Discurso de la presidenta de HERALDO, Paloma de Yarza López-Madrazo

Este jueves por la noche se celebró la XVIII edición de los Premios HERALDO y HENNEO.

Paloma de Yarza tomó la palabra en la rotativa de HERALDO
Paloma de Yarza tomó la palabra en la rotativa de HERALDO
Duch/Marco/Mestre

Buenas noches, bienvenidos a esta cita anual de celebración y de reencuentro.

Mis más expresivas gracias, presidente de Aragón, alcalde de Zaragoza, autoridades, amigas, amigos.

Me siento honrada y muy emocionada por estar aquí como presidenta de HERALDO.

Tomo, con responsabilidad y gratitud, el testigo de Pilar de Yarza, que con acierto y firmeza ha estado al frente de esta tarea apasionante de presidir un diario de 126 años, comprometido con la sociedad aragonesa. Ese espíritu de servicio me va a acompañar siempre, en cada una de mis decisiones.

Tengo el honor, y la fortuna, de ser la sexta mujer presidenta de HERALDO. No es una casualidad. Es una práctica que existe desde hace 80 años. La expresión de una decidida voluntad por la igualdad. Un valor irrenunciable del grupo HENNEO, del que HERALDO es matriz y ‘masa madre’.

Agradezco de corazón vuestra asistencia en este tiempo difícil que marca todavía la pandemia, con el respeto a las restricciones a las que inevitablemente obliga. Las dificultades han aflorado durante estos largos meses lo mejor de nuestra sociedad. Y también el mejor periodismo. El que ha dado voz al personal médico-sanitario y a la ciencia, con su abnegación e inteligencia; al altruismo y a la conciencia cívica.

En la labor que he asumido, sigo también el ejemplo de mi padre, Fernando de Yarza Mompeón, vicepresidente y consejero de HERALDO, por su abnegada entrega al trabajo, su generosidad y su rectitud, que le hacen figura clave de nuestro proyecto.

Comparto, además, mis ilusiones y mi dedicación con mi marido, y mis tres hijos. Todos sabéis aquí el valor que atribuimos a la valiosa circunstancia de que nuestra empresa es, precisamente, una empresa familiar.

Hoy reafirmo el empeño que nos ha traído hasta aquí, por encima de crisis y de dificultades. Mis hermanos, Fernando e Íñigo, y yo hemos aprendido valores transmitidos de generación en generación. Sabemos, que tenemos un precioso legado en nuestras manos. Me unen con ellos los lazos del afecto, la admiración y una visión empresarial compartida que nos ayuda a conformar un equipo profundamente cohesionado.

Con la ayuda de nuestros leales y comprometidos socios de Ibercaja y del gran equipo de profesionales que hace posible la aparición diaria de HERALDO, avanzamos, con ilusión, en esta andadura.

Reconocemos esta noche el talento, los valores humanos, el conocimiento y el buen periodismo.

Premiar a Irene Vallejo Moreu es una enorme alegría. Irene ha conquistado a millones de lectores en todo el mundo con ‘El infinito en un junco’. Una obra maestra, en palabras de Mario Vargas Llosa, que condensa su sabiduría, su empatía y su deslumbrante capacidad divulgadora. Gracias, Irene, por todo cuanto nos ha dado. Sabes que HERALDO es tu casa.

Este diario no se entendería sin la ventana que ha brindado a las voces más destacadas del ámbito de la creación. Irene Vallejo representa maravillosamente esta alianza. Su éxito fulgurante nos enorgullece, pero no nos sorprende. Quizás porque ya en 1995 dimos noticia en nuestras páginas del primer premio que recibió, cuando era una adolescente. Porque vimos en ella, desde el principio, el talento, el tesón y la excelencia que la han llevado a lo más alto. Felicidades de corazón, querida Irene.

Nuestro Premio Antonio Mompeón Motos de esta edición no podría tener un destinatario más adecuado que el presidente del veterano y querido grupo Joly, líder de la prensa andaluza y al servicio de la información desde 1867. Me es muy grato entregarte, querido Pepe, este galardón que reconoce las cualidades y el mérito de la empresa periodística. Tú, y el grupo que lideras, las encarnan magníficamente.

Compartimos una manera de hacer periodismo de cercanía y, a la vez, de vuelo alto (que ancla la raíz en nuestra tierra y nos da impulso para ir muy lejos). Vuestro grupo es un referente y un orgullo, un veterano que sigue innovando; llegando a los lectores con la fuerza y el aire liberal de ese primer número del ‘Diario de Cádiz’ hace 154 años.

Nos encanta compartir singladura periodística contigo. Felicidades por vuestro magnífico trabajo.

En este día de celebración del periodismo, nos cabe también el honor de entregar el Premio HENNEO a la Asociación Europea de Editores. La entrega de este galardón a esta asociación es un reconocimiento a su decidida defensa de la libertad de información, a la búsqueda permanente de fórmulas que aseguren la viabilidad de los medios y a la protección del valor de los profesionales del periodismo.

La independencia periodística es en definitiva una de las banderas reivindicativas de esta asociación, una independencia que es un requisito imprescindible para que una democracia sea auténtica y prospera.

HERALDO nació, una feliz noche de septiembre de 1895, para defender los intereses de Aragón, que es lo mismo que defender los intereses de España. Siempre con la mirada abierta a Europa y al mundo.

Estos días recogemos la tragedia del pueblo afgano, muy en concreto de las mujeres afganas, en quienes se ceba el fanatismo.

Hemos visto el trabajo de nuestra diplomacia y de nuestro Ejército.

Nuestro trabajo es contarlo, valorarlo y mantener el foco cuando la vorágine informativa lo desplaza.

A nuestra generación, inmersa plenamente en la transformación digital, nos toca percibir un ruido más sutil que el de las rotativas: el que generan la desinformación y los bulos. Distinguir ese ruido de la información contrastada y rigurosa es nuestra principal obligación.

Es un deber que consagra nuestra Constitución, y nos convierte en garantes del derecho a la información de los ciudadanos. Cumplir este mandato incluye defender los principios de la Carta Magna, que representa la unidad, la democracia y el progreso de España.

Este periodismo, al que Adela Cortina llama imprescindible, solo puede sostenerse en una gestión rigurosa y eficiente.

Me parece especialmente reseñable que los principios de la Asociación de la Empresa Familiar, de cuya junta directiva regional formo parte, destaquen el componente, tan intangible como valioso, de la responsabilidad social.

Este es el gran hilo conductor de los 126 años de HERALDO.

Sabemos, sé, que la historia del periodismo está estrechamente ligada a los avances tecnológicos, desde la imprenta al universo infinito de la web. Y sabemos, sé muy bien, que, junto a la frialdad de la propia tecnología, nuestra profesión exige, sobre todo, el alma y el corazón de todos quienes hacemos posible que cada día HERALDO llegue a nuestros lectores y cumpla su misión de hacer una sociedad mejor.

Os prometo, querida familia, apreciados socios y, sobre todo, fieles aragoneses lectores, amigos y clientes, que daré lo mejor de mí misma al servicio de Aragón, de HERALDO y de sus ideales.

Muchas gracias.

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