Covid-19

Aragón se acerca a niveles de normalidad con la incidencia más baja desde el fin del confinamiento

Los expertos piden cautela en el Pilar y esperan que la vacunación minimice los posibles rebrotes.

Vacunación en el centro de salud Actur Oeste de Zaragoza
Vacunación en el centro de salud Actur Oeste de Zaragoza
FRANCISCO JIMENEZ

Aragón se acerca a niveles de normalidad tras reducir su incidencia hasta los 28,1 casos por cada 100.000 habitantes a siete días, el dato más bajo desde el 10 de julio de 2020. El mérito, no obstante, es ahora mayor, ya que entonces, España acababa de dar el salto a la llamada nueva normalidad tras meses de restricciones y confinamiento domiciliario.

Tanto el número de ingresos en uci (14) como en planta (80) sitúan a Aragón en riesgo bajo, y la positividad total de las pruebas sigue por debajo del 5%. Expertos y sanitarios coinciden en que la situación actual es "destacablemente buena". "Llevamos ya unas cuantas semanas de vuelta a la vida laboral, al colegio y a las universidades y seguimos con una tendencia a la baja y estabilizada. El papel de la vacunación y del uso de mascarilla en interiores ha sido clave", afirmó Jesús Gómez Gardeñes, profesor titular del Departamento de Física de la Universidad de Zaragoza.

A su entender, sin estos porcentajes de inmunización, –con un 88,2% de los mayores de 12 años con las dos dosis–, las ‘no fiestas’ del Pilar habrían sido "otro momento crítico, por no decir peligrosísimo". "La experiencia de los últimos meses nos invita a no ser tan pesimistas, pero tenemos por delante días con una gran cantidad de eventos masivos y de carácter familiar. Es esperable un aumento de casos, pero no creo que la onda que se genere tenga la magnitud de otras ocasiones", razonó. En juego está volver a una "seminormalidad" sin límites de aforo ni restricciones horarias.

Sí cree importante recordar que los mayores de 70 años, que recibieron la vacuna a principios de año, están a la espera de la tercera dosis. "Hay que tener especial cuidado con los eventos familiares que se produzcan en interiores, proteger a la población más vulnerable hasta que refuercen su pauta", expuso.

Para Gómez Gardeñes, una vez finalizados los actos "convendría esperar una o dos semanas" para tomar medidas, un criterio que choca frontalmente con las reivindicaciones de la hostelería, que exige recuperar de inmediato sus aforos y horarios previos.

Los centros de salud, por su parte, temen un repunte de casos que coincida con el incremento de catarros e infecciones de vías respiratorias detectado en las últimas semanas. El año pasado, la Comunidad notificaba por estas fechas 217,5 casos por cada 100.000 habitantes, y apenas dos semanas después registró un pico de cerca de 600; dando lugar a una de las peores olas de toda la pandemia.

Aunque los positivos son ahora "puntuales", el aumento de patologías respiratorias hace que el trabajo apenas haya disminuido, ya que a cada persona que acude con síntomas se le tiene que hacer un test de antígenos para descartar que tiene coronavirus. "Hablamos de unas 30 o 40 diarias", apuntó Antonio Aísa, médico de Familia en Las Fuentes Norte. El problema, aseguró, es que muchas personas han dejado de utilizar mascarilla. "Se relacionan, fuman, tosen… A menudo, la responsabilidad es cero. Todo esto está produciendo una saturación evitable. Hay trabajo atrasado y solo nos estamos pudiendo dedicar a esto", aseveró.

Los ambulatorios, expectantes

En los ambulatorios admiten estar expectantes, ya que dan por seguro un repunte tras las ‘no fiestas’ que se unirá a los catarros y a la inoculación de terceras dosis y vacunas contra la gripe.

Mientras, los hospitales viven una situación favorable "imposible" hace unos meses. "El problema que tenemos, y que seguiremos teniendo, está en la transmisión por aerosoles, sobre todo en personas que no mantienen las distancias en lugares cerrados y en las aglomeraciones en el exterior", señaló José Ángel Carretero, jefe del servicio de Neumología del Hospital Royo Villanova.

En su opinión, es imprescindible seguir apostando por la mascarilla y la ventilación. "El virus va a seguir circulando. Con estos porcentajes de vacunación y las nuevas cepas no se va a erradicar este año. Volver ya a la normalidad previa sería un error", dijo.

En el Royo había esta semana apenas nueve pacientes ingresados por covid, y muchos ni siquiera son infectantes. "Vamos bastante bien en cuanto a la ocupación. Hay un goteo de ingresos, pero muchos menos que hace unos meses", afirmó. En este sentido, confió en que el número de hospitalizaciones "sea aún menor" en caso de rebrotes.

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