependerá, insiste el presidente de la Red Aragonesa de Desarrollo Rural, del compromiso político (y presupuestario) que permita "la continuidad y el mantenimiento" de los 20 grupos, "que trabajan en territorios cuyos tamaños les permiten detectar y atender las necesidades de emprendedores y empresas además de entidades locales". Porque, en su opinión, ampliar su ámbito de actuación o reducir el número de entidades no es una opción. "Eso dificultaría la capacidad de aplicar estas estrategias alejando la cercanía de los grupos a la ciudadanía", añade.

¿Un nuevo rumbo?

Los responsables de la RADR también entonan el ‘mea culpa’. Son conscientes de que 30 años después de su nacimiento, quizás es momento de dar un nuevo rumbo a los grupos de acción local. "No queremos anclarnos al pasado y pretendemos evolucionar hacia otros desarrollos", asegura Merino. Para eso miran hacia otras comunidades en las que los Leader están demostrando que con esta metodología también se puede gestionar acciones de política medioambiental como la gestión de espacios naturales o el desarrollo de planes de sostenibilidad turística, aunque son sabedores de que en Aragón este último cometido está en manos de las comarcas.

"Podemos ser más transversales, dar un paso adelante, porque además tenemos personal preparado y conocedor del territorio", detalla Penella, que justifica con este argumento la petición realizada para quedar integrados en la Consejería de Presidencia.

Habría otro aspecto en el que avanzar, señalan, para mejorar la situación jurídica de estos grupos, considerados en la actualidad como asociaciones sin ánimo de lucro. De esta manera, advierte Merino, si faltara dinero para atender un problema "por ejemplo, el despido de un trabajador", el gasto recaería en los miembros de la junta, que tendrían que hacer frente al mismo con su propio patrimonio. "Eso es una injusticia muy grande", señala, aunque reconoce que no solo sucede en Aragón, sino en toda España.

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