aragón
Nace la Asociación de Jóvenes Truficultores de Teruel
Reunir a profesionales de toda España y del extranjero para tener un espacio de referencia para la formación y el debate sobre el futuro del sector, su principal objetivo.
La Asociación de Jóvenes Truficultores de Teruel ha nacido de la unión de cuatro profesionales de la trufa negra de la Comarca del Jiloca, que pretenden reivindicar el valor de un producto "estrella" en las cartas de muchos restaurantes de todo el mundo, pero "muchas veces ampliamente desconocido".
Esta organización surgió en mayo de 2021 y cuenta con el título de asociación desde agosto. Desde entonces, ha sumado 40 socios, no solo de Teruel, sino también de otras zonas de España, como Castellón y Navarra, tal y como ha explicado en declaraciones a Europa Press su presidenta, Marisa Esteban, truficultora desde hace seis años por "pasión".
El objetivo principal de esta asociación es reunir truficultores de toda España y del extranjero para tener un espacio de referencia para la formación y el debate sobre el futuro del sector.
La denominación de 'Jóvenes' no limita el rango de edad de los socios, sino que hace referencia a que la trufa es un cultivo joven respecto a otras plantaciones y los integrantes de la asociación "queremos aprender, tenemos inquietudes y unirnos nos puede ayudar a formarnos y crecer como sector", ha sostenido la presidenta de la entidad.
La formación es uno de los pilares clave para esta entidad ya que "es muy necesario que los profesionales tengamos conocimientos y experiencias para saber si lo estamos haciendo bien".
Cursos especializdos
La asociación está organizando una serie de cursos especializados con ingenieros agrónomos, cocineros y otros perfiles técnicos para "no solo aprender a manejar las plantaciones, sino también tener capacidad de promocionar el producto, comercializarlo y emprender un negocio", ha detallado Esteban.
Desde la asociación, ha continuado, se pretende profesionalizar y dignificar la labor del truficultor para "aprender unos de otros, del día a día de cada uno y trabajar todos por el sector". Con esta esencia, los socios fundadores se han puesto en contacto con distintas instituciones, como la Cámara de Comercio de Teruel o el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), así como entes o personas privadas, con el objetivo de obtener formación de diversidad de campos.
Asimismo, junto con asociaciones de truficultores de Zaragoza y Huesca, trabajan para conseguir la Denominación de Origen de la Trufa Negra de Aragón, una distinción "de calidad" y reconocimiento para este alimento, "que llevaría el nombre de la comunidad por todo el mundo".
España es uno de los mayores países productores de trufa negra -'Tuber melanosporum'-, pero "no existe ninguna marca de calidad al respecto" por lo que sería una oportunidad "de resaltar su valor y crear identidad", ha puntualizado la presidenta de la asociación turolense.
Por otra parte, la asociación se ha sumado a una iniciativa para impulsar la creación de un lonja que fije precios igualitarios para todos los productores y donde participen éstos a la hora de establecerlos cada semana. "Queremos que sea un negocio en el que haya buenas prácticas de comercialización, donde todos tengamos un hueco", ha esgrimido la fundadora de la Asociación de Jóvenes Truficultores. Además, ha agregado, aspiran a contar con un negocio "rentable" y "que nuestros hijos decidan si quieren seguir o no con los cultivos porque puedan vivir de ello".
Una página web
También ha abogado "por que nos ayudemos todos ya que la trufa es un producto que funciona y hay que saber trabajarlo y llevarlo al consumidor", ha sentenciado Esteban. La asociación está desarrollando una página web para resolver dudas y aportar contenidos a los truficultores.
Marisa Esteban ha indicado que la trufa negra es "la más apreciada" y su consumo "va en aumento", aunque "nos queda mucho trabajo que hacer, de ahí que pongamos en marcha esta asociación". "Si la trufa no se utiliza más, es por desconocimiento y es labor nuestra la de organizar jornadas gastronómicas para que la gente aprenda a utilizarla, a conservarla y a cultivarla", ha incidido.
La temporada para recolectar la trufa negra se extiende desde noviembre hasta marzo, según haya un otoño son más o menos frío. "El hongo va madurando con las bajas temperaturas y cuando ha culminado dicho proceso, los perros truferos detectan si está listo para ser recogido", ha contado Esteban. Y ha añadido que es un cultivo que necesitan mucha agua y al que cada vez más se le incorporan sistemas de regadío "porque con el cambio climático llueve menos y necesitan precipitaciones importantes para salir adelante".
