coronavirus

Por qué resiste la mascarilla en interiores, la distancia y la ventilación y decae el hidrogel

La desaparición de las restricciones en aforos y horarios no ha evitado que sigan siendo obligatorias otras medidas de prevención de contagios de covid-19 aunque haya cierto cansancio entre la población.

Ambiente en la plaza del Pilar la víspera del fin de las no fiestas.
Ambiente en la plaza del Pilar la víspera del fin de las no fiestas.
José Miguel Marco

La mascarilla sigue siendo un complemento necesario pese a que se hayan levantado las restricciones de aforos y horarios con la mejora de los últimos datos de contagios de covid-19 en Aragón. Con la actual tasa de incidencia en 54,9 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, el departamento de Sanidad ha anunciado esta semana que el control de la enfermedad cambia de estrategia. En ella se mantienen como medidas de prevención las marcadas desde el Gobierno central como el uso de la mascarilla en interiores y en exteriores cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad. Será necesaria, por ejemplo, para acudir el día de Todos los Santos al cementerio de Torrero.

La vuelta a la casi total normalidad se estrenará este sábado cuando entren en vigor las nuevas indicaciones de Sanidad para combatir la expansión del coronavirus. Las tasas han caído hasta una zona de seguridad que permite recuperar las reuniones sociales en la hostelería al 100% de capacidad o llenar las pistas de baile en locales de ocio nocturno, algunas de las últimas actividades en recuperarse. A ello se han unido otras como la autorización de utilizar las barras de los bares, que se han ido abriendo y cerrando según la evolución de la pandemia. Se había esperado a que pasara la semana del Pilar, en la que ha habido más movimiento y contactos.

Distancia y mascarilla

"Las mascarillas en interiores epidemiológicamente siguen siendo necesarias y en exteriores hay que mantener el metro y medio o llevarlas", explica Carlos López, desde el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Aragón (COIIAR). Cree que en la población en general se ha instalado la idea de que al aire libre no hay que llevar tapabocas, cuando continúan siendo necesarios si no se pueden respetar las distancias. Culpa de esta idea tan extendida a que cuando el Gobierno central anunció el fin de su uso en la calle en junio "lo explicó de forma incorrecta", señala el ingeniero. 

Advierte de que "el riesgo epidemiológico de que haya una mutación peligrosa sigue estando", aunque reconoce que "el riesgo sanitario ha cambiado mucho porque la vacuna reduce 25 veces el problema". El 90% de los aragoneses mayores de 12 años ya han sido inmunizados, a los que se unen quienes han pasado la enfermedad.

Desde el inicio de la pandemia, López defiende la necesidad de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconozca que la principal vía de contagio del virus se produce por las pequeñas partículas llamadas aerosoles que se emiten al aire al respirar. Una tesis defendida por un nutrido grupo de científicos de todo el mundo, entre cuyos impulsores se encuentra el profesor José Luis Jiménez, que imparte clases en la Universidad de Colorado (Estados Unidos) y que ha sido reconocido como hijo predilecto de Zaragoza durante la pasada semana del Pilar.

Propagación de un estornudo 

El investigador, catedrático de Ciencias Ambientales y Química, ha recogido en su Twitter un estudio de cuatro universidades canadienses y norteamericanas retuiteado por el grupo #Zerocovid para destacar cómo se propaga el virus en interiores si no se utiliza mascarilla. Más del 70% de las partículas pueden superar los dos metros de distancia en 30 segundos y solo un 1% si se usa mascarilla.

Investigadores de la Universidad McGill y Sherbrooke de Canadá, junto a la Texas A&M University y la Northern Illinois han desarrollado un programa informático para simular un estornudo en un espacio cerrado. Concluyen que incluso los dos metros de distancia de seguridad, que en España se han reducido a metro y medio, "no son suficientes". Utilizar mascarilla en interiores reduce la posibilidad de contagio por aerosoles un 67%. Entre las conclusiones del estudio se destaca que la mascarilla y una "buena ventilación" tiene una importancia "crítica" a la hora de reducir la expansión del virus, "especialmente durante la temporada de gripe y en los meses de invierno cuando hay más gente que socializa en interiores". El estudio ha sido publicado en la revista 'Building and Environment'.

Jiménez viene sosteniendo que el contagio por partículas de saliva que destaca la OMS y guía las medidas de prevención tendría menos peso que el que producen los aerosoles, además de considerar que desinfectar superficies "no sirve para nada".  

Impacto ambiental de los geles 

Otra medida para la que los expertos piden moderación es el uso de hidrogeles, por el impacto medioambiental. "A ver si le vamos rebajando carga porque está ocasionando daño al planeta gastar kilos y kilos de lejía", advierte López. En cualquier caso, la higiene de manos sigue siendo necesaria como medida de prevención.

Sin embargo, insiste en la necesidad de mantener una buena ventilación, aunque signifique volver a pasar frío este invierno o gastar más calefacción abriendo ventanas. "La ventilación hay que medirla y mantenerla en una situación de riesgo biológico, utilizando medidores de CO2 e intentar estar por debajo de las 700 partes por millón", recuerda. En su opinón, y en función de la evolución de la pandemia, habría que "mantener la mascarilla en interiores y la ventilación hasta el verano por prudencia".

En los casos en que sea necesario utilizar mascarilla, pide que se lleve "bien puesta" porque quien la lleva "debajo de la nariz, bajada o con huecos por los lados, no está llevando mascarilla", advierte. Reconoce que "hay muy poca gente que utilice bien la mascarilla". Para comprobarlo, recuerda que debe ajustar, como el filtro de un aspirador que "si no ajusta bien con el tubo, el polvo se sale".  

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