La sustitución de trenes regionales por autobuses se cerrará en octubre y se aplicará de inmediato

La cuestionada sustitución de dos servicios ferroviarios que ahora paga la DGA (un tren diario Zaragoza-Lérida y uno en días alternos Teruel-Caudiel) por autobuses que asumirá el Gobierno central se concretará este mes, se pactará en octubre y se aplicará "de inmediato". Este fue otras de las cuestiones que trató ayer el presidente aragonés, Javier Lambán, con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, quien ratificó el compromiso estatal de asumir el coste de un servicio "a la carta" que se va a aplicar también en el resto de España en líneas deficitarias por las que circulan trenes a diario con "solo cuatro o cinco personas". "No se lo puede permitir ningún presupuesto público", aseveró.

Como ya hizo en julio tras pactar esta solución con el exministro Ábalos ante la negativa del consejero de Vertebración, José Luis Soro, a seguir financiando servicios que exceden el ámbito de Aragón, el líder socialista defendió que los usuarios saldrán ganando con el cambio. A su juicio, cuando sepan que el servicio se adaptará a sus necesidades "verán que salen ganando netamente", aunque manifestó que entendía las reticencias "por ese sentimiento romántico que inspira el ferrocarril".

Lambán señaló que el cambio ministerial ha demorado la solución, pero detalló que había acordado con la ministra que este mes se haga una "propuesta concreta" de servicio a la demanda por parte de la comisión técnica Transportes-DGA para cerrarla finalmente en octubre entre la secretaria de Estado, Isabel Pardo de Vera, el consejero de Vertebración y él misma con el objetivo de aplicarla de forma inmediata.

El líder socialista recalcó que la sustitución de trenes por autobuses "en absoluto" significa dejar sin servicios al ciudadano, sino prestarlo de forma "igual o mejor" por unos costes que consideró "razonables".