Así trabaja la máquina inteligente que guía el camino de miles de paquetes en Aragón

Correos Express ha estrenado una clasificadora capaz de dirigir casi 4.000 paquetes a la hora, y por la que pasan buena parte de las mercancías del este y norte de España.

La entrega de pequeños paquetes se ha convertido en un elemento cotidiano más del día a día. Cientos de furgonetas recorren a diario las calles y carreteras de Aragón para llevar todo tipo de productos hasta la puerta de los hogares. El auge del comercio electrónico, azuzado por la pandemia, ha hecho que el envío y recepción de paquetes vaya claramente a más.

Este fenómeno logístico requiere cada vez más esfuerzos para conseguir que las entregas sean rápidas y eficientes. Correos Express, una de las empresas especializadas en este tipo de entregas, ha convertido Zaragoza en uno de sus principales nudos de distribución de la península ibérica. Lo ha hecho gracias a la nave que ocupa desde hace dos años en Plaza y a la enorme máquina que lo preside, y que acaba de estrenar.

Así trabaja la máquina inteligente que guía el camino de miles de paquetes en Aragón

Este aparato inteligente consigue seleccionar casi 4.000 paquetes a la hora. A través de un circuito de cintas transportadoras, es capaz de pesar y calcular el volumen del paquete en décimas de segundo, y de agruparlo después junto con otros bultos que van a ir hacia el mismo destino. Por él pasan buena de las mercancías que transporta esta empresa entre el norte y el este del país, principalmente, así como todas las que salen desde Aragón hacia cualquier punto de la península.

“Zaragoza es uno de los cuatro cruces nacionales más importantes para nosotros, es el contacto entre la zona mediterránea y el norte del país”, señala Alberto Pulgar, director territorial de la zona norte de Correos Express. La nave de Plaza se ha convertido en uno de los grandes ejes de la compañía en la península, junto con las de Madrid, Guarromán (Jaen) y Benavente (Zamora).

Aquí se trabaja 24 horas al día. Dos enormes ‘brazos’ permiten que los transportistas depositen los paquetes en una cinta transportadora y vayan ‘alimentando’ la máquina. Sin siquiera detenerse, pasan por una báscula que los pesa y por unas fotocélulas que calculan su volumen. Esos datos se asocian al paquete, que tiene un código de barras con toda la información de origen y destino. Tres cámaras leen esta información y permiten que, una vez avanza el paquete, la máquina lo desvíe a alguna de las 30 rampas de salida. Desde ahí, se coloca en el palé correspondiente para que los transportistas lo llevan a su destino final.

Por la tarde se reciben los envíos que hacen los clientes de Zaragoza y Aragón al resto de la península. La máquina entonces clasifica los paquetes en 68 destinos posibles, correspondientes a las delegaciones de Correos Express en España y Portugal. Por la noche se hacen las llamadas labores de “cruce nacional”, con las que se ordena el trasvase de mercancías entre el norte y el Mediterráneo. Es decir, si una empresa de Bilbao reparte a toda España, buena parte de su mercancía viene a Zaragoza para ser distribuida en Aragón, pero también en Barcelona, Murcia, Soria o Logroño, por ejemplo.

El tercer proceso, que se hace por la mañana, es el de la llamada distribución de última milla, que permite repartir los paquetes por Zaragoza y Teruel, principalmente. Hay más de 100 rutas de reparto que se recorren a diario, aunque en épocas punta pueden llegar a superar las 150. Una de las preocupaciones de los destinatarios finales son las posibles pérdidas de los paquetes. Pulgar dice que no se puede garantizar al cien por cien que no haya fallos, pero asegura que son “muy minoritarios”, en porcentajes insignificantes.

Los paquetes que pasan por aquí generalmente son pequeños y manejables, procedentes tanto de pequeños clientes particulares como de fábricas “con millones de envíos al mes”. La máquina ha permitido a la empresa triplicar su capacidad de selección de paquetes, por lo que el reparto gana en rapidez. Algo que es especialmente importante con el auge del comercio electrónico, que ha hecho que esta planta de Zaragoza aumente un 20% su tráfico de mercancías desde el inicio de la pandemia. Algo que se espera que vaya a más a partir de ahora, con la vuelta al cole, las campañas especiales como el Black Friday y la Navidad: “En septiembre empieza nuestra temporada punta de trabajo y ya no paramos”, resume el director territorial de la zona norte de Correos Express.

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