La subida de la luz y del petróleo encarecen la cesta de la compra en productos básicos

La OCU recoge aumentos del 7,8% en la leche, del 8,8% en los huevos y del 5,8% en el pollo en tres meses. La alimentación es donde más han subido los precios, opina el 90,2% de los consumidores, según UCA Aragón

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El final de año va a ser muy duro en lo que a llenar la cesta de la compra se refiere si el precio de productos básicos como los huevos, el pollo, el conejo, la leche, el arroz o el aceite de girasol, entre otros, siguen subiendo a consecuencia de la doble factura que están teniendo que pagar productores y distribuidores por la escalada del precio de la luz y de los portes del transporte a raíz de la subida en carburantes.

La espiral inflacionista, del 4% según el último dato del INE, se acusa ya en los supermercados, constata Alejandro Marín, delegado de la OCU en Aragón. «De junio hasta final de septiembre en lo que es producto fresco como carnes, leche y huevos hay una fuerte subida que no es normal, no se corresponde con el histórico». Señala también el estudio ‘Precios en supermercados’ de la OCU que «algunos fabricantes han usado la estrategia de disminuir un 5% o 10% el contenido del envase para enmascarar subidas de precios o aparentar bajadas mayores» como el caso, cita, de «los lomos de merluza congelados Pescanova, antes con envases de 400 gramos y ahora de 360 o los de los espaguetis Gallo o la margarina Tulipán, ambos con un 10% menos de peso».

De acuerdo al estudio nacional de OCU, han subido los aceites (el de oliva suave), un 13% respecto al año anterior, y el de girasol un 44%, pero, matizó Marín, no se debe al «coste desorbitado de la luz y de la gasolina sino a unas cosechas peores». Asimismo, en «refrescos y zumos azucarados que cuestan un 10% más, es por la subida del precio del IVA».

En una encuesta que acaba de realizar la Unión de Consumidores de Aragón (UCA), el 90,2% de los encuestados contesta que donde más se nota la subida de precios es en la alimentación, seguido de un 84,3% que ve el mayor incremento en los suministros y el 69,6% en los combustibles. «Los consumidores nos dicen que han notado un fuerte incremento en los precios de la alimentación», indica José Ángel Oliván, secretario general de UCA Aragón. «Esta subida viene de lejos. No se debe solo al precio disparado de la luz sino a que hay ganas de gastar –por el ahorro retenido en pandemia– lo que deriva en mayor demanda y precios más caros», señala.

El problema, según Oliván, «es que lo que sube no suele bajar después». Por tanto, «como señala la encuesta de UCA, la mayoría de consumidores se va a plantear disminuir el gasto, volver a comparar precios entre supermercados e incluso volver a la marca blanca, si el poder adquisitivo de los salarios no crece al ritmo de la inflación».

También cuesta más el pan como informó recientemente HERALDO al reconocer algunas panaderías que tienen que hacerlo para afrontar la subida de la luz.

Fernando Benito, presidente de la Asociación de detallistas del Mercado Central de Zaragoza, admite que sí se está notando una subida de precios. «Pese a hacer todo lo posible por repercutir lo mínimo al cliente, al tener márgenes tan pequeños, al final, hay que subir. De máximo será un 5%», dice.

Carmen Cámara, que tiene una pollería en el Mercado Central y que vende las comidas preparadas Mamá Tere, señala que el pollo se lo vienen subiendo a ella un 10% desde hace dos meses y que el conejo entero está disparado, pero que en su establecimiento no ha tocado los precios: «Sí en los elaborados como las salchichas, he subido un 7% porque lleva más ingredientes y mano de obra».

Los hermanos Ana Belén y José Luis López que regentan una pescadería en el Mercado Central ven difícil decir cuánto ha subido el precio del pescado al cambiar día a día en función de la oferta. «Indudablemente las cámaras de frío y los mostradores consumen mucha luz. Si nos están duplicando la factura y los portes, todo eso no lo podemos asumir», explica José Luis, estimando que en las últimas semanas la subida ha podido ser entre el 8% y el 10% en el pescado fresco aunque los congelados son también más caros por el precio que llevan los contenedores. «Diciembre y final de año van a ser muy duros», anticipa. 

La patronal Asedas habla de "esfuerzo por contener los precios"

Felipe Medina, secretario general técnico de la Asociación de distribuidores, autoservicios y supermercados  (Asedas), destaca el «esfuerzo por contener los precios» y la «gran preocupación por el precio de la energía y el encarecimiento en portes para distribuir los alimentos». Que la empresas «tengan contratos cerrados con las eléctricas les hace que el impacto no sea tan impediato y la fuerte competencia del sector las obliga a cuidar de los clientes ya que si no se van a comprar a otro establecimiento" dice.

David Gracia, portavoz de la Asociación nacional de grandes empresas de distribución (Anged), habla de un entorno «muy preocupante para las empresas que recién salidas de una crisis de consumo ven un deterioro en sus márgenes al subirles impuestos y el precio de la luz».

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