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Sabor a Navidad con el sello de la alta repostería de Eva Arguiñano
La televisiva cocinera Eva Arguiñano ha dado su toque "personal y sentimiental" a los innovadores turrones que Chocolates Lacasa lanza este año al mercado.
Si hay algo que caracteriza a Chocolates Lacasa es su larga tradición y una apuesta por la innovación. Lo es porque la compañía chocolatera aragonesa hunde sus orígenes en el siglo XIX, concretamente en 1852. Lo es además porque su pasión por endulzar los paladares se ha transmitido de generación en generación -y ya van cinco-. Y lo es porque lleva acompañando las mesas de las celebraciones navideñas desde 1943. Pero prácticamente desde sus orígenes, el buen hacer de siempre ha ido acompañado de innovación. Prueba de ello es que Lacasa fue el primer fabricante de turrones de chocolate en los años 40 en una España de postguerra en la que los dulces navideños solo tenían el apellido de blando, duro y mazapán.
A lo largo de su dilatada historia no ha dejado de sorprender cada vez que se acerca la dulce Navidad. Y para seguir esta tradición en esta campaña el grupo chocolatero se ha unido a "la mejor prescriptora de repostería en España", como define la compañía a Eva Arguiñano.
De las manos de la televisiva cocinera vasca han salido la nueva gama de turrones de Lacasa que no solo son innovadores por el sabor, sino incluso por la presentación.
"Lacasa es sinónimo de chocolate y ese fue exactamente el olor que me vino a la mente antes de meterme en harina", explica la conocida repostera, que recientemente visitó las instalaciones de la empresa en la localidad zaragozana de Utebo para ver de cerca y con detalle el proceso de elaboración de sus creaciones, basadas, como ella misma explica, en sus propios recuerdos de infancia y juventud.
El olor característico de sus habituales meriendas de infancia han inspirado el turrón de praliné meloso con crujiente de galleta, al que Eva Arguiñano ha sumado el chocolate negro que tanto identifica a la firma aragonesa.
Un guiño a los orígenes
En un claro guiño a Lacasa, cuya actividad comenzó en la localidad oscense de Jaca, donde Antonio Lacasa fundó en 1852 un almacén en el que vendía tejidos, garbanzos y el chocolate que él mismo fabricaba, la repostera guipuzcoana, ha plasmado en la segunda de sus creaciones aquellos frecuentes viajes que realizaba al Pirineo aragonés y que terminaban con una parada obligatoria en una pequeña panadería jacetana. "Allí horneaban diferentes variedades de pan, pero mi favorito era el de calabaza con sal y canela". Son estas vivencias y el origen de Lacasa los que han inspirado su turrón de praliné dulce con aire de jengibre y canela, señala.
Hay una tercera innovación. Y con ella se concentra el sabor propio de la Navidad, explica la repostera. "Los turrones me transportan al invierno, época del año muy agradecida a nivel culinario porque dispones de una amplia gama de frutos y frutas con los que preparar una original receta". Esos son los ingredientes del turrón de praliné de frutos de invierno con fragancia de vainilla, con lo que Lacasa, recuerda la creadora de esta colección, "se adentra en todos los hogares por Navidad".
No solo con el sabor innova la compañía chocolatera. La colección que luce el sello de Eva Arguiñano también rompe moldes en el diseño y en el embalaje, porque su envase es cuadrado -y no el típico rectángulo que alberga la tradicional tableta- y el interior es redondo, "lo que le hace más atractivo para el consumidor", explica la compañía.
El grupo aragonés no solo ha elegido este año para su innovación navideña estrella a Eva Arguiñano porque es una especialista en postres y cuenta con un reconocido prestigio en el ámbito repostero. En esta decisión "ha tenido mucho que ver su predisposición y su carácter alegre, cercano y familiar, que encajan perfectamente con los valores de la marca Lacasa", detalla la compañía consolidada como uno de los primeros productores nacionales no solo de chocolates, sino también de dulces infantiles, turrones, bombones y caramelos.
