IDL dice ahora que siempre ha cumplido y que Opel "debe asumir a sus trabajadores"

Ve la rescisión de su contrato, el pasado 9 de octubre, "totalmente improcedente", realizada "de forma abusiva" y avisa de que adoptará las medidas legales oportunas

Protesta ayer de los trabajadores de IDL a las puertas de la factoría zaragozana de PSA.
Protesta ayer de los trabajadores de IDL a las puertas de la factoría zaragozana de PSA.
B. A.

Cuatro días ha tardado el operador logístico IDL (integrado en el grupo ID Logístics) en manifestar públicamente su postura ante la rescisión unilateral de su contrato, el pasado 9 de octubre por parte de PSA/Opel. Un desistimiento anticipado ya que la prestación de sus servicios de secuenciación del material a las líneas de producción no vencía hasta el 31 de julio de 2023, que ha dejado sin carga de trabajo y en total indefensión a 186 empleados de la contrata. En un comunicado remitido ayer a los medios, la dirección de la misma manifestó su «sorpresa y absoluta disconformidad con la decisión» de Opel «que debe asumir a los trabajadores asignados a este servicio especialmente teniendo en cuenta que hay un número relevante de ellos que ha estado desarrollando esta actividad durante más de 10 años y a plena satisfacción de Opel».

Rehusando hacer declaraciones desde el sábado, IDL finalmente comunicó ayer que «la extinción del contrato» por parte del fabricante «es totalmente improcedente, se lleva a cabo de forma abusiva» y por eso, dice, «va a adoptar las medidas legales oportunas».

Ante las razones esgrimidas por PSA para rescindirle el contrato a IDL al entender que «por motivos financieros y operaciones no será capaz de cumplir con sus obligaciones contractuales poniendo en riesgo la continuidad de la producción de vehículos en la planta de Zaragoza», IDL responde que «hasta este mismo momento la prestación de servicios contratada se ha realizado de forma continuada y a satisfacción de Opel» y aseguran que «ha cumplido hasta hoy mismo todos y cada uno de sus compromisos financieros y sociales en ésta y todas las operaciones que gestiona». Y ello, insistieron, "a pesar de las especiales circunstancias y de la falta de elementos industriales, que han motivado continuas paradas y cambios repentinos y continuados de planificación etc..", señaló la auxiliar.

Más allá del cruce de argumentos entre contratista y subcontrata, la dirección de PSA volvió a insistir ayer en que «no hay ninguna obligación contractual de asumir a estos trabajadores de IDL» y que no piensan subrogarles máxime cuando su deber en este momento es proteger a su plantilla y tratar de mantener las producciones. «Si hemos rescindido el contrato», indicaron, es porque desde el departamento financiero les advirtieron de los riesgos de seguir trabajando con IDL ya que no iban a ser capaces de dar continuidad al servicio que prestan en la factoría. «Es IDL quien debe responder ante sus trabajadores y no PSA», dijeron.

Mientras tanto, los trabajadores de IDL, a los que la empresa comunicó que están de vacaciones hasta ver cómo resuelven esta rescisión del contrato, volvieron a personarse a las puertas de la fábrica de Figueruelas –ya el control de accesos les prohibió entrar también el pasado lunes– para visibilizar que son los paganos de una situación que no han creado y que pone en riesgo sus empleos.

Protestas de los trabajadores de IDL en Figueruelas

Aunque IDL en el comunicado dijo haber «comunicado a los representantes de los trabajadores su posición, así como los pasos siguientes que va a dar en función de la respuesta de Opel», desde el comité dijeron que «no es cierto». Su presidenta, Griselda Ramón, explicó que IDL no les ha dicho si piensa hacer un despido colectivo u ofrecer alguna recolocación. Tras la reunión mantenida por videoconferencia el lunes con la empresa, recordó, ya criticaron su «parsimonia» a la hora de reaccionar y vieron que "solo pretendía no asumir la responsabilidad que tienen con sus trabajadores", a la vez que calificó de «intolerable e ilegal» por parte de IDL «usar las vacaciones de la plantilla hasta que tomen una decisión».

Protesta en Figueruelas para evitar que todo acabe en despidos

El puente festivo ha dejado un sabor amargo a la plantilla de la auxiliar IDL. Ayer se volvieron a concentrar a las puertas de la factoría de PSA Stellantis en Figueruelas, en cuyas instalaciones trabajaban hasta que el pasado fin de semana se rescindió el contrato que dejó en el aire casi 200 empleos. IDL les ha comunicado que tienen vacaciones hasta nuevo aviso.

Bajo el lema de ‘No somos mercancía de usar y tirar’, un grupo de empleados de la contrata protestaron a las 5.30 y a las 13.30, media hora antes de los cambios de turno. Lo vienen haciendo desde que el pasado lunes no dejaron entrar a los siete primeros trabajadores que tenían que acudir durante el puente. «Esto no va a acabar más que en despido», llevaba ya asumido Vanesa Herrero, como la mayoría de sus compañeros.

«El lunes me negaron la entrada. Vine porque no nos habían comunicado nada», se quejaba Óscar Alcalde. Junto con otro compañero, Ricardo de la Mata, cuentan que «la sensación que hay en la fábrica es que van a desaparecer las contratas, pero no pensábamos que sería tan pronto ni de esta forma». El contrato de IDL se firmó hasta 2023. «Tenemos que volver a empezar de cero, con un mercado que está ahora paralizado por la crisis de materiales», lamentaba otro.

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