Medio Ambiente

El año hidrológico termina con los embalses por debajo de la media de los últimos cinco años

Los regantes de Bardenas cierran "la campaña más seca de la historia" con la siguiente "a expensas de la climatología".

Imagen aérea de la cola del embalse de Yesa, que está al 19,9% de su capacidad
Imagen aérea de la cola del embalse de Yesa, que está al 19,9% de su capacidad
Jesús Diges/EFE

Los embalses de la cuenca del Ebro terminan hoy el año hidrológico –periodo que va del 1 de octubre al 30 de septiembre– ligeramente por debajo de la media de los últimos cinco años. El volumen de agua embalsada se sitúa actualmente en los 4.018 hectómetros cúbicos, cifra que representa un 51,7% de la capacidad total. El dato está 1,2 puntos por debajo del promedio del último lustro y empeora en un 8,5% el registro del último ejercicio.

La explicación hay que buscarla en la falta de precipitaciones y en las reservas de nieve, "algo inferiores" a las de otros años, según explicaron desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). De acuerdo con el organismo de cuenca, Bardenas ha sido el sistema que ha presentado" mayores complicaciones en su evolución". "Según los índices de escasez del Plan Especial de Alerta y Eventual Sequía de la Cuenca del Ebro, que analiza las aportaciones de los últimos tres meses con respecto a las medias históricas, el embalse de Yesa se encuentra en alerta por la baja situación de las reservas", dijeron.

En verano llegó a estar en emergencia, pero los acuerdos de prorrateo y los repartos permitieron ‘salvar los muebles’. Los propios integrantes de la Comunidad General de Regantes del Canal de Bardenas hicieron ayer balance tras cerrar la campaña de riegos "más seca de la historia". El último año, aseguraron, ha estado marcado por la irregularidad,

ya que, aunque octubre, diciembre, enero y febrero presentaron aportaciones por encima de la media, la situación cambió por completo a partir del 1 de marzo, periodo en el que se han recogido un 21,7% menos de precipitaciones.

Todo esto, según recalcaron, hace que la campaña termine bajo mínimos. Los agricultores reconocieron estar "preocupados", dado que la siguiente vuelve a quedar "a expensas de la climatología".

Pese a la falta de precipitaciones, desde la Confederación destacan que "se han garantizado los usos y demandas" de todos los sistemas. Las peores cifras se han registrado en la margen izquierda. La derecha, en cambio, se encuentra en una situación de normalidad, algo que no suele ser habitual, pero que ya ocurrió el año pasado. Las diferencias se perciben especialmente bien al hacer un repaso por los principales embalses de la Comunidad.

El de Mediano está al 16,4% de su capacidad, diez puntos por debajo de la media de los últimos cinco años. Mientras, el de Mequinenza, el quinto más grande de España, alcanza el 65,6%, igualando prácticamente el promedio del último lustro, y el de El Grado, el 74,2%. La Tranquera, por su parte, está al 55,2%, dejándose 18,8 puntos respecto a hace un año, y La Sotonera ‘cae’ un 13,5% en comparación con 2020.

El año hidrológico que hoy termina sí ha dado respiro en cuanto a las avenidas. Los episodios de crecidas cayeron respecto al año anterior, siendo el más significativo el registrado entre los días 6 y 15 de diciembre, que afectó especialmente al noroeste de la cuenca. Las lluvias y la fusión parcial de la nieve acumulada tras el paso de las borrascas Dora y Ernest hicieron que el caudal del Ebro alcanzase los 1.300 metros cúbicos por segundo en el tramo medio, según recordaron desde la CHE, si bien no se registraron incidencias significativas.

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