Familias y sindicatos acogieron ayer con serias reticencias la posibilidad de vacunar a los mayores de 12 años en colegios e institutos. Aunque el Departamento de Sanidad tiene una "total disposición", desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar) apuestan por seguir centralizando la campaña "a través de los centros de salud". "En el resto de la sociedad se ha coordinado todo a través de los ambulatorios. La vacunación es voluntaria y cada familia ha tomado ya su decisión", expuso su presidente, Miguel Ángel Sanz.

Para Mónica de Cristóbal, de CSIF, la incitación a la vacuna "no debería recaer ni en los equipos directivos ni en los docentes". "Sobrepasa las funciones de unos y otros. Ahora mismo están desbordados tratando de organizar el curso y garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias. Otra cosa sería ceder espacios en horario escolar", matizó.

Más favorable se mostró Concepción Ibáñez. La presidenta de la Federación Cristiana de Asociaciones de Madres y Padres de Aragón recordó que hace años "ya se hacía así". "Todo lo que sea facilitar el acceso a la vacuna es positivo, siempre y cuando se tenga en cuenta que es un acto voluntario. El porcentaje de primeras dosis es ya bastante alto, y el de segundas empieza a serlo; la respuesta de las familias está siendo buena", dijo.

No ocultó, sin embargo, su "preocupación" por el tramo de 5 a 11 años, el que está "más expuesto" y para el que aún no se han autorizado las vacunas.

Por su parte, Tomás Sancho, de STEA, aseguró que estarán "a lo que digan las autoridades sanitarias". "No vamos a contrariarlas, ya que la decisión respondería a un consenso científico. Otra cosa sería que se tratase de un de carácter arbitrario", comentó.

Los consultados dudan, pese a todo, de que esta medida pueda incrementar de forma significativa los niveles de inmunización, ya que las familias "han tenido semanas para ir a los centros de salud".

Mientras, Aragón notificó ayer 52 contagios por covid, repitiendo en la ‘parte alta’ Sos del Rey Católico, con siete positivos, y Caspe, con seis. El total de ingresos también evoluciona a la baja, con 25 pacientes en uci y 65 en planta.