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La futura ley de Tráfico deja en la cuerda floja 89 autoescuelas en el ámbito rural

Los centros no requerirán más que una sede en todo el país para poder dar clase, por lo que "las de los pueblos tenderán a desaparecer".

Clase en una autoescuela de Zaragoza.
Clase en una autoescuela de Zaragoza.
Oliver Duch

Las autoescuelas están, más que nunca, pendientes del trabajo de los senadores. En las manos de los representantes en la Cámara Alta está que salga adelante, se modifique o elimine el artículo 62 de la futura ley de Tráfico, que atañe directamente al trabajo de de los centros de formación. "En resumen, permitiría que un centro con una sola sede en España pueda impartir clases en todo el territorio, lo que dejará en la cuerda floja, sobre todo, a las sedes que se ubican en el ámbito rural y a sus empleados y afectará a la calidad de la enseñanza y, en consecuencia, a la seguridad vial", recapitula Sergio Olivera, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Zaragoza (APAZ).

Olivera, que además es vicepresidente de la patronal a nivel nacional, considera que la existencia de locales físicos que dependan directamente de una jefatura provincial favorece la excelencia en el aprendizaje: "La Administración hace inspecciones periódicas y comprueba que los encargados de impartir la formación reglada son profesores certificados. Si eliminas ese control, ¿cómo se comprueba que el que imparte las lecciones teóricas es un profesor?. El artículo, de salir adelante, promoverá cierres, despidos de profesores y precariedad".

Ahora mismo, si una autoescuela quisiese impartir clases teóricas en Calatayud o Tarazona, debería abrir una sección en la zona, sin salirse del área de influencia de los centros examinadores de Tráfico, algo que cambiaría de concretarse la nueva norma tal y como se redactó el anteproyecto. En Zaragoza hay en estos momentos 106 sedes matriz, de las que dependen 66 secciones; en Huesca son 20 las matrices (con 15 secciones) y en la provincia de Teruel ascienden a 17 las autoescuelas, con 8 locales dependientes. Esas 89 secciones repartidas por todo Aragón son las que correrían un mayor riesgo. En todas ellas trabajan, como poco, un administrativo y un profesor.

"Las escuelas con varias secciones tenderán a cerrar muchas, lo que indudablemente provocará despidos de profesores y administrativos. Como mucho, se convertirán en puntos de captación de clientes. Y la Jefatura provincial no podrá hacer las pertinentes inspecciones como consecuencia de una competencia desleal", lamenta el portavoz de la Confederación Nacional de Autoescuelas, quien asevera que "no se podrá saber cuánta gente depende de cada Jefatura ni cuánta se quiere examinar".

"En la práctica, veo alumnos que no se detienen en los stop"

La preocupación ante la norma está extendida en el sector. El turolense Carlos Aspas, de la autoescuela Centro, considera que "liberalizar de esta manera la profesión y dejar en manos de cualquiera la formación perjudica al conjunto de la sociedad, ya que los alumnos, aunque aprueben y logren el carnet, no saldrán debidamente formados". 

El empresario opina que "al menos unas clases, aquellas en las que se imparte la materia fundamental, deberían ser obligatoriamente presenciales, ya que si no el alumno agarra el volante con grandes carencias". En este sentido, Aspas pone como ejemplo el desconocimiento de que el coche se debe detener, sea cual sea la circunstancia en la carretera, ante una señal de stop. "Lo he visto muchas veces. ¿Cómo puede ocurrir que alguien que ha aprobado un examen formándose en una plataforma online no sepa eso?", se pregunta.

"De aprobarse finalmente el artículo 62, la sociedad va a notar una menor seguridad en todas las vías como consecuencia de una peor formación", concluye el turolense, quien sostiene que de cara al examen se plantean contenidos quizá prescindibles, como los relativos a las tarjetas de inspección técnica, "mientras se pasa de puntillas por otros fundamentales, en los que los profesores hacen hincapié cuando tienen al alumno delante". 

"Parte de la formación ya la hacemos online"

En las zonas rurales están a la expectativa de cómo se pueda desarrollar el articulado en caso de salir adelante. Andrés Chillón, propietario de las autoescuelas Altoaragón, con presencia en Benasque y Graus, recuerda que "en cualquier caso, parte de la formación ya la venimos ofreciendo a través de internet". "Creemos que las clases presenciales son importantes, pero lo cierto es que no todo el mundo puede venir siempre. Piensa en una persona que vive en Laspaúles y tiene la autoescuela a 30 kilómetros". 

En los centros de este oscense se han adaptado a las necesidades de sus clientes potenciales: "En lugar de programar varias clases a lo largo de distintos días, la formación in situ la agrupamos en un solo día y la impartimos como un curso intensivo. En esas jornadas incidimos en lo fundamental, mientras que en las clases no presenciales damos el resto de la materia. Hay que tener en cuenta que hay gente sin carné de conducir que lo tiene muy difícil para moverse varias veces sin semana".

Aunque el anteproyecto no recoge cómo afectaría la norma a las clases prácticas, el cierre de centros empujaría a los futuros conductores a desplazarse hacia las cabeceras de comarca o a buscar nuevas fórmulas, como las clases itinerantes.

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