tribunales
Una clínica de Zaragoza pide tres años de cárcel al joven que simuló ser enfermero
El acusado presentó documentación falsa y fue contratado en la Montpelier y en una residencia de ancianos
La Clínica Montpellier pide tres años y tres meses de prisión para Rubén I. V., el joven que se hizo pasar por enfermero y presentó documentación falsa para que le hicieran un contrato de trabajo de dos meses. El centro médico le atribuye un delito de intrusismo profesional y otro de falsedad y, además de cárcel, solicita que pague por los daños y perjuicios que pudo causar con su actuación con los enfermos atendidos.
En el escrito de acusación detallan que el 17 de noviembre de 2020 recibieron un correo electrónico del acusado en la dirección de Recursos humanos de la Clínica Montpellier con su curriculum profesional pidiendo trabajo. En el centro lo entrevistaron para valorar su contratación y como documentación aportó el DNI y copias de su inscripción en el Colegio Oficial de enfermería de Barcelona, de la tarjeta sanitaria del Servicio Gallego de Salud, del título de Graduación de Enfermería de la Universidad de La Coruña, su afiliación a la Seguridad Social, el certificado del Registro Central de Delincuentes Sexuales y su cuenta bancaria.
El acusado manifestó a los responsables de la clínica su dificultad de poder aportar tales documentos originales y lo justificó esgrimiendo que se había cambiado de ciudad de residencia y que todo coincidía con la situación de excepcionalidad derivada de la crisis sanitaria por la pandemia de covid-19.
Cinco días después de la entrevista fue contratado como enfermero a tiempo completo y empezó a trabajar en turnos de mañana y noche con otra enfermera para estar supervisado en sus funciones. Poco después, se especializó en el turno de noche y solía estar acompañado por un médico de servicio de urgencias.
Además de la acusación de la Montpellier, Rubén I. V. se enfrenta a la que ejerce la residencia Vitalia Expo, donde trabajó entre el 8 de febrero y el 16 de marzo de 2021. El centro le pide cuatro años y nueve meses de prisión por intrusismo profesional, falsedad y un delito de hurto, ya que sustrajo unos 3.000 euros de ancianos del centro a través de sus tarjetas de crédito.
La abogada defensora del acusado, Raquel Ginés, ha abierto negociaciones tanto con la Clínica Montpellier como con Vitalia Expo para asumir la responsabilidad y podría aceptar una condena de dos años. Al no tener antecedentes, si al final le imponen esta pena no la cumpliría en prisión, donde está ahora de forma provisional esperando ser juzgado.
