PAR

Un recuento de infarto tras un duro enfrentamiento entre críticos y oficialistas

Aliaga y Allué se alternaron a la cabeza del escrutinio hasta casi el final.

Arturo Aliaga y Elena Allué vivieron un recuento de infarto de los 404 votos emitidos, que se alargó cerca de hora y media en la Feria de Zaragoza. Ambos se fueron alternaron a la cabeza durante el escrutinio, que empezó ganando el líder aragonesista con una mínima ventaja para luego ponerse en cabeza la directora general de Turismo y, finalmente, imponerse Aliaga en el tramo final.

Con antelación, la tensión acumulada a lo largo de la jornada acabó en una bronca entre críticos y oficialistas a cuenta de los votos delegados. Allué se levantó e impidió que se depositaran en la urna en la que previamente votaron los compromisarios que habían acudido al congreso. Sus partidarios explotaron e increparon a los miembros de la organización y a los oficialistas. "¡Qué indignidad, sinvergüenzas!, ¡Vaya miedo atroz tenéis a perder!", gritaban tras recordar las 311 afiliaciones en bloque, claves para la elección previa de compromisarios, recurrida en los tribunales.

Momento de la discusión sobre el voto delegado en el plenario del congreso.
Momento de la discusión sobre el voto delegado en el plenario del congreso.
Guillermo Mestre

La directora general paró el proceso advirtiendo de que iban a llamar a la Guardia Civil si no llegaba el notario al que habían recurrido, a lo que el senador Clemente Sánchez Guernica replicó que podían llamar "a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, al Colegio Notarial o al de Registradores". El grado de crispación fue subiendo y se empezaron a increpar a gritos militantes de uno y otro bando mientras Arturo Aliaga permanecía hierático en su asiento.

El vicepresidente de la DPT, Alberto Izquierdo, intenta calmar los ánimos.
El vicepresidente de la DPT, Alberto Izquierdo, intenta calmar los ánimos.
Guillermo Mestre

No obstante, el senador y presidente del congreso logró poner paz y sosegar los ánimos al explicar que los votos delegados, aprobados el viernes por la mañana por la comisión organizadora en contra de los críticos, cumplía con el reglamento del congreso y se había acordado por la mesa del congreso y por las dos candidaturas siempre que se adjuntara un certificado médico. Y el hecho de que los oficialistas lo presentaran fue lo que hizo explotar a la presidenta intercomarcal de Zaragoza, Carmen Herrero, quien explicó que era mucha casualidad que lo lograran en una tarde, la del viernes, cuando en el medio rural no hay médicos a esas horas para atender a la población.

Entre los presentes también llamó la atención el hecho de que se hubieran acreditado 440 compromisarios y 36 de ellos se marcharan sin votar. Además, Aliaga obtuvo 210 votos, 31 menos de los avales que registró el jueves, mientras los renovadores lograron 190, 13 menos.

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