heraldo escolar

Tercer curso covid: retos y desafíos

Expertos de la comunidad educativa aragonesa reflexionan sobre los nuevos retos en el horizonte a los que habrá que hacer frente este curso, tercero en pandemia, para la mejora práctica del día a día en cada escuela, en cada aula. 

Primer día de curso en el CEIP Pirineos-Pyrénées de Huesca
Primer día de curso en el CEIP Pirineos-Pyrénées de Huesca
Verónica Lacasa

El pasado 8 de septiembre, arrancaba en Aragón un nuevo curso escolar –el tercero marcado por la pandemia–, y lo hacía con ilusión y un menor grado de incertidumbre, pero también con nuevos retos en el horizonte –algunos ya clásicos–, a los que habrá que hacer frente para la mejora práctica del día a día en cada escuela, en cada aula de la Comunidad.

Y qué mejor forma de abordar estos desafíos que de la mano de profesionales y expertos de la comunidad educativa aragonesa, con los que hemos charlado para conocer su opinión, sus reflexiones.

En alerta permanente

En un contexto pandémico, objetivo prioritario será, evidentemente, "seguir haciéndole frente al virus. Tendremos que estar en alerta permanente, porque sus mutaciones siguen entre nosotros". Alfonso Cortés habla en nombre del Colectivo de Innovación y Reflexión Educativa Atlántida-Aragón, al que representa y coordina, que integra a un nutrido grupo de docentes y profesionales aragoneses, de primera línea. "Para el nuevo curso –continúa Cortés–, se han flexibilizado las medidas higiénico-sanitarias, pero deberán aplicarse con suma prudencia, al menos en el primer trimestre. Es cierto que se podrían haber mantenido las eficaces medidas y apoyos del curso pasado. Pero podemos sentirnos un poco más seguros en la toma de decisiones por la experiencia práctica acumulada y por la progresiva vacunación de los adolescentes". Para este colectivo, los centros educativos seguirán siendo espacios seguros "si se ponen las condiciones adecuadas y se aplican las recomendaciones sanitarias y nuevos protocolos sobre la plena presencialidad".

Brecha social y tecnológica

Cortés abunda en que el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo por discapacidad o por condicionamientos sociales, que tanto sufrimiento está soportando durante la pandemia, requiere una atención "prioritaria" y, además, "diferenciada". Y destaca que "es preciso que las administraciones públicas pongan en marcha medidas efectivas que acaben con la brecha social y tecnológica, que se traduce en brecha escolar y educativa para los más desfavorecidos". En este sentido, afirma que «el nuevo programa ‘PROA+’, pensado para el alumnado más desfavorecido y con una importante dotación económica y de recursos, puede ser una oportunidad». Y se pregunta si se ha realizado un diagnóstico certero de los efectos sociales, psicológicos, educativos y emocionales que está produciendo la pandemia en los centros; "si hemos analizados los datos de los perfiles del alumnado vulnerable de colectivos desfavorecidos y con riesgo de exclusión o si hemos pensado en cómo nos organizamos (con los que somos) para superar esas barreras para procurar que nadie se quede atrás". "Se hace imprescindible mantener un trabajo de acompañamiento afectivo y emocional por parte del profesorado hacia todo su alumnado, reforzando la tutoría, motivación, la codocencia, tutoría compartida, desdobles, currículo multinivel, incorporación de metodologías activas… con una mirada de expectativas máximas para todo el alumnado", afirma Cortés.

El reto de transformar el currículo

Bajo el prisma de que esta crisis sanitaria "no puede matar la pedagogía, ni el buen clima de aula, ni las colaboraciones familiares, ni la formación, ni los proyectos de los centros, ni la alegría y el gusto de aprender", el coordinador del Colectivo de Innovación y Reflexión Educativa Atlántida-Aragón, afirma que "es necesario trabajar con toda la comunidad educativa un contrato pedagógico y democrático, basado en el afecto, la comunicación, la confianza, la convivencia bien regulada, fomentando la autonomía y la responsabilidad para que confluya el esfuerzo de todos y todas en el mismo sentido y hacia las mismas metas, siempre centradas en el alumnado". Es necesario, insiste, educar a todo el alumnado en el ser, la solidaridad, el saber y el saber hacer con la comprensión de aprendizajes que le permitan aprender a pensar y a seguir aprendiendo. Y que "nuestros alumnos aprendan a trabajar en equipo, sean buenos lectores y mejores oradores, comprometidos con el medio ambiente y con la sociedad, porque saben interpretar el entorno, capaces de discernir lo importante, con criterio propio, con sensibilidad, con las cabezas bien organizadas para razonar, pensar, indagar…, porque, solo así, podrán colaborar en la consecución de un mundo mejor, más justo y una vida lo más digna posible». Mejorar la formación del profesorado para hacer efectivo en las aulas el nuevo currículo que propone la Lomloe –que Cortés define como "competencial, porque combina la teoría con la práctica; inclusivo para aprender juntos; digital para estar preparados a una respuesta rápida ante posibles situaciones adversas y pensamiento crítico; y sostenible, entre otras cosas, para el cambio de comportamientos que requieren los ODS y la Agenda 2030"– es otra de las barreras que habrá que empezar a superar este curso.

«Habrá que desarrollar una verdadera autonomía de los centros educativos»

"Habrá que desarrollar una verdadera autonomía de centros, con claustros estables y equipos directivos consolidados, que rindan cuentas y resultados ante la comunidad educativa, la Administración y la propia sociedad", concluye.

Educación socioemocional

"Aunque se avance en dotar al alumnado y profesorado de recursos tecnológicos y formación, todavía es más necesario avanzar en la formación socioemocional de toda la comunidad educativa",  interviene Juan Antonio Planas, presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía. En ese sentido, una de las líneas prioritarias para este curso, en su opinión, sería avanzar en la formación psicopedagógica y socioemocional del profesorado en todas las etapas educativas. "Existe un considerable porcentaje de alumnado con graves carencias de aprendizaje y afectivas. Conviene solventar, cuanto antes, estas carencias emocionales, porque, de lo contrario, no tardarán en aparecer los problemas de aprendizaje", asegura Planas, que hace especial hincapié en la importancia de "volver a la máxima presencialidad en todos los niveles, no solo por la interacción profesor–alumno, sino por la relación entre el alumnado y su desarrollo emocional". Por este motivo, aclara, desde la asociación que preside, no ven adecuado, en este momento, la reducción del profesorado contratado el curso pasado, ya que, "mientras persista la pandemia, sería conveniente mantener los mismos grupos burbuja y las medidas que tan buen resultado dieron el curso pasado". Además, "habría que hacer especial inversión en la atención a la diversidad, tanto en el alumnado con dificultades como de altas capacidades. Va a ser imprescindible contratar más profesorado para hacer desdobles, grupos reducidos, maestros de pedagogía terapéutica y profesionales de la orientación", precisa el orientador escolar y psicopedagogo.

Un plan ambicioso para la FP

Otro de los aspectos claves del próximo curso pasa por potenciar la Formación Profesional. "Necesitamos un plan ambicioso, que forme al profesorado en aquellos ciclos que van a ser más demandados en el futuro. Vamos muy lentos, tanto en la formación de docentes como en la inversión en infraestructuras. Hay una importante demanda por parte del alumnado, pero no tenemos suficiente capacidad para canalizarla".

«Hay que avanzar en la formación socioemocional del profesorado»

Con respecto a la nueva y controvertida ley educativa, desde la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía se muestran "optimistas", ya que, "si se desarrolla correctamente, puede mejorar la calidad del sistema educativo".

Deberes pendientes

Este curso, la Administración educativa también tiene "deberes pendientes". Entre los destacados: "La puesta en marcha e implementación real de la Administración electrónica, tan necesaria como complicada; y liberar de la excesiva burocracia a los centros educativos. No es posible que una parte del tiempo lectivo se lo lleve el ‘papeleo’", advierte Diego Arroyo, quien, como maestro y Asesor de Formación e Innovación del Profesorado. Unidad de Programas Educativos del Servicio Provincial de Educación de Zaragoza, sabe bien de lo que habla.

"Desarrollar una pedagogía clara y concisa de la nueva ley educativa, también ocupará tiempo y esfuerzos a una Administración, que, en ocasiones, a muchos se les olvida que está al servicio de la educación aragonesa". Aunque, para el maestro, "son los centros educativos los que deben ser protagonistas en la toma de sus propias decisiones, porque la escuela debe liderar el cambio en esta sociedad". Afirma también que la continuidad en los claustros y la bajada de la ratio son "siempre argumentos recurrentes", pero que el "reto esencial" de este curso es "cuidar de nuestro alumnado, compaginando salud con presencialidadad, y dotarlo de conocimiento, que será lo que les haga crecer".

Para el asesor de Formación, las familias también están llamadas a asumir un rol importante en todo el proceso educativo y "deben volver a tener fe en la escuela como institución de prestigio y morada del conocimiento; tienen que asumir –concluye– la importancia que entraña la palabra ‘educación’ y, por supuesto, confiar en el profesorado, en continuo proceso formativo, con el único fin de enriquecer a nuestros hijos e hijas".

Innovación y creatividad

"Desde RIES (Red de Innovación Educativa y Social) siempre hemos pensado que el reto, lo que de verdad necesita la educación es el contacto humano. Acercarnos de nuevo a lo que nos hace personas, de alma a alma, con los compañeros y las familias. Y más en estos tiempos de pandemia». Además de profesora de Lengua y Literatura en el IES El Picarral de Zaragoza, Carmen Florentín, formada en la pedagogía Waldorf, es la voz de este grupo de educadores y educadoras con inquietudes pedagógicas, que sostiene que "la innovación es creatividad. Y la creatividad es lo más individual que tiene el ser humano, lo que nos hace libres. Lo innovador viene desde dentro y hay que cultivarlo; y cultivarlo es que los chavales tengan confianza en ellos; que sepan que ellos son creadores". Para la profesora, la educación siempre está por encima de las circunstancias, porque "educar es mostrar la pasión por aprender, ver cómo el hombre se está creando constantemente a sí mismo; eso creo que es aprender a aprender; y no solo nos va a servir para las matemáticas o la lengua; nos va a servir para la vida". En su escuela ideal –a la que aspiran–, las familias son fuente de inspiración y las artes deberían ser transversales. "Todos los días habría que impartir música, escultura, teatro, cine. Los alumnos –afirma– necesitan encontrarse a sí mismos; reconocer al otro en lo que el otro crea con su arte, que es la mejor herramienta para reconocerse iguales. La igualdad, lo que nos hace iguales, es lo que nos hace humanos y eso, en las aulas, se puede trabajar directamente a través del arte".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión